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La regeneración y la reutilización son estrategias básicas de la gestión integrada de los recursos

Sobre el blog

Rafael Mujeriego Sahuquillo
Catedrático (jubilado) de Ingeniería Ambiental de la UPC y presidente de la Asociación Española de Reutilización Sostenible del Agua (ASERSA).

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Entrevista a Rafael Mujeriego, Socio de Honor de AQUA ESPAÑA y Presidente de ASERSA

eBoletín Trimestral de Aqua España 2/2015

“Deberíamos incluir la regeneración y la reutilización como estrategias básicas de la gestión integrada de los recursos hídricos”

Entrevistamos a Rafael Mujeriego, Socio de Honor de AQUA ESPAÑA y experto reconocido internacionalmente en regeneración y reutilización, para que nos hable de las cuestiones clave en esta materia cada vez más importante en la gestión integral del ciclo del agua en zonas como España.

P.- Usted es Presidente de la Asociación Española de Reutilización Sostenible del Agua (ASERSA), y un experto reconocido internacionalmente en esta materia. En los foros técnicos del Sector se habla mucho de la necesidad de reutilizar el agua pero los proyectos para ello parece que son menos de los esperados y de menor alcance de lo deseado. ¿Cuál es la situación, en términos tecnológicos, normativos y de sensibilización de la reutilización de agua en España?

R.- Cuando en 1985 nos planteamos, de manos del Consorci Costa Brava, la implantación de la reutilización del agua en España, pensamos que para conseguirlo sería suficiente con dominar sus aspectos técnicos y normativos y que la oferta de ese nuevo recurso, ese recurso no convencional, bastaría para propiciar su desarrollo. La experiencia pronto nos enseñó que esas facetas eran importantes, pero que la reutilización comportaba numerosas otras dimensiones que eran tanto o más determinantes que aquellas para su desarrollo y éxito, conformando lo que se denomina una política de gestión integrada de los recursos. Treinta años más tarde, disponemos de proyectos de reutilización emblemáticos para la práctica totalidad de usos del agua regenerada, a excepción de la reutilización potable directa, y gozamos de una amplia aceptación del público para los usos más convencionales, como el riego agrícola y de jardinería y otros más especializados como la limpieza urbana y el suministro industrial. No obstante, la abundancia de recursos convencionales (estamos celebrando el sexto año consecutivo de lluvias) y las limitaciones presupuestarias de las administraciones a causa de la crisis económica han hecho que muchos de esos proyectos estén en hibernación, evidenciando su falta de integración en una política de gestión integrada de los recursos.

P.- Como experto en la materia y con amplia trayectoria en este ámbito, ¿cuál es la meta donde deberíamos llegar en reutilización de las aguas?

Es esencial que la regeneración y la reutilización del agua pasen a formar parte de la gestión integrada de los recursos hídricos que impulsan las instituciones estatales y autonómicas, con lo que ello comporta de establecimiento de un marco de planificación, de una reglamentación de los derechos al agua regenerada, de la fijación tanto de los medios técnicos para regenerar el agua como de las normas de vigilancia y seguimiento de la calidad del agua regenerada para sus posibles usos, y de la definición del marco económico y financiero con el que potenciar su desarrollo. Disponemos de buenos ejemplos de casi todos esos elementos, pero hemos de conseguir una armonización de todos ellos y sobre todo su adaptación al progreso científico, técnico y socioeconómico que nos permitan optimizar su alcance y su eficiencia, de forma progresiva y continuada. La experiencia de treinta años de reutilización en todas esas facetas nos debe permitir una actualización de la normativa aplicable, de forma pro-activa y anticipatoria a la que la Unión Europea pueda promulgar en un futuro, optando por unos niveles de calidad que se beneficien de la “marca de calidad” del agua de consumo humano y reduciendo así al mínimo la vulnerabilidad de los posibles usos del agua regenerada ante acusaciones infundadas. Por otra parte, el apoyo decidido de nuestras administraciones, a nivel nacional e internacional, junto con una comunicación pro-activa por parte de los usuarios habrían de asegurar una percepción social favorable de estas formas de gestión de los recursos, disipando los falsos rumores y protegiendo a los usuarios de ataques infundados sobre la calidad de sus prácticas.

