La delegación republicana pide un plan para captar el agua de El Niño
El diario Los Angeles Times recoge la petición de los miembros de la delegación republicana de California en el Congreso de los Estados Unidos para que el gobierno del estado elabore un plan que permita recoger el diluvio de agua de lluvia que podría registrarse durante la llegada de El Niño, el próximo invierno.
Catorce legisladores han enviado una carta al Presidente Obama y al Gobernador Jerry Brown, pidiéndole detalles concretos sobre las formas en que las agencias federales y estatales tienen previsto capturar, guardar y transportar estas aguas. Según estos legisladores, el gobernador se ha opuesto a aprobar un plan aprobado por el Congreso, mientras que el Senado no ha propuesto ninguno.
Los legisladores republicanos reclaman que el gobernador ofrezca soluciones. “Si finalmente llueve este invierno y dejamos que el agua discurra hasta el océano otra vez, como hicimos hace tres años, todo el estado se quedará sin agua. El Gobernador tiene la responsabilidad de clarificar qué plan tiene para esta ocasión”.
Los miembros de la delegación republicana de California en el Congreso de EEUU piden al gobierno del estado elabore un plan que permita recoger el diluvio de agua de lluvia que podría registrarse durante la llegada de El Niño
La carta de la delegación pregunta en concreto sobre los planes que las agencias federales y estatales tienen previstas para capturar las precipitaciones de El Niño, o el calendario previsto para desarrollar ese plan si es que no existe ninguno. Preguntan igualmente si las agencias levantaran las restricciones que han limitado los trasvases de agua desde el norte al Valle Central y el sur del estado.
La portavoz de la Agencia de Recursos Naturales del estado manifestó que la agencia está actualizando su plan estratégico para responder ante las posibles grandes aportaciones de agua del próximo invierno. “Si se producen unas precipitaciones como las de los años 1982-83 o 1997, será la capacidad de los proyectos federales y estatales, y no las reglamentaciones de calidad del agua o ambientales, las que previsiblemente limitarán la capacidad del estado para almacenar esa agua”.
El portavoz del Departamento de Recursos Hídricos manifestó que corresponde al gobierno federal el eximir la aplicación de ciertas normativas durante la sequía, en particular las relativas a la transferencia de agua desde el delta del Sacramento-San Joaquín. “Rebajar esas protecciones ambientales (y) reglamentaciones es un tema en discusión. No nos corresponde a nosotros. Es una decisión política”.
Los arrastres de tierra: un anticipo de lo que podría causar El Niño
El diario Los Angeles Times recoge unas fotografías impactantes sobre los efectos de la fuerte tormenta de lluvia que azotó la zona del desierto y las montañas del sur de California a mitad del pasado mes de octubre, y cuya intensidad alcanzó cifras record.
Las intensas lluvias enviaron ingentes cantidades de barro hasta las autopistas, arrastrando los coches y empujándolos unos contra otros. Centenares de coches quedaron atrapados en el barro hasta una profundidad de 6 metros. En algunos casos, los motoristas quedaron aislados durante la noche. Las tormentas de octubre no son algo novedoso en esa parte alta del desierto.
No obstante, los expertos indican que este diluvio es simplemente una de las últimas consecuencias de las temperaturas record que se están registrando en el océano Pacífico. Según los meteorólogos, la temperatura tan cálida del océano – unos 24 ºC, hasta 2,8 ºC superiores a lo normal – produjo una mayor evaporación y unos mayores niveles de humedad. El sistema de bajas presiones se unió a la elevada humedad para desencadenar una intensa tormenta y unas lluvias torrenciales. Esta tormenta no guarda relación con El Niño, el fenómeno meteorológico que los expertos señalan como posible causa de fuertes lluvias durante el próximo invierno.
En opinión de los meteorólogos, “estas tormentas son un anticipo de lo que ha de venir”. Dos Senadoras estatales enviaron una carta a diversas agencias federales para pedirles información relativa a las medidas adoptadas para prepararse ante las inundaciones y los deslizamientos de tierras. “Considerando los cuatro años de sequía histórica, un período de incendios devastadores y la posibilidad de que un intenso episodio de El Niño aporte intensas lluvias, el riesgo de inundaciones es peligrosamente elevado”. “Estos acontecimientos muestran el potencial de futuros desastres”.