¿Gestión de intereses entre personas y con el ambiente o gestión de conflictos entre personas y de estos con el ambiente?
Si no hay consenso entre actores que intervienen en un sistema hídrico compartido como una cuenca y las demás fuentes de agua (glaciares, acuíferos, ríos, lagos, humedales etc.) y el agua que proviene de dichas fuentes, para acordar metas (gestión de intereses contrapuestos), los efectos de sus intervenciones serán desastrosos para ellos y para el medio ambiente.
Es en ese nivel, cuando se aplican en los territorios, que las bonitas ideas que generan intereses contrapuestos, como derecho humano al agua o seguridad hídrica o derecho a medio ambiente limpio, que las buenas intenciones se convierten en conflictos si no se presentan ideas de conciliación de intereses.
La gestión de intervenciones en una cuenca, sobre los recursos hídricos y el agua es una necesidad básica. Es aceptar que uno de los principales objetivos de la gestión de recursos hídricos y agua por cuenca, es conciliar intereses entre actores y de estos con el medio ambiente.
De lo contrario surgen los conflictos. Los actores que intervienen en una cuenca, recursos hídricos y agua, compartida entre ellos, deben estar de acuerdo sobre cómo intervenir y hasta dónde pueden exprimir la naturaleza alterándola para obtener recursos en forma sostenible en el tiempo. Si están en conflicto, los resultados son tarde o temprano muy negativos para todos.
Para opinar sobre la gestión de las intervenciones sobre los recursos hídricos y el agua es por ello útil partir por cuestionar esas frases eslogan, como seguridad hídrica o GIRH o Derecho Humano al agua, repetidas una y otra vez, sin preocuparse de aterrizar y preguntarse cómo se aplican y como se logran en el territorio donde convergen necesidades e intereses diferentes.
Solo la clara comprensión de la enorme dificultad en lograrlo permite tener la sabiduría y humildad para proponer soluciones más allá de cambiar o poner un artículo en la constitución o una ley.
Solo en ese nivel de análisis, cuenca por cuenca, necesario para ejecutar un proyecto en un territorio o cuenca, la teoría se convierte en práctica y se ponen a prueba las frases bonitas contenidas en discursos y leyes. Por ejemplo, seguridad hídrica, muy bonito, pero sin fuentes de agua seguras y asequibles, sin control de la expansión de demanda, sin recursos financieros de inversión y operación permanente no pasan de ser declaraciones vacías.
La gestión de intervenciones en una cuenca, sobre los recursos hídricos y el agua es una necesidad básica
La gestión de las intervenciones sobre los recursos hídricos y sobre el agua parte por la gestión de los intereses entre personas. Estos intereses conciliados entre los interventores deben a su vez ser conciliados con el medio ambiente del territorio sujeto de intervenciones.
Así, por ejemplo, si todos los actores están de acuerdo sobre cómo controlar inundaciones, unos verán de aplicar medidas de infraestructura verde (control de escorrentía, terrazas, zanjas de infiltración, reforestación, por ejemplo), otros estarán de acuerdo en construir diques o defensas, represas y canalizaciones, y otros de no construir en zonas de riesgo. Todas las ideas y opciones deben sumar y no restar.
Conciliar posiciones e intereses humanos en un medio natural como lo es una cuenca y el sistema hídrico no es un juego ni tarea fácil. Hay que presentar o sugerir opciones para negociar, tener información confiable, pagar para disponer de opinión de expertos, aceptar consecuencias de las decisiones, compensar los que perderán, etc.
Imagínense varios médicos cirujanos con opiniones encontradas sobre como intervenir un cuerpo humano necesitado de una cirugía, y que sin ponerse de acuerdo lo intervienen. Es obvio que las consecuencias serían desastrosas.
Eso es lo que está pasando en las cuencas cuando se intervienen por múltiples actores, cada uno con intereses y opiniones diferentes, sin ponerse de acuerdo.
Pero las intervenciones sobre las fuentes de agua y sobre el agua misma se hacen a diario sin acuerdos ni estrategias basadas en un pleno conocimiento de los efectos a corto y largo plazo de lo que las intervenciones causarán entre actores y en el medio ambiente.
Unos ganan y otros pierden, sin haber encontrado fórmulas de conciliación. Hay conflictos entre usos y usuarios y el ambiente se destruye y con ello las fuentes mismas de donde se obtiene agua.
Todos quieren agua blandiendo artículos de ley que dicen que tienen "derechos" (aunque ya no haya agua, tanto por efectos de sequía como por sobreexplotación de fuentes como acuíferos o simplemente una mala gestión) pero ninguno se preocupa de la gestión de las fuentes de donde se obtiene el agua ni de evitar conflictos entre ellos.
Es como cortar árboles en un bosque para obtener madera sin preocupación de conservar el bosque, fuente de la madera, y cuando el bosque ya no existe, seguir exigiendo madera… ¡por ley!