P.- ¿Cree que lograremos esta meta? Y en caso afirmativo, ¿en qué fecha aproximada calcula que sería?

La experiencia internacional indica que el éxito de la reutilización viene determinada por “la necesidad y la oportunidad” del uso de agua regenerada en cada lugar y momento histórico concretos. La percepción social mayoritaria hace que las fuentes convencionales (ríos y acuíferos) sean consideradas como las preferidas, en razón de su supuesta gran calidad, aunque es cada vez más frecuente que el agua regenerada producida en nuestras estaciones tenga una calidad igual o superior a las de las fuentes superficiales y subterráneas de zonas semi-áridas, como las mediterráneas españolas. Sin embargo, el régimen económico y financiero que aplicamos a los recursos convencionales, con un escaso nivel de recuperación de costes por parte de las administraciones y una consideración muy limitada de sus costes ambientales, hace que el agua regenerada aparezca como una opción más cara que las fuentes convencionales. No obstante, conviene recordar que el agua más cara es la que no se puede conseguir, como bien pudimos constatar durante el trasvase, aunque de escasa duración, de agua de abastecimiento a Barcelona mediante barcos en el mes de mayo de 2008. Los enormes retos que están afectando a los ciudadanos de California, en su cuarto año de sequía ininterrumpida, nos deberían motivar para planificar e implantar soluciones efectivas con las que afrontar una situación similar, que ya nos ha afectado en el pasado e inevitablemente nos afectará en el futuro. Son por tanto las necesidades de agua, el sistema de planificación y el marco reglamentario los que determinarán las metas de la implantación de la reutilización del agua.

P.- ¿Cuál es la situación de España en reutilización en el panorama internacional?

España ocupa un lugar destacado a nivel internacional a todos los niveles, tanto por disponer de normativa en este campo como por la operación de numerosos proyectos de realización de agua para los más diversos usos. El año 1985 marcó un hito en la percepción de la reutilización como estrategia imprescindible para la gestión de los recursos en el Consorci Cosa Brava y en 1994 se inauguró en Vitoria-Gasteiz la primera planta europea de regeneración de agua para usos agrícolas según las normas californianas de la época, con la colaboración económica de la Diputación de Álava. En 2009, el Consorci Costa Brava disponía de instalaciones capaces de conseguir la regeneración y la reutilización de un 20% de sus efluentes depurados, mientras que el Área Metropolitana de Barcelona operaba la mayor instalación europea de regeneración básica de agua con capacidad para producir hasta 260.000 m3/d, junto con otra más modesta, de 15.000 m3/d, para la regeneración avanzada de agua con la que alimentar la barrera contra la intrusión salina del acuífero potable del Baix Llobregat. La entrada en funcionamiento en 2012 de la planta de regeneración avanzada de agua del Camp de Tarragona, con capacidad para producir 19.000 m3/d (capacidad futura de 55.000 m3/d) de agua de gran calidad para usos industriales, entre ellos alimentación de torres de refrigeración y agua de proceso, ha marcado un nuevo hito del desarrollo de la reutilización en España, similar al existente en West Basin Municipal Water District de California, líder mundial en este campo. Existen numerosos proyectos de reutilización de agua en la geografía española, que la propia ASERSA trata de documentar y divulgar como forma de realzar su relevancia nacional e internacional.

P.- A su entender, ¿cuáles son las principales barreras y cuáles las palancas con más potencial para el fomento de la reutilización del agua en España?

