La rotura de esta tubería de la red de abastecimiento de agua es un síntoma del envejecimiento de unas instalaciones que son vitales para mantener la actual calidad de los servicios de abastecimiento y saneamiento de agua. Según la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS), un gran porcentaje de las redes de abastecimiento llevan en operación más de 40 años, lo que aumenta exponencialmente la probabilidad de que se produzcan fugas de agua en las tuberías. En el caso de la red de alcantarillado, el envejecimiento es mayor, donde un 44% de las tuberías llevan más de 40 años en servicio. Esta situación se agrava si se tiene en cuenta la falta de inversión destinada a la renovación de este tipo de instalaciones. La tasa de renovación se sitúa en el 0,6% y en el 0,38%, respectivamente, muy por debajo del objetivo del 2% de renovación, que se considera como ideal.

Las pérdidas de agua en la red de abastecimiento se definen como la diferencia entre el volumen de agua suministrada al sistema y el volumen de agua registrada en los contadores de los consumidores finales. Existen dos tipos de pérdidas, reales o aparentes. Las reales se refieren a averías, roturas y fugas en la red, mientras que las aparentes se asocian a pérdidas por errores de medida, fraudes y consumos no autorizados.
El envejecimiento de las instalaciones en todo el territorio español implica que, a lo largo del año, se pierde una gran cantidad de agua debido a roturas o fugas en las tuberías. El informe “La gestión del agua en España, análisis de la situación actual del sector y retos futuros”, publicado en 2014 por la consultora PWC, examina las pérdidas registradas en la red de abastecimiento española y las compara con otros países de la Unión Europea.

Desde comienzos de siglo, el total de las pérdidas anuales de agua se sitúa en el 25%, siendo una de las cifras más altas a nivel europeo. Es decir, desde comienzos de siglo, el total de las pérdidas anuales de agua se sitúa en el 25%, siendo una de las cifras más altas a nivel europeo. Es decir, 1 de cada 4 litros de agua que se suministra al sistema, se pierde en forma de fuga al exterior o consumos no autorizados cada año. En el contexto actual de un clima cada vez más cálido después de registrar los niveles más bajos de agua en los embalses de los últimos años, se pone de manifiesto el problema añadido que supone perder millones de litros de agua debido a una red de abastecimiento envejecida y con un inversión insuficiente.

Según el Objetivo Desarrollo Sostenible 6.4, se establece que de aquí a 2030 se aumentará considerablemente el uso eficiente de los recursos hídricos en todos los sectores y se asegurará la sostenibilidad en el abastecimiento de agua dulce para hacer frente a la escasez de agua. Como se ha visto a lo largo de este artículo, alinearse con el objetivo de este ODS cobra todavía más importancia, con la previsión de un clima cada vez más cálido y seco en el territorio español.
Referencias.
[1] El Diario. Cortado un ramal de la M-30 por una gran inundación en Marqués de Vadillo
[2] Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS). XVI Estudio Nacional (AEAS-AGA)
[3] PWC. La gestión del agua en España, análisis de la situación actual del sector y retos futuros. 2014
[4] Embalses. Agua embalsada en España en 2022.
[5] INE. Objetivo 6. Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos