La aprobación de los planes del Tercer Ciclo de Planificación Hidrológica sigue dando que hablar entre las partes implicadas, de manera que resulta de interés conocer cómo las distintas Confederaciones Hidrográficas van a afrontarlo, teniendo en cuenta el contexto climático en el que nos encontramos, con una escasez de agua cada vez más grave y una presión sobre los recursos hídricos que ha de disminuir.
En esta ocasión, hablamos María Jesús Lafuente, presidenta de la Confederación Hidrográfica del Duero.
Pregunta: En primer lugar, ¿podría comentarnos cuáles son las características principales de las masas de agua gestionadas por su Confederación Hidrográfica y en qué estado se encuentran?
Respuesta: La CHD gestiona un total de 772 masas de agua, de las cuales 708 son superficiales y 64 subterráneas. Dentro de las superficiales, 643 son ríos; 14, lagos, 48 embalses; y 3 canales. Uno de los propósitos fundamentales de la planificación hidrológica es la consecución de los objetivos ambientales en las masas de agua y las zonas protegidas asociadas. No obstante, este tercer ciclo de planificación es clave desde el punto de vista del cumplimiento de los objetivos ambientales.
De acuerdo con esto, el Programa de medidas tratará de que en 2027 el 99% de las masas de agua de la cuenca hayan alcanzado el buen estado (703 superficiales y 51 subterráneas).
"La CHD gestiona un total de 772 masas de agua, de las cuales 708 son superficiales y 64 subterráneas"
Respecto al estado de las masas de agua superficiales, de las 708 que registra la cuenca del Duero, 204 presentan un estado bueno y 499 peor que bueno.
En cuanto a su estado o potencial ecológico, en 208 es bueno o superior y en 495 en peor que bueno. Por su parte, respecto a su estado químico, en 659 masas de agua superficiales en bueno y en 46 no alcanza el bueno.
Respecto a las masas de agua subterráneas, estas desempeñan un papel esencial desde diversos puntos de vista en la parte española de la demarcación hidrográfica del Duero: constituyen el soporte esencial y el caudal base de muchos ecosistemas y masas de agua superficial; además su importancia es evidente desde el punto de vista de la atención de las demandas, tanto las de abastecimiento urbano como las ligadas a otras actividades económicas.
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Cuenca del Duero.
Como síntesis, de las 64 masas de agua subterránea, 19 no alcanzan, con la información objetiva actualmente disponible, el buen estado; lo que viene a suponer el 30% del número total de masas de agua.
18 masas de agua no alcanzan el buen estado químico, fundamentalmente por presencia de sustancias nitrogenadas. La contaminación difusa, debida principalmente a los excedentes de la fertilización química de origen agrícola y al aporte de elementos nitrogenados en forma de estiércol, es uno de los principales problemas existentes para conseguir alcanzar el objetivo de buen estado, tanto de las masas de agua superficial como especialmente de las de agua subterránea.
4 masas de agua no alcanzan el buen estado cuantitativo. El uso intensivo de las aguas subterráneas ha provocado una importante disminución en los niveles piezométricos de aquellas masas de agua que mayor volumen de extracción soportan, descenso de niveles que ha afectado a la descarga en fuentes y manantiales, a la relación río-acuífero –invirtiendo el sentido del flujo en algunos casos–, a la movilización de aguas profundas con inadecuadas condiciones químicas para su uso, o a la desconexión con las aguas superficiales, en general en ríos y zonas húmedas, afectando a ecosistemas dependientes de la aportación de las aguas subterráneas.
P.- ¿Cuáles son los objetivos principales de su gestión?
R.- Uno de los propósitos fundamentales de la planificación hidrológica es la consecución de los objetivos ambientales en las masas de agua y zonas protegidas asociadas.
"El uso intensivo de las aguas subterráneas ha provocado una importante disminución en los niveles piezométricos de aquellas masas de agua que mayor volumen de extracción soportan"
Este tercer ciclo de planificación se ha diseñado un Programa de medidas que permita que el 99% de las masas de agua superficial alcancen el buen estado en 2027 y el 79% de las masas de agua subterránea alcancen el buen estado en esa fecha. Esto supone que, entre la aprobación del Plan Hidrológico y el 31 de diciembre de 2027, 508 masas de la demarcación (502 superficiales y 6 subterráneas), deben alcanzar el buen estado, sin que ninguna de las que ya están en buen estado se deteriore.
