Desde pequeño siempre me ha fascinado la historia antigua y me maravillaba pensar en la existencia de las siete maravillas del mundo, como un ejemplo de la humanidad a desafiar las leyes de la ciencia y construir edificios al verlos te dejan sin habla como las pirámides de Guiza. La lista se ha modernizado en los últimos años, debido, sobre todo, a que muchas de estas maravillas ya no existen y que a lo largo de varios siglos se han creado nuevas infraestructuras. Ya que es importante adecuar el listado a los nuevos tiempos, también sería interesante hacer una lista con las maravillas del ciclo integral del agua. Empezamos.
1. La presa de las tres gargantas en China. Es la presa más grande del mundo, con 192 metros de altura y con capacidad para almacenar 39.300 hm3, casi 60 veces más que la capacidad total de los embalses de las cuencas internas de Cataluña. Dispone de una potencia de 24.000 MW para generar electricidad. Su construcción finalizó en 2006 después de 17 años de obras. Sin embargo, no es un proyecto exento de polémica. Su construcción dejó bajo el agua cerca de 20 ciudades y 320 pueblos, provocando el desplazamiento de 2 millones de personas. Además, esta gran infraestructura está afectando el entorno medioambiental del río Yangtsé.
China destaca por tener la presa y el trasvase más grandes del mundo, actuaciones que están a las antípodas de la Directiva marco del agua que nos rige en Europa
2. La desalinizadora de Ras Al-Khair, en Arabia Saudí, Esta planta, desde abril de 2014, produce 1 hm3 al día para satisfacer las diferentes demandas de abastecimiento de agua de 3,5 millones de personas. El coste de esta obra ha sido de unos 7.000 millones de dólares. La desalinización es una solución básica en países áridos y con escasos recursos hídricos.
La segunda planta de este tipo más grande del mundo es la desalinizadora de Sorek, en Israel. Esta planta, construida en 2013 unos 15 kilómetros al sur de la capital Tel Aviv, tiene una capacidad para producir 624.000 m3/día. Las obras tuvieron una duración de dos años y supusieron una inversión de 400 millones de dólares.
Los países áridos, como Arabia Saudí o Israel, deben recurrir a nuevas tecnologías como la desalinización para garantizar las demandas, aunque el coste energético sea muy elevado
3. Depuradora de Atotonilco (México). Acciona está llevando a cabo la construcción de esta depuradora, que una vez entre en servicio será la más grande del mundo, depurando las aguas residuales de una zona de 18 millones de habitantes. Tendrá una capacidad de tratamiento de 35 m3/s.
Hasta que la planta mexicana entre en servicio, el primer lugar es aún para la depuradora de Stickney Water en Chicago, con una capacidad de tratamiento de 5,5 hm3. Se encarga de sanear las aguas residuales de la capital de Illinois y de 46 zonas de esta conurbación (2,3 millones de personas). Destaca que es una planta con muchos años de vida, ya que entró en servicio a mediados de 1930.
4. La potabilizadora de Guandu, Brasil, tiene capacidad para producir un máximo de 48.000 l/s. Abastece a Rio de Janeiro y otros 7 municipios de la zona. Se la considera la potabilizadora de agua más grande del mundo.
5. El mayor trasvase de agua del mundo: Es el trasvase sur-norte de China. Este país, que ya encabeza este post con la construcción de la presa más grande del mundo, también está en lo más alto en relación con el trasvase de agua más largo del mundo. Mediante una conducción de 5.600 kilómetros, se podrán aportar 45.000 millones de m3 procedentes del río Yangtsé para abastecer ciudades como Pekín y Tianjin. La obra está proyectada en tres rutas (inaugurada la primera) con una inversión de más de 62.000 millones de dólares y beneficiando a más de 100 millones de personas.
