La superficie de cultivos agrícolas que necesitarán riego en el futuro podría ser hasta cuatro veces mayor que los cálculos actuales, según un nuevo estudio publicado en Geophysical Research Letters. Científicos de las universidades de Reading, Bergen y Princeton muestran que la extensión agrícola que precisará riego en 2050 se ha subestimado debido al uso de modelos que no tienen en cuenta fuentes de incertidumbre como cambios en la población y la disponibilidad de agua.
Los autores advierten que es necesario tener en cuenta múltiples escenarios futuros para estar preparados para posibles situaciones de estrés hídrico que podrían tener importantes costes ambientales.
El Dr. Samuele Lo Piano, coautor del estudio, comentó: “las asunciones sobre la extensión de regadío en el futuro implican que estamos pasando por alto muchas posibles dificultades y tomando malas decisiones.” Si los modelos que se utilizan para formular políticas que garanticen la protección del medio ambiente o gestionar el cambio climático son inexactos, las políticas pueden contener sesgos.
El estudio indica que las proyecciones de la FAO y otras organizaciones han subestimado la extensión de regadío que será necesaria en el futuro, al utilizar otros supuestos. Dicha extensión puede ser el doble e incluso el cuádruple que los cálculos de anteriores modelos. Modelos previos asumían que se conocían con certeza variables como la extensión de cultivos en 2050, el crecimiento de la población, o la disponibilidad de agua.
Los cultivos que precisan más agua que la que proporcionan las precipitaciones se suelen regar desviando agua de ríos o arroyos, con sistemas de aspersores, o mediante riego por inundación. Más regadío en el futuro implicaría mayor consumo de agua, maquinaria, energía y fertilizantes, y por lo tanto más emisiones de gases de efecto invernadero. Los autores esperan que con estos nuevos conocimientos se puedan diseñar estrategias de gestión agrícola con la suficiente flexibilidad para que funcionen tanto en la situación actual como en una posible situación con presiones intolerables sobre los recursos hídricos y de suelo.
Puedes leer la noticia completa en Smart Water Magazine.