La EPA ha informado que los hechos ocurrieron cuando se estaban realizando tareas de trabajo con maquinaria pesada para asegurar esta mina abandonada, provocando la rotura de la balsa de residuos de la explotación y tiñendo los cursos fluviales de la zona de un tono amarillo-anaranjado, razón por la que las autoridades han clausurado diversos puntos de suministro y advertido a las poblaciones de que eviten en contacto con la zona afectada prohibiendo actividades como el kayak, la natación y la pesca.
Tanto el Cemento Creek como el Ánimas alimentan el río San Juan -afluente del Colorado- en los estados de Nuevo México y Utah, un hábitat protegido con varias especies de peces y aves en peligro de extinción como el matalote jorobado y la carpa gigante, que podrían verse afectadas por la exposición a los desechos mineros asociados al vertido como el selenio y el mercurio.
El Centro para la Diversidad Biológica (CBD), organización no gubernamental con más de 900.000 socios en Estados Unidos, ha anunciado que buscará en los registros de la agencia federal y fiscalizará las acciones de la EPA en relación con la Ley de Especies en Peligro y sus posibles impactos dentro de sus programas de recuperación de sitios mineros.