Todos los que me conocen saben que, para mí, la aireación prolongada en canal de oxidación, es un proceso que debería de utilizarse solamente en casos contados, en lugar de haber sido, y seguir siendo, el proceso estrella en España y en numerosos países con estrés hídrico. Varias son las razones fundamentales:
- Su alto consumo energético
- El bajo control que tiene el operador para gestionar el proceso.
- El desperdicio de los nutrientes del agua residual.
Solo hay otro proceso peor, desde el punto de vista energético, la estabilización aerobia de los fangos y empieza a asomar la patita nuevamente.
Los defensores de estos procesos aducen su facilidad de operación, como si los operadores de planta no supieran lo que se traen entre manos. Os voy a decir un secreto: Las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR), en España, funcionan gracias a los operadores que hacen que procesos poco versátiles, poco flexibles y poco funcionales milagrosamente funcionen.
Otro argumento de peso(¿) es que es un buen sistema para reducir el nitrógeno y que estabiliza los fangos. Ignorando que el operador dispone de menos recursos operaciones que un proceso convencional con nitrificación-desnitrificación. Por no hablar de la ventaja, para la economía circular, que supone la estabilización anaerobia de los lodos.
Un diseño en flujo pistón, con edades del fango (para nitrificar-desnitrificar por encima de 12º) de 10-12 días, permitiría, si se diseña para ser alimentado en varios puntos de la zona óxica, aprovechar los nutrientes (nitrógeno y el fósforo) para agricultura trabajando con edades del fango entre 4 y 6 días.
De esta forma las ayudas directas para la compra de fertilizantes: 22 euros por hectárea de secano y 55 de regadío establecidas en el RDL de medidas para atajar las consecuencias económicas y sociales de la guerra en Ucrania en España podrían ser inferiores a los 300 millones de euros. Esta subvención se concederá por hectárea, hasta un máximo de 300, y será de 22 euros por hectárea en el caso de superficie de secano y de 55 euros para el regadío. Los fertilizantes suponen un 8 % de los consumos intermedios del sector agrario y su precio medio aumentó el 80 % entre septiembre de 2021 y septiembre de 2022.
Estamos o no estamos en la economía circular. Basta de diseños ineficientes, energéticamente hablando, desperdiciar los nutrientes de las aguas regeneradas y el potencial energético de las mismas que podría recuperarse con el uso de tratamientos anaerobios a través del biogás generado.
Que el próximo año 2023 nos haga reflexionar para que la economía circular no se limite a un marketing, fácil de vender, pero difícil de ejecutar.
