La rotura de la balsa minera gestionada por la empresa Bolidén-Apirsa provocó en 1998 el mayor desastre ecológico de la historia de Doñana, vertiendo ocho hectómetros cúbicos de aguas ácidas y metales pesados al río Guadiamar. Ahora, la Junta de Andalucía ha dado permiso a la agrupación empresarial México-Minorbis para reabrir la mina de Aznalcóllar en un procedimiento donde las exigencias y prevenciones ambientales no han sido tenidas en cuenta con la importancia que debieran.
La Administración andaluza asegura que se ha buscado la “máxima seguridad y sostenibilidad económica, social y medioambiental” para adjudicar el permiso, pero en realidad los criterios de valoración para permitir la reapertura de la mina han pasado muy por encima de la prevención ambiental.
El aprovechamiento de los recursos mineros tiene peajes ambientales y entraña riesgos para la sostenibilidad del patrimonio natural y la económica
Sólo un 30% de la puntuación total para conceder la adjudicación era la referida al valor de las propuestas y medidas ambientales que hacía la empresa. Además, no había una puntuación mínima establecida, o nota de corte que permitiera desechar propuestas que tuvieran un deficiente enfoque ambiental.
“Se ha dejado la puerta abierta para que empresas con gran solvencia técnica y escaso compromiso ambiental se hicieran con la adjudicación”, afirma José Eugenio Gutiérrez, delegado de SEO/BirdLife en Andalucía. Un ejemplo de ello es que sólo se valoraba con una puntuación de 10 puntos sobre los 100 totales las “actuaciones medioambientales relevantes” que las empresas aspirantes pudieran hacer. “Tratándose de un espacio tan sensible, era de esperar que la Junta de Andalucía hubiera pedido la máxima excelencia e innovación ambiental a las empresas aspirantes, pero al valorar este aspecto sólo con 10 puntos sobre 100 el mensaje que se envía es que tampoco es tan importante”, añade José Eugenio Gutiérrez.
Para SEO/BirdLife no tiene sentido poner en marcha una ordenación territorial que financia planes de desarrollo sostenible en los municipios del entorno de Doñana y, al mismo tiempo, que se sigan incrementando las amenazas sobre las principales cuencas que vierten sus aguas al espacio protegido. Los pasos dados en el pasado hacia la reconversión del sector productivo de Aznalcóllar quedan ahora en el olvido, al tiempo que, una vez más, se vende la reapertura de la mina como un modelo de desarrollo sostenible y la mejor solución para crear puestos de trabajo.
Hay que recordar siempre que el aprovechamiento de los recursos mineros tiene peajes ambientales y entraña riesgos para la sostenibilidad del patrimonio natural y también para la sostenibilidad económica. “En estos términos debería haber planteado el Gobierno andaluz la reapertura de Aznalcóllar y haber abierto un debate a la ciudadanía que no ha tenido lugar”, afirma José Eugenio Gutiérrez. “Como mínimo, una vez tomada la decisión, debería haber iniciado el proceso de adjudicación asegurando las máximas garantías de seguridad y el mínimo impacto ambiental”, añade el delegado de SEO/BirdLife en Andalucía.
Se ha dejado la puerta abierta para que empresas con gran solvencia técnica y escaso compromiso ambiental se hicieran con la adjudicación
Visita de UNESCO, UICN y Ramsar
SEO/BirdLife ya informó en el mes de enero a los miembros de la misión internacional del Convenio Ramsar, de la UNESCO y de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza sobre su preocupación por el impacto que tendría sobre Doñana la reapertura de las minas de Aznalcóllar. Carlos Davila, técnico de SEO/BirdLife en Doñana, afirma: “Parece que la Junta ha olvidado que Doñana estuvo a punto de desaparecer bajo una capa de lodo tóxico a pesar de que la balsa que se rompió había sido revisada y no suponía ninguna amenaza ambiental. Parece ser que se ha pasado por alto que Aznalcóllar sigue estando en la cabecera del principal afluente de Doñana, un espacio emblemático para el patrimonio natural andaluz”.
SEO/BirdLife entiende las necesidades de creación de empleo en Aznalcóllar. Pero eso debería solucionarse de un modo más seguro y sostenible a partir de una atención preferente en planes de inversión, formación, reconversión y creación de empleo.
