Sudor* y rendición
Desde la palidez de su rostro cetrino,
se asoman gotas de sudor evaporado,
marcas de un destino incierto, mecánico,
sin un final predestinado, sin un hálito de concordia.
El corazón se ha estremecido por el aullido del dolor,
naciendo entre sus arrugas, en el hueco de la inocencia,
perdida entre batallas, ahogada entre manos azarosas,
desgastadas y retorcidas por los lares de la violencia.
Huye de aquí, olivo mío, escapa de este yermo desolado,
antes que el día brote la desdicha ajena del infinito.
Enrique Castellanos Rodrigo
*Nota: En la composición química del sudor, mas del 95% es agua.