Los porcentajes que faltan para que en 2027 el 100% de las masas de agua alcancen el buen estado se deben a casos en los que, poniendo en marcha todas las medidas necesarias antes de 2027, las condiciones naturales de las masas de agua y del sistema hidrológico hacen que la recuperación que lleva al buen estado tarde más años en producirse. Esto es bastante habitual en las masas de agua subterránea, debido a la inercia propia de los acuíferos.
P.- ¿Cómo afrontan desde la Confederación el Tercer Ciclo de Planificación Hidrológica de España?
R.- En el caso de la cuenca del Duero, el Plan 2022-2027 recoge un ambicioso programa de medidas, al que harán frente administraciones y usuarios, con una inversión de 2.250 millones de euros, de los que más de 1.000 están vinculados de manera directa o indirecta con el medio rural y, en concreto, con el regadío y su incidencia positiva en el reto demográfico con medidas para actuaciones de modernización de regadíos, aumento de la capacidad de regulación y nuevos regadíos, entre otras medidas.
En este tercer ciclo de planificación hidrológica, el Plan del Duero ofrece además un importante programa de restauración fluvial que afecta a 227 masas de agua tipo río con 5.000 kilómetros fluviales, y medidas de mitigación con el fin de que puedan alcanzar el buen estado ecológico de las mismas.
P.- ¿Qué objetivos específicos a nivel de cuenca se han marcado para este Tercer Ciclo de Planificación Hidrológica?
R.- El objetivo de la nueva planificación hidrológica es alcanzar el buen estado de las masas de agua y la adecuada protección del dominio público hidráulico, en un contexto de cambio climático con mayor incidencia de los fenómenos extremos, en equilibrio con la satisfacción de las demandas para los diferentes usos.
Por ello, el nuevo Plan Hidrológico del Duero se alinea con la estrategia del Pacto Verde Europeo y afronta el cambio climático como un reto global, poniendo el foco en la lucha contra la contaminación, la preservación y recuperación de ecosistemas y biodiversidad, a través de medidas precisas para alcanzar los objetivos ambientales en la cuenca.
"El nuevo Plan Hidrológico del Duero se alinea con la estrategia del Pacto Verde Europeo y afronta el cambio climático como un reto global"
En definitiva, la nueva planificación de la cuenca del Duero tiene como objetivo asegurar el suministro hídrico a los usuarios, reducir las presiones que soportan las masas de agua, mejorar los sistemas de depuración, fomentar el ahorro de agua y la reutilización y atender las demandas de agua de manera que sean compatibles con su buen estado, lo que permitirá asegurar la calidad y cantidad del recurso.
P.- ¿Cómo se interrelacionan los distintos planes sectoriales y territoriales que afectan al ámbito de actuación de la Confederación con el nuevo Plan Hidrológico de Cuenca?
R.- El Plan Hidrológico es coherente y se ha elaborado de manera conjunta con el Plan de Gestión del Riesgo de Inundación, que recoge actuaciones de reducción de vulnerabilidad en determinadas áreas de los ríos Esla, Tera, Esgueva, Pisuerga, Carrión y Valderaduey, entre otros.
El Plan Hidrológico trata de dar respuesta a los Planes sectoriales de otras administraciones públicas en un escenario global de reducción de las aportaciones hídricas y de seguridad de suministro. Así, el Plan incluye medidas para que la actividad económica no se estrangule, señalando igualmente aquellos desarrollos de aumento de la demanda que no puedan garantizarse en el escenario señalado.
P.- Para finalizar, ¿qué papel desempeña la participación de la sociedad en la planificación y gestión de los recursos hídricos en España?
R.- En el caso de la demarcación del Duero, la elaboración del Plan Hidrológico 2022-2027 es el resultado de un proceso intenso de participación pública en todas las fases de su redacción y del diálogo desarrollado con los agentes interesados, por lo que se han valorado las aportaciones, sugerencias o propuestas de la sociedad. Durante su tramitación se celebraron 13 reuniones, webinar y distintos talleres temáticos y jornadas divulgativas, apostando por la máxima participación de las partes implicadas, como demuestra los más de 2500 escritos con observaciones y propuestas recopilados durante las tres etapas de redacción del Plan Hidrológico.