El agua regenerada tiene numerosos atractivos, especialmente en un contexto de aumento incesante de la población, de su concentración en zonas urbanas y costeras particularmente, de nuevas demandas de agua para todo tipo de usos y de la incertidumbre climatológica que anticipan los modelos sobre cambio climático. Esa incertidumbre nos afecta especialmente en cuanto que nuestra latitud nos hace vulnerables a los episodios de fenómenos meteorológicos extremos, como las lluvias más irregulares y extremas y las sequías más frecuentes y prolongadas. En ese contexto, la reutilización siempre ofrece una mejor gestión de los recursos disponibles; además, en el caso de las zonas costeras, en donde los efluentes depurados se suelen verter al mar, la regeneración y la reutilización de esos efluentes ofrecen un nuevo recurso, un recurso adicional, que goza de una gran fiabilidad (superior a la de los cursos naturales de agua) y una ubicación y acceso próximos, potenciando la autosuficiencia de los recursos y evitando la dependencia de trasvases desde otras cuencas. Por otra parte, entre las exigencias principales de esta nueva estrategia de gestión figura la implantación de unos sistemas de producción y de control del agua regenerada, la instalación de posibles sistemas de distribución de esa misma agua y sin duda la definición de los medios económicos y financieros necesarios para hacer viables esas nuevas infraestructuras. La escasa recuperación de costes de las fuentes convencionales de agua y la frecuente externalización de costes que las afectan hacen que las propuestas de regeneración aparezcan con frecuencia como opciones más costosas que aquellas. Precisamente por eso, solo cuando las fuentes convencionales son insuficientes o carecen de fiabilidad, la opción de regenerar y reutilizar agua aparece como viable. Tanto la experiencia internacional como la nuestra propia indican que ante la necesidad de agua, el agua regenerada aparece como una solución viable desde el punto de vista de su calidad, su cantidad y su coste.

P.- ¿Qué medidas deberían implementarse en España para lograr los objetivos deseados en reutilización?

La inclusión de la regeneración y la reutilización como estrategias básicas de la gestión integrada de los recursos es sin duda el reto fundamental. Más en concreto, la planificación de las soluciones técnicas, la consecución de unos niveles de calidad irreprochables, la transparencia de su explotación y la valoración de sus exigencias económicas y financieras han de ser determinantes para el éxito y la consolidación del uso del agua regenerada en España. Los recientes cambios de estrategia en la explotación de las instalaciones, a medida que las condiciones meteorológicas cambian harán conveniente plantearse esas posibles alternativas en el momento de la planificación. Se cuestiona cada vez más la condición de “parada técnica” de instalaciones que han requerido grandes inversiones, por el simple hecho de que es más económico recurrir a las fuentes convencionales una vez que éstas han recuperado sus niveles tradicionales, debido al retorno de las lluvias. Es cada vez más cuestionada la interpretación de “instalaciones de reserva” o de “seguros de suministro”, cuando por otra parte las fuentes convencionales (ríos y acuíferos) vuelven a ser explotadas a niveles poco compatibles con su calidad ambiental, que convendría respetar y mejorar, aunque con frecuencia ello sea más económico. Una consideración adecuada de sus externalidades y sus costes ambientales cambiarían sin duda esa valoración tan simplificada y tradicional.

P.- La tecnología y el know-how existen y están contrastados, y los referentes normativos son claros y con recorrido suficiente. Tal vez el principal obstáculo sea la sensibilización social; especialmente en el ámbito agrícola. Con su experiencia, ¿qué propone en este ámbito para que esta barrera pueda ser palanca de avance en la reutilización?

