Se espera que la población mundial crezca hasta los 9 billones de personas en 50 años, lo que significa que se necesitará el doble de agua para uso agrícola para poder alimentar a toda la población, según estudios de la ONU. Una de las soluciones posibles es la desalinización, pero un estudio publicado en Science indica que quizás se debería recapacitar sobre esa opción.
Israel es el país lider en desalinización. Recientemente se ha puesto en marcha la planta desalinizadora más grande del mundo en Ashkelon, que produce 100 millones de metros cúbicos al año mediante osmosis inversa. La escala de producción hace que el agua desalinizada también resulte muy barata, unos 0,55 céntimos.
El problema es que el agua resultante, aun siendo apta para consumo humano, podría no serlo para la agricultura, ya que los granjeros israelíes han descubierto que el proceso también elimina el Sodio y el Cloro, así como el Magnesio, esencial para el crecimiento de las plantas.
A parte de estas variaciones en la composición, la alteración de iones en el agua resultante hace que las tuberías y canalizaciones que se usan para el transporte se corroan más rápido.
Aunque ninguno de estos problemas es crítico, solucionarlos supone un coste económico muy elevado. Y esto si que es un gran problema en aquellos lugares donde millones de personas viven muy por debajo del umbral de pobreza.
Fuente.- Arstechnica
Vía.- Ecoperiódico