En general, y por la propia naturaleza de su actividad, la gestión del ciclo integral del agua supone un efecto beneficioso sobre el medioambiente. Pero lejos de conformarse con ello, muchas de las compañías de nuestro sector se encuentran en la responsabilidad de barajar soluciones viables, eficientes y novedosas para luchar contra el cambio climático.
Es el momento de pasar a la acción… por el clima
Los niveles de CO2 y de otros gases enviados a la atmósfera aumentaron hasta niveles récord en 2019. A pesar de que se estima que las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) pueden caer alrededor de un 6% en 2020 debido a las restricciones de movimiento y la recesión económica derivada de la pandemia de la COVID-19, esta mejora es solo coyuntural y está ligada a la pandemia. Por ello resulta urgente tomar medidas para atajar este problema.
La actividad de Aqualia está integrada en el medio natural. El cuidado del entorno forma parte consustancial del desempeño diario de su equipo. Impulsar una transición justa que reduzca el consumo hídrico y energético, definir una estrategia con menos emisiones e implicarse en la recuperación y protección de los ecosistemas son obligaciones ineludibles para seguir garantizando la sostenibilidad del planeta y contribuir a alcanzar el ODS 13 de Naciones Unidas, Acción por el Clima. En el pasado mes de octubre, en el que se ha celebrado el Día Mundial contra el Cambio Climático, la ONU ha vuelto a recordar a los gobiernos que es fundamental tomar las medidas necesarias para combatir el cambio climático y sus efectos.
El concejal de Agua de Badajoz, Antonio Cavacasillas, el alcalde, Francisco Javier Fragoso, y Francisco Blanco, director de Aqualia en Extremadura, durante la presentación de la flota de vehículos eléctricos del Servicio de Aguas de Badajoz.
Primera compra de energía verde del sector
La gestión del ciclo integral del agua es una actividad con una alta exigencia en lo que se refiere a sostenibilidad. Bajo esa premisa, Aqualia se orienta hacia una gestión social, económica y medioambientalmente más sostenible, con un alto compromiso en el desarrollo de servicios más eficientes y con un menor impacto ambiental, a través de soluciones viables en el presente y que no comprometan el futuro.
Recientemente, Aqualia se ha convertido en la primera empresa en España especializada en la gestión del ciclo integral del agua en cerrar un acuerdo de compraventa de energía renovable a largo plazo (PPA, Power Purchase Agreement, por sus siglas en inglés). El acuerdo se ha cerrado con la compañía suiza Alpiq AG, por un periodo de diez años y un consumo de 76 GWh anuales (el equivalente a las necesidades de 20.000 hogares). Esto supone aproximadamente un 17% del total de la energía consumida a nivel nacional por la empresa.
El acuerdo incluye el suministro desde seis parques fotovoltaicos ubicados en Córdoba, Sevilla, Toledo, Palencia (2) y Zaragoza, puestos en marcha antes de julio de 2020. La energía generada en estas plantas fotovoltaicas será 100% renovable y reducirá la huella de carbono y las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Aqualia es la primera empresa de gestión del ciclo integral del agua en cerrar un acuerdo de compraventa de energía renovable
La ubicación de las plantas y capacidad instalada en cada caso será de: El Salobral (Córdoba) 45.46 MW, Guillena (Sevilla) 121 MW, Huecas (Toledo) 49.99 MW, Magaz de Pisuerga (Palencia) 24.99 MW, Magaz de Pisuerga (Palencia) II 24.99 MW, y El Marqués (Zaragoza) 12.3 MW.
El acuerdo suscrito por Aqualia supone una transición hacia fuentes de energía más sostenibles y, por tanto, un paso adelante en la lucha frente al cambio climático. Además, el contrato garantiza unos costes fijos de suministro eléctrico a largo plazo.
De este modo, la empresa evidencia su compromiso con los municipios en los que presta servicio, dotándolos de instalaciones eficientes que les ayudarán en la transición energética, la reducción de su huella de carbono y el cumplimiento de los objetivos para paliar los efectos del cambio climático.
