Desde que nos levantamos, inconscientemente realizamos determinados acciones y gestos que implican consumos de agua en nuestro día a día. Las duchas de primera hora de la mañana, cepillado de dientes, cocción de alimentos, puesta en marcha de la lavadora y del lavavajillas y así podemos ir sumando muchas otras mas.
Con un simple gesto tenemos a nuestra disposición agua para nuestros distintos usos y todavía no sabemos valorar que hay detrás de todos y cada uno de esos gestos. Si nos ponemos a pensar y valorar todos los pasos que recorre el agua hasta que llega a nuestro grifo de casa, podemos imaginar la multitud de infraestructuras necesarias para ello así como sus costes asociados como captaciones, producción, distribución, depuración, y amortización de las mismas, etc.
La concienciación sobre lo que consumimos es de vital importancia para el bienestar, conservación y disponibilidad de este bien tan preciado que es el agua.
Por eso debemos dotar de herramientas digitales de gestión para controlar los consumos del agua. Cada uno desde su posición, desde la Administración publica competente, los gestores de servicios municipales de agua, hasta el el usuario final del agua. Con estas herramientas podremos conseguir que se eleve dicha sensibilización porque ya sabemos que lo que no se mide no existe y si se mide con la frecuencia adecuada podemos llegar a anticiparnos a eventos ocurridos en las infraestructuras como puedan ser fugas aparecidas tanto en interiores del usuario final como en las redes de distribución que llevan el agua a nuestras casas.
Recalcar que esta tecnología de digitalización de consumos toma importancia también no solo en nuestro lugar habitual de residencia, si no también en segundas residencias o lugares alejados que no podamos controlar y acudir tan inmediatamente.
Que el usuario final pueda disponer de una herramienta digital para el control de su consumo elevara la concienciación, podrá regular sus consumos al disponer de comparativas y evoluciones de los mismos, pudiéndose anticipar a eventos como fugas en sus propios hogares.
Me gustaría para terminar proponer una reflexión. ¿Qué ocurriría si nos ponemos en el caso tarifario del sector eléctrico ahora mismo ya con discriminación horaria, y pasase eso mismo a las tarifas del agua? No nos olvidemos del binomio agua – energía. Y si a esto sumamos la escasez cada vez mas grande del recurso hídrico, pensemos en algún escenario no muy lejano por desgracia en que se pueda dar una situación similar. Por eso mismo apoyémonos en herramientas digitales para poder controlar y actuar antes escenarios críticos que se nos avecinarán. De esta manera también ayudaremos a preservar los recursos hídricos de los que vivimos y necesitamos para nuestra supervivencia.