Los últimos treinta años han registrado un desarrollo espectacular en estudios y valoraciones de los medios técnicos para regenerar el agua, de la calidad del agua deseable para los diversos usos y de los riesgos que comporta su reutilización para esos usos. Desde el estudio de Monterey en 1985, patrocinado por las instituciones públicas californianas, hasta las valoraciones más recientes de la WateReuse Foundation norteamericana y el seguimiento del proceso de regeneración avanzado de Orange County Water District, se dispone de información suficiente para valorar los medios técnicos y el riesgo implícito de usar los diversos niveles de calidad del agua. Numerosos centros de investigación españoles están realizando estudios experimentales sobre el contenido de nuevos contaminantes en el agua regenerada y su evolución durante sus diversos usos, desde su contacto a través del agua utilizada para usos ornamentales hasta su asimilación por las plantas y los productos vegetales y animales que consumimos. Cabe señalar que el agua regenerada es solo una de las vías de difusión de esas sustancias, que han alcanzado una difusión global como resultado de nuestras formas de uso de productos químicos tanto para uso personal como farmacéutico, agrícola e industrial. Ante toda esa información, necesariamente incompleta y en constante evolución, la percepción pública de la calidad del agua y la confianza en las entidades responsables de su producción y distribución constituyen los principales retos para su aceptación en los más diversos usos, desde los más convencionales hasta los más exigentes. Para conseguir esa aceptación, la estrategia que mayor éxito ha alcanzado en California y también en muchos de los proyectos españoles ha sido la de atender y apoyar a los usuarios “convencidos” y dejar que sean los indecisos quienes se convenzan por sí mismos, ante la situación favorable que alcanzan sus colegas, especialmente cuando los recursos convencionales escasean.

P.- Como sabe, para impulsar cambios en este ámbito, las asociaciones empresariales y profesionales del sector son esenciales. Usted que tiene una dilatada experiencia en el ámbito asociativo con ASERSA, pero también como Socio de Honor de AQUA ESPAÑA entre otras e incluso en el extranjero, ¿cómo ve la actividad de AQUA ESPAÑA en el Sector y qué papel cree que debería tener en el impulso de la reutilización del agua en España?

El desarrollo y la promoción de técnicas y procesos de regeneración del agua han de ser uno de los objetivos principales de nuestras asociaciones. Pero conviene recordar el aforismo de nuestros colegas californianos de que “la excelencia técnica no es garantía de éxito”, queriendo con ello decir que la excelencia técnica es necesaria, pero ha de venir necesariamente complementada con otras facetas como la planificación del proyecto, el seguimiento de las instalaciones, la estructura económica y financiera del proyecto y sobre todo la transparencia y la divulgación de sus logros entre los usuarios y todos los afectados por su explotación. Una iniciativa digna de consideración para nuestras asociaciones sería sin duda la elaboración de unas fichas técnicas normalizadas (2 páginas) en las que se describiera los aspectos esenciales de cada proyecto, desde el marco administrativo, pasando por las facetas técnicas y terminando con las características operativas y la relación con los usuarios. Un compendio actualizado, e incluso interactivo en las páginas web de las asociaciones, de estas fichas ofrecería una imagen muy convincente de la vitalidad del sector para aportar soluciones efectivas al reto que plantea la gestión de los recursos. No solo estaríamos documentando los logros conseguidos por nuestros usuarios, sino que ofreceríamos el “saber hacer” y la experiencia disponibles ante potenciales clientes tanto nacionales como internacionales. Otra tarea común entre las asociaciones norteamericanas es la promoción de estudios e informes sobre temas prioritarios, entre los que figuran las propuestas consensuadas de posibles adaptaciones de la normativa existente, siempre con el objetivo último de ofrecer un servicio de calidad que ofrezca la mayor confianza posible tanto a los usuarios de nuestros productos de exportación como a los usuarios del agua en nuestro territorio, sean nacionales o extranjeros. Sabemos hacer agua regenerada que ofrezca una protección ambiental y sanitaria equivalente a la del agua de consumo humano, y sabemos lo que ello puede costar para los diversos usos, desde el riego agrícola hasta la reutilización potable. Es cuestión de facilitar la iniciativa a los “convencidos”, y en definitiva también “necesitados”, para que alcancen la excelencia que una sociedad como la nuestra y un ámbito como el europeo requiere, respeta y sabe valorar.