Los PPA en el sector de las energías renovables
En España ya hay alrededor de 4 GW firmados de PPAs. El grueso de estos contratos se está realizando entre productores renovables y comercializadoras. Sin embargo, el número de contratos con offtakers industriales va creciendo de manera continua y son ya muchas grandes compañías las que se están sumando a este sistema.
Para entender este fenómeno, es necesario partir de una característica fundamental de los PPA: el precio y la cantidad de la electricidad se fija en el momento de firmar el contrato y para toda la duración del mismo. De esta forma, las contrapartes reducen su riesgo en un mercado energético muy volátil. Gracias a la firma de estos PPA, los productores pueden conseguir más fácilmente financiación para llevar a cabo grandes proyectos de generación de energía renovable y a los compradores el PPA les permite fijar sus costes de suministro de electricidad durante el periodo de duración del contrato, así como a adquirir las garantías de origen asociadas al volumen comprometido, contribuyendo ambos a acelerar la transición energética.
Soluciones contra el cambio climático y la eficiencia energética
El acuerdo suscrito por Aqualia se integra en su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) aprobados por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 2015, e incide directamente en el consumo de energía sostenible a través del ODS 7. Con este fin, en 2019 se dio un paso importante para modificar el mix energético de Aqualia, evolucionando a un perfil de consumidor/productor de energía renovable.
En este escenario se sitúa la firma del acuerdo de compra de energía renovable de origen fotovoltaico durante los próximos diez años, con el que Aqualia apoya la viabilidad financiera necesaria para la construcción de las plantas fotovoltaicas señaladas.
Asimismo, se realizó un estudio en 1.300 puntos de suministro eléctrico para la instalación de placas solares fotovoltaicas en las instalaciones gestionadas por Aqualia.
La actividad de Aqualia está integrada en el medio natural. El cuidado del entorno forma parte consustancial del desempeño de su equipo
Por otro lado, la gestión y optimización energética de las instalaciones de producción es una línea estratégica de actuación para la compañía. Para este control, Aqualia somete a auditorías energéticas a un conjunto de instalaciones que suponen el 85% del consumo total de energía de la compañía. Adicionalmente, se realiza un seguimiento de las oportunidades de mejora detectadas en las auditorías, de las actuaciones tomadas y de los resultados obtenidos en las mismas a través de la herramienta informática de reporting Aqualia RT/Aqualia BI.
Además, durante el último año, Aqualia amplió la gestión energética a edificios de oficinas, laboratorios y almacenes, definiendo la implantación de sistemas de monitorización y actuación sobre variables de consumo energético. Pese a que este consumo tiene menor impacto en la huella de carbono de la compañía que las instalaciones de producción, esta actuación supone una acción directa que Aqualia proyecta sobre sus equipos, trasladándoles así el inequívoco compromiso medioambiental de la organización.
En definitiva, la compañía desarrolla todas sus actividades teniendo en cuenta la protección del medioambiente, la lucha contra el cambio climático, la minimización del impacto ambiental y la sostenibilidad.
Aqualia somete a auditorías energéticas a un conjunto de instalaciones que suponen el 85% del consumo total de energía de la compañía
Además, muchos de los proyectos impulsados tienen como objetivo trabajar en la ecoeficiencia energética y la sostenibilidad para caminar hacia una sociedad neutra en carbono.
En esta línea se encuentra, por ejemplo, el proyecto de transformación de la flota de vehículos puestos a disposición de los servicios. Aqualia firmó con el Gobierno español el Proyecto Clima del Fondo de Carbono para una Economía Sostenible (FES-CO2), a tres años 2018-2020, con el objetivo de contribuir a construir un sistema productivo nacional bajo en carbono. Con él se compromete a cambiar un determinado número de vehículos dentro de la flota de la empresa, para reducir el CO2 y los NOx. En las últimas semanas se han renovado, por ejemplo, los vehículos eléctricos del servicio de Badajoz, con diez nuevas diez furgonetas modelo Nissan E-NV2000. La iniciativa, que ha supuesto una inversión cercana a los 350.000 euros, evitará la emisión de 16.000 kilos de CO2 a la atmósfera cada año.
