El presidente de EEUU, Donald J. Trump, además de intercambiar misivas poco amistosas con LRM (Little Rocket Man), ha proclamado (click aquí) el mes de noviembre de 2017 como Mes de la Seguridad de las Infraestructuras Críticas y la Resiliencia.
En el Acta de Proclamación, el presidente hace referencia a salvaguardar la infraestructura de la nación, recordando la necesidad de infraestructuras seguras, de confianza y resilientes.
Los recientes desastres naturales padecidos por Estados Unidos (huracanes, inundaciones, incendios, etc.) además del constante riesgo de atentado terrorista, han llevado a la proclamación del mes, como recordatorio de la necesidad de incrementar las capacidades de las próximas generaciones en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas para afrontar las amenazas, conocidas o desconocidas, en el futuro.
Aprovechando este acontecimiento trataremos de hacer algunas reflexiones sobre la protección de infraestructuras críticas de abastecimiento, poniendo énfasis en noticias reales de vulneración, casos reales de implantación de sistemas de monitorización de la contaminación, tecnologías disponibles para la protección de infraestructuras de agua, algoritmos aplicables, estrategias a seguir en la protección de infraestructuras, etc.
En primer lugar, querría trasladar en este artículo, el riesgo real referido a una infraestructura de agua. Como veremos en posteriores artículos, en la inmensa mayoría de los casos, la amenaza potencial no se cierne sobre grandes y singulares infraestructuras (presas, plantas de tratamiento…). El retorcido cerebro de una persona que pretende vulnerar una red de abastecimiento, no plantea en primer lugar secuestrar aviones militares cargados con misiles que puedan demoler una presa, tampoco se plantea verter varias decenas de camiones cargados de reactivos en un embalse con la oscura pretensión de alcanzar una parte por millón de concentración de una sustancia. Las amenazas reales con mayor probabilidad de ocurrencia sobrevuelan a las pequeñas infraestructuras, tales como depósitos de pequeñas poblaciones o sectores concretos de una red de abastecimiento ya que el efecto conseguido, a nivel de propaganda, será el mismo afectando a una pequeña parte de la población.
El elemento más vulnerable de una red de abastecimiento es la confianza de la población en el sistema de suministro
Llegando incluso al extremo, se podrían plantear un atentado “virtual”, simulando la contaminación intencionada de un sistema y amenazando directamente a una ciudad. El efecto inmediato sería la paralización del consumo de agua en dicha ciudad, el suministro mediante camiones cuba durante una semana (eso siendo optimistas) y el foco de la prensa internacional con la consiguiente propaganda que buscan.
De esta forma habrían atacado al elemento más vulnerable de un sistema de abastecimiento de agua potable. ¿Se trata de las presas, las grandes conducciones, las plantas de tratamiento, los depósitos de cabecera…?. No, el elemento más vulnerable de una red de abastecimiento es la confianza de la población en el sistema de suministro.
La confianza de la población se trata de un intangible de enorme fragilidad, se puede perder rápidamente y cuesta mucho tiempo y esfuerzo recuperarla, tanto es así que, después de un evento de vulneración, puede quedar “maltrecha” de forma permanente para el futuro. Hagamos la siguiente reflexión: si un individuo simula una amenaza a mi ciudad, asegurando que ha vertido una determinada sustancia, ¿utilizaré el agua de la red para cocinar o para bañar a mis hijos? ¿Cuánto esfuerzo costará al gestor del sistema convencerme de que vuelva a hacerlo?.
Afortunadamente la sociedad cuenta con una ayuda tecnológica cada día más poderosa que nos permite afrontar estas amenazas de manera más firme.
Espero, junto con mi compañero Benito Reig, que publicará alguno de los artículos en los próximos días y semanas, poder contribuir a una reflexión colectiva que cristalice en una exitosa protección de nuestras infraestructuras.
En nombre del presidente Donald J. Trump, ¡buen Mes de la Seguridad de las Infraestructuras Críticas y la Resiliencia!.