La Unión Europea busca inspiración en el modelo de gestión del agua español para solucionar los problemas de escasez de agua que afectan a los países de Asia Central.
Peter Burian, representante de la Unión Europea para esta parte del mundo viajó hace unos días a nuestro país para conocer de primera mano las fórmulas que se están aplicando en España para gestionar el agua, un recurso limitado y escaso en buena parte del territorio.
Desde mediados de los años 90, el mar Aral ha desaparecido
prácticamente
No es el primer encuentro en el que se aborda este problema, ya durante 2014 y 2013 representantes del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente colaboraron el Ministerio de Asuntos Exteriores para dar a conocer la fortaleza del sector del agua en España, e incluso el pasado año el Ministerio de Medio Ambiente envío a un representante a la Conferencia en la que se abordaron los proyectos regionales en el mar de Aral.
El consumo de agua en Asia Central, en los países de Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán, muy alto en comparación con otros países de su entorno debido en gran parte a la utilización de sistemas de riego poco eficientes, está ocasionado graves problemas medioambientales en esta zona.
Las excesivas derivaciones para riego de los ríos Si Daria y Amu Daria desde mediados del siglo XX han provocado una bajada de más de 20 metros del nivel del mar Aral que ha supuesto la pérdida de un 80% de su volumen.
La UE busca inspiración en el modelo de gestión del agua español para solucionar los problemas de escasez de agua que afectan a los países de Asia Central
El problema es tan grave como para que desde mediados de los años 90 el mar Aral haya prácticamente desaparecido, provocando un drástico deterioro de la calidad del agua y la salud humana, la desertización a gran escala, el aumento de la salinidad del suelo, la disminución de la diversidad biológica y el aumento de los efectos climáticos adversos.
La solución a adoptar no es sencilla ya que además deberá compatibilizar los intereses contrapuestos de Kirguistán y Tayikistán, que apuestan por ampliar la capacidad de embalse y por la producción hidroeléctrica y los de Kazajistán, Turkmenistán y Uzbekistán preocupados principalmente por mantener la agricultura de regadío, especialmente el algodón.
La experiencia española, un modelo de éxito tanto en la gestión de la escasez como en la gestión de cuencas transfronterizas, es una opción muy válida y fácilmente exportable a otros países con características similares. Una gestión que también está sirviendo de modelo a países del mediterráneo basado en la gestión por cuencas que tiene como objetivos prioritarios garantizar el abastecimiento de agua en cantidad y calidad y la protección de los ríos y de sus ecosistemas asociados.