El lago Ongeim'l Tketau, más conocido como el "lago de las Medusas", se encuentra en las islas Palaos y es una de las atracciones que más visitantes reúne en Oceanía.
Este lago tiene alrededor de 400 metros de largo y 30 metros de profundidad, y debe su nombre a las medusas doradas que lo habitan, que entraron hace muchos años por un pequeño "túnel" que conectaba el lago con el mar
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Las "Mastigias papua etpisoni", como se nombra técnicamente a esta especie, son una subespecie única que solo se encuentra en este lugar del mundo y son completamente inofensivas. Su aguijón es tan pequeño que su picadura es casi imperceptible.
En 2005, el lago alcanzó el máximo histórico de población de medusas, unos 30 millones, pero la sequía y el cambio climático fueron mermando el número de medusas, hasta llegar a desaparecer casi en 2016.
Pero su desaparición no fue solo cosa del cambio climático, ya que según un estudio, realizado por el Gobierno de Palaos, en las aguas del lago se habían registrado altas concentraciones de compuestos de cremas solares, que dañan irreversiblemente el ecosistema.
Ahora, después de dos años cerrado, el lago ha vuelto a abrir sus puertas a los visitantes, no sin antes alertar de una serie de requisitos que han de cumplir los visitantes para bañarse en el lago, como proteger la biodiversidad, no llevarse ningún recuerdo acuático y no usar protector solar.
Sin embargo, el submarinismo está prohibido, ya que más abajo de los 14 metros de profundidad, el lago no tiene vida y es peligroso para la vida del ser humano.
Y tú, ¿te atreverías a bucear entre medusas?
