Ipsa scientia potestas est. El conocimiento en sí es Poder, afirmaba Francis Bacon en 1597. Poder de crecer, de moverse, de herir, de sorprender, de cambiar.
El agua en sí también es poder. Poder de saciar, de refrescar, de ceder. De crear energía, de provocar conflictos, de crear vida.
Poniendo las dos cosas juntas, tenemos: conocimiento en el sector del Agua. Realmente, algo muy poderoso.
Con este conocimiento, es posible:
- Saber cuánta agua tengo;
- Saber cuánta agua necesito;
- Mejorar las prácticas de higiene y evitar las enfermedades transmitidas por el agua;
- Hallar soluciones y métodos simples y de bajo costo para hacer más accesible el agua y las instalaciones sanitarias;
- Evitar las prácticas incorrectas, antihigiénicas y dispendiosas;
- Ahorrar agua para otros fines;
- Instalar retretes en lugares accesibles, respetando las necesidades de cada género;
- Identificar formas eficientes de transportar el agua;
- Operar y mantener en forma eficiente una red de distribución;
- Optimizar el Sistema de saneamiento;
- Identificar modelos eficientes de gestión.
Con este conocimiento es posible garantizar la vida.
Este mismo conocimiento permite a quienes toman las decisiones identificar los proyectos que sean financiera, económica, institucional, ambiental y socialmente adecuados. Esta no es una tarea menor, y es por eso que es tan importante invertir en conocimiento, para crear capacidades y erigir instituciones sólidas.
Durante el mes de septiembre de 2015, la División de Agua y Saneamiento del BID organizó un evento de tres días en forma conjunta con el Banco del Estado de Ecuador para presentar metodologías de evaluación para proyectos de agua y saneamiento, con el fin de asegurar que sean financieramente sustentables, beneficiosos para el país, y que se basen en sólidos marcos institucionales de referencia.
El Banco del Estado, junto con la Secretaría del Agua, son los responsables de la ejecución de una serie de programas financiados por el BID en Ecuador, y están dando pasos importantes para mejorar sus sistemas de evaluación interna.
Ya se pueden ver los primeros resultados positivos y de largo alcance. Al fin de cuentas, ¡el conocimiento y el manejo de la información en el sector de agua y saneamiento puede que no sea un hueso tan duro de roer!
Artículo original de Marcello Basani, Especialista Sr en Agua y Saneamiento, publicada originalmente en su blog y reproducida aquí con su expresa autorización.
