Antes de entrar en materia, he de rectificar unos conceptos vertidos en un blog anterior sobre gobernanza y gestión (Pedro, por favor, toma nota), para adoptar el criterio universal.
Entiendo por gobernanza del agua la labores que deben de hacer las autoridades responsables de los servicios del Ciclo Integral del Agua (CIA) para garantizar la prestación del servicio, de acuerdo con la legislación vigente en cada momento, tanto para la generación actual como las futuras.
Mientras que la gestión del agua es, para mi, las labores necesarias para prestar el servicio y que incluye todas las actividades de captación, tratamiento, distribución, saneamiento y depuración.
Es obvio que la gobernanza solo puede ser pública mientras que la gestión puede ser pública o privada.
Rectificados estos conceptos, procedo a realizar mi análisis sobre el tema del Área Metropolitana de Barcelona (AMB).
¿Cuál debe de ser la misión de la empresa mixta?
Es obvio, la Empresa Mixta es la encargada de la gestión. Y por ello, tiene que recibir su retribución.
¿Cuál debe de ser la misión de la parte pública: AMB?
AMB es la responsable de la gobernanza. En consecuencia, debe de velar porque la gestión se lleve a cabo adecuadamente, se retribuya justamente al gestor y se garantice el servicio ahora y en el futuro.
¿Cuál debe de ser la misión de las empresas privadas, Agbar (70%) y Criteria (15%)?
La misión principal de la parte privada es maximizar su beneficio, realizando una gestión eficiente.
¿Es correcto el planteamiento de AMB sobre las tarifas?
En mi opinión, el planteamiento de AMB, con las tarifas, es inadecuado. Me explico:
En un servicio como el del CIA, la gobernanza debe de velar por el servicio actual y el futuro.
El servicio actual puede (¿) estar garantizado. Personalmente, dudo que las infraestructuras del CIA del AMB estén todas en perfecto estado. Para ello, sería necesario realizar una auditoría técnica por un ente independiente (ni la parte pública ni la privada son los más adecuados) para saber:
- Cuál es el coste real del agua potable: captación, tratamiento y distribución (incluida la amortización de las instalaciones).
- Cuál es el nivel de pérdidas de la red de abastecimiento.
- Cuál es el coste real del agua residual: saneamiento y depuración (incluida la amortización de las instalaciones).
- Cuál es el nivel de pérdidas de la red de saneamiento.
- Cuál es la producción de fangos de las EDAR.
Es cierto que cumple, muy bien, la obligación de velar por una retribución justa a la empresa que realiza la gestión. Punto positivo para AMB.
Mucho me temo, por comunicados de las asociaciones de empresas de gestión del agua, que las tarifas actuales a duras penas cubren los costes de operación y mantenimiento (O&M) y mucho menos los costes de amortización de las inversiones. Punto negativo para la AMB.
Por ello, cualquier rebaja en las mismas me parece inadecuada. Y, sobre todo, porque se está hipotecando, por cuestiones políticas del corto plazo, a las generaciones futuras en beneficio de las actuales.
¿Es correcto el planteamiento de Agbar sobre las tarifas?
La postura de Agbar es de las más coherentes. Trata de maximizar su beneficio.
Es más, aunque una de sus misiones es perpetuarse en el tiempo, el corto plazo pesa, en exceso, sobre las decisiones de sus dirigentes, al estar condicionadas por las expectativas de los accionistas en sus retribuciones.
Mis conclusiones:
Las tarifas de agua del AMB deberían subir para que la AMB, responsable de la gobernanza, disponga de los recursos económicos necesarios para garantizar la calidad del servicio en la actualidad y, especialmente, en el futuro.
La AMB hace bien en buscar una retribución justa por el servicio de CIA, pero su posicionamiento como parte, le inhabilitan para ser juez. Y su propensión al corto plazo, le condicionan y limitan para realizar una gobernanza en la excelencia.
Agbar debe, como todas las empresas que se dedican a la gestión de un servicio público, ser más transparente y muy escrupulosa con los costes del servicio, en particular con los de conservación correctiva y, especialmente, con los de la conservación preventiva y nuevas inversiones.
Faltan dos actores muy importantes:
- Ente regulador que coordine la gobernanza en todo el territorio nacional.
- Empresas auditoras del servicio con marcado carácter de independencia que certifiquen la buena gestión.
Por último, hay que destacar que el servicio del CIA en el AMB está muy cerca del ideal: la gobernanza participa de la gestión y conoce las tripas del servicio. Esto no ocurre en la mayoría de los casos en España, en municipios de menos de 100.000 habitantes, donde los responsables de la gobernanza hacen dejación de funciones (por falta de recursos económicos y capacitación técnica) y las empresas privadas realizan un buen servicio a costa de la integridad profesional de numerosos técnicos.