Esta vez es sobre programas de "Gestión de Cuencas", ¿qué significa? ¿cuáles son sus metas?
En principio ni las cuencas, ni la naturaleza en general, requieren "ser gestionadas" si no hay intereses e intervenciones humanas para sacar algún provecho, o para recuperar condiciones alteradas por efectos de eventos naturales o de contaminación y degradación de la naturaleza o medio ambiente originados por acción humana.
Por ello, es conveniente aclarar que la "gestión de cuencas" es esencialmente la gestión de intervenciones que realizamos los seres humanos en este territorio delimitado en forma natural por efecto del agua al escurrir sobre la tierra, como parte del ciclo hidrológico natural, fase terrestre.
Esta gestión de intervenciones en una cuenca se supone que se realiza con objetivos predeterminados de extracción o manejo de recursos naturales y ocupación del territorio, considerando y compensando sus efectos no deseados sobre la naturaleza y sobre sus habitantes.
Si se toma el territorio de una cuenca como base de gestión se supone que se hace por su vinculación con el agua que capta una cuenca y el sistema hídrico que conforma (fuentes naturales de agua y ecosistemas acústicos asociados), además de las razones socioeconómicas asociadas al desarrollo humano.
Lo ideal entonces es que estos programas se refieran a la gestión de las intervenciones en las cuencas hidrográficas, considerando su efecto en la escorrentía del agua captada (cantidad, calidad, tiempo y lugar), sus efectos en las fuentes naturales de agua y ecosistemas asociados y biodiversidad, y sus efectos en aumento o reducción de riesgos para sus habitantes.
También incluye temas de desarrollo regional, es decir, de mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes, considerando la cuenca como región.
En particular es importante el ordenamiento de la ocupación del territorio de una cuenca considerando su relación con el sistema hídrico (fuentes de agua, ecosistemas acuáticos, riesgos de sequías e inundaciones). Por ejemplo, no habitar en zonas de riesgo, no impermeabilizar zonas de recarga de acuíferos, no alterar humedales, etc.
En los últimos 30 años, los programas de gestión de intervenciones en cuencas se orientan cada vez más a recuperación de desastres y daños causados por intervenciones previas nefastas, que contaminaron y degradaron las tierras y el agua, así como los ecosistemas, y de recuperación de desastres, producto de fenómenos naturales cada vez más extremos.
En resumen, se recomienda que al utilizar títulos de programas tales como "gestión de (intervenciones en) cuencas" se especifique con claridad cuáles son sus objetivos.