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Gestión Pública o Gestión Privada (II)

Sobre el blog

Jorge Chamorro
Ingeniero especialista en tratamiento y depuración de aguas y en desalación.

Leer Gestión Pública o Gestión Privada (I)

La gestión de los servicios del Ciclo Integral del Agua (CIA) se caracteriza por una gran complejidad motivada por ser un sector reglado y que requiere unos conocimientos de numerosas especialidades técnicas.

Es un hecho que las crecientes exigencias de calidad que se establecen para el agua en función de sus usos diversos están dando lugar a una legislación muy viva, con crecientes modificaciones y cambios motivados tanto para proteger la salud de las personas como para limitar la contaminación de las fuentes de suministro.

La curva de aprendizaje, para un profesional que quiera dedicarse al CIA, presenta una pendiente de crecimiento baja

Por otra parte, los conocimientos tecnológicos que se requieren para realizar este servicio son tan multidisciplinares que no hay profesional alguno en este mundo que pueda abarcar todos sus aspectos: Química, biología, hidráulica, obra civil y edificación, mecánica, electricidad, instrumentación, automatización y control, seguridad y salud (Riesgos biológicos, zonas ATEX, espacios confinados, alta tensión, baja tensión, etc.), medioambiente (tratamiento de olores, tratamiento de ruidos, calidad de las masas de agua, etc.), economía, etc.

Esto se traduce en que la curva de aprendizaje, para un profesional que quiera dedicarse al CIA, presenta una pendiente de crecimiento baja con la necesidad de invertir muchos años para alcanzar cierto nivel competencial en la materia.

Para poder realizar una gestión eficaz del CIA es necesario disponer de un organigrama con técnicos competentes en las diferentes materias y esto solo es posible con un volumen de producción mínimo, de tal forma que la repercusión de la masa salarial en cada metro cúbico facturado sea razonablemente asumible.

Es difícil establecer cuál es el tamaño mínimo de la población para que la gestión pública propia sea sostenible económicamente

Es obvio que este volumen es un límite para que la gestión pública de un CIA pueda ser asumida, de forma individual, por ciertos núcleos que no dispongan de una tamaño de población mínimo, pero existen numerosas figuras administrativas (consorcios, mancomunidades, consejos comarcales, diputaciones, etc.) que permiten soslayar esta situación.

Un ayuntamiento pequeño tiene dos opciones a la hora de definir cuál es el modelo que quiere para gestionar su CIA: Mancomunarse o recurrir a la gestión privada.

Es difícil establecer cuál es el tamaño mínimo de la población para que la gestión pública propia sea sostenible económicamente, por eso debe de haber un precio único del agua para todo el territorio nacional con administraciones públicas superiores (comunidades o nacionales) que equilibren los costes.

Los costes de los servicios del CIA son independientes del tipo de gestión que se realice (pública o privada) puesto mientras esta última es cierto que tiene unos costes de operación y mantenimiento (O&M) menores, la necesidad, por parte de la propiedad, de mantener un control técnico y económico de la gestión implica unos costes adicionales que equilibran lo igualan a los costes de la gestión pública.

Por el contrario, la gestión pública, garantiza una mejor conservación del patrimonio y de los recursos a cambio de unos costes de O&M mayores que los de la gestión privada, además de un retorno tangible a la sociedad un valor en forma de puestos de trabajo, mientras que la gestión privada lo hace a través de los impuestos sobre beneficios.

Es decir, la discusión sobre la gestión pública o privada no debe de centrarse sobre el mayor o menor precio del servicio, ya que, si se hace de forma correcta, los costes, y por consiguiente, el precio, es similar en ambos caos. La decisión es un tema de creencia de la sociedad que expresa su opinión a través de sus representantes políticos, siendo estos los encargados de plasmarlas en sus programas políticos.

La discusión sobre la gestión pública o privada no debe de centrarse sobre el mayor o menor precio del servicio

Insisto sobre la necesidad de que el precio del servicio cubra, como mínimo, los costes operacionales ya que, en caso contrario, ni la gestión pública ni la privada serán de calidad.

Se engañan aquellas administraciones que, conociendo sus costes operacionales, pretenden que las empresas privadas los realicen a un precio menor, pues esta situación ha llevado a deterioros de las instalaciones que han requerido unas inversiones a medio plazo superiores a los ahorros generados por una visión cicatera a corto plazo.

Es importante señalar que tanto las empresas públicas como las privadas deben de tener un capital humano capacitado y unos procedimientos de trabajo que permitan la transmisión del conocimiento en su organización.

Desgraciadamente, se constata que, cuanto mayor es el tamaño y más experiencia acumulan, las empresas son propensas a una rigidez institucional que las resta versatilidad y capacidad de crecer.

Así como para contrastar la buena saludad administrativa de una empresa se realizan auditorias económicas creo que es imprescindible que todas las compañías tecnológicas del CIA se sometan, periódicamente, a auditorías externas por personal cualificado para garantizar la mejora continua.

Entiendo que hay un campo de trabajo muy importante para los profesionales competentes en este campo que puede reportar un beneficio mutuo tanto a las empresas como a los servicios del CIA.