En Gran Canaria - Canarias existe una obra hidráulica cuya grandeza histórica sobrevive entre sus ruinas. Abandonado por la política -municipal e insular- el viejo Pozo Ciel [Pozo La Ciel] permanece en el magno Barranco de Tirajana: estamos ante otro museo con potencia arrolladora de lo nuestro [cultura del agua]. Los arqueólogos y políticos apartan la vista de la contemplación de nuestras obras hidráulicas para dirigirla hacia los centros de interpretación de lo arqueológico -La Fortaleza- o las viejas salinas de Tenefé. Un error. El Pozo Ciel es un hecho en superficie y bajo los acarreos del barranco: un ostensible ejemplo de la vida verdadera en el siglo de la batalla del agua frente al negocio técnico de los aborígenes. Su interior conserva los hechos que todo lector puede comprender. La maquinaria, la campana, el brocal y lo demás conserva la verdad ante nuestros ojos.
Estar en la imagen, Pozo Ciel:
¿Por qué tenemos este pozo abandonado si tiene evidentes posibilidades expansivas de acoger un centro museístico de las obras hidráulicas construidas en el Barranco de Tirajana? Minas de agua, estanques, Presa de Tirajana, canales, molinos de agua, tuberías, cantoneras...
¿Se imaginan esas salas que hoy conservan la tragedia del instante con fotografías antiguas, planos, documentos, etc.? Los posibles visitantes podrían estremecerse con la verdad.
Por último, ni la ficha de la Carta Etnográfica de la Gran Canaria [FEDAC - Cabildo Insular], que dice que el Ayuntamiento se ha hecho cargo del mismo para uso municipal, ni la del Catálogo Arquitectónico Municipal de Santa Lucía [de TIRAJANA] recogen el 'nombre' del pozo. Con esto está dicho todo.
Expresión personal.