La consejera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, Sílvia Paneque, ha visitado hoy la desalinizadora del Llobregat, situada en el término municipal del Prat de Llobregat. Esta planta, la más grande de Europa para el abastecimiento urbano, tiene una capacidad para tratar 60 hm³/año y, desde mediados de 2022, está funcionando a su máximo rendimiento como una de las fuentes para asegurar la suficiencia hídrica de Cataluña.
Durante la visita, la consejera ha explicado que “las desalinizadoras han sido clave para no tener que asumir restricciones de agua peores de las que hemos tenido que vivir”. "A la vista de los informes técnicos", son infraestructuras "absolutamente necesarias en un contexto de pérdida de pluviometría estructural, no puntual, causado por el cambio climático", ha explicado Paneque.
Precisamente, el impulso del uso de agua desalinizada forma parte de la nueva hoja de ruta aprobada el martes por el Gobierno para un nuevo modelo de gestión del agua que posibilite que Cataluña dependa menos de la pluviometría. El objetivo es que a finales de 2027, el 70% del consumo total de agua provenga de recursos propios, más allá de la pluviometría, frente al 33% de autonomía actual.
“No se trata solo de construir nuevas infraestructuras del ciclo del agua, sino de un cambio de modelo, pasando de uno lineal a uno circular”, ha enfatizado la consejera. “Las desalinizadoras son infraestructuras fundamentales para este cambio de modelo de gestión del agua a uno más sostenible en un contexto de cambio climático, para desconectar el ciclo de gestión de la pluviometría”, ha insistido.
“Las desalinizadoras son infraestructuras fundamentales para este cambio de modelo de gestión del agua a uno más sostenible en un contexto de cambio climático, para desconectar el ciclo de gestión de la pluviometría”
Para impulsar este cambio de modelo, el Gobierno defiende la prevención del uso del agua, su circularidad, la innovación tecnológica, la resiliencia de las redes, la dotación de las infraestructuras necesarias, la gestión de los bosques o el aprovechamiento de los acuíferos subterráneos como sistemas de almacenamiento complementarios. En conjunto, se prevén unos 2.000 millones de euros de inversión hasta 2040, el doble de lo previsto hasta ahora.
En cuanto a la desalinización, una de las líneas de actuación que ha explicado la consejera Paneque hoy es la aceleración de todos los trámites de las grandes infraestructuras previstas.
Incremento progresivo de su producción
La desalinizadora del Llobregat tiene una capacidad para tratar 60 hm³/año, mientras que la segunda desalinizadora catalana, la de la Tordera (término municipal de Blanes), puede tratar 20 hm³ y destina parte de su producción a su ámbito más inmediato (Alto Maresme y sur de la Selva) y también al sistema Ter Llobregat. Por lo tanto, la desalinización en Cataluña tiene actualmente una capacidad de producción de 80 hm³.
Entre 2022 y 2024, las dos desalinizadoras catalanas han producido cerca de 190 hm³. De estos, cerca de 146 hm³ se han producido en la desalinizadora del Llobregat y 43 en la de la Tordera. “Las desalinizadoras catalanas han producido el agua que cabe en dos embalses”, ha detallado Paneque, en concreto la suma de los embalses de la Baells y la Llosa del Cavall.
No obstante, es un recurso al que se recurre en épocas de escasez de agua. En situaciones de normalidad, las desalinizadoras funcionan a un régimen bajo (10-20%) y, a medida que bajan los embalses, su producción se va incrementando.
En febrero de 2022, cuando los embalses del Ter Llobregat bajaron del 60%, las desalinizadoras incrementaron su producción hasta el 85%. En agosto de 2022, la producción de las plantas alcanzó su máximo técnico, que se ha mantenido desde entonces. Llevamos, por tanto, dos años y medio con las desalinizadoras funcionando a su máximo rendimiento.
Esto se mantendrá durante los próximos meses, dado que aún estamos al 30% de la capacidad y necesitamos que la desalinización continúe siendo uno de los garantes del suministro de agua.
Acelerar las actuaciones de desalinización
Ante la necesidad de incrementar la disponibilidad de agua y dejar de depender de la lluvia, se ha solicitado al gobierno central acelerar los trámites para iniciar las obras de ampliación de la desalinizadora de la Tordera, para pasar de una producción de 20 a 80 hm³ y hacer posible que esta planta esté en servicio en 2028. La previsión es que durante el mes de septiembre la empresa pública Acuamed pueda licitar ya las obras, que estarían finalizadas en 2028.
También se instará al gobierno central a tramitar de manera urgente la evaluación ambiental de la desalinizadora de Foix, situada en el término municipal de Cubelles, y a llegar a un acuerdo para que Acuamed inicie la tramitación.
La consejera ha explicado hoy que ya se han iniciado las conversaciones con el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico para firmar los convenios necesarios lo antes posible.
Nuevo proyecto de desalinización
Además de estas dos actuaciones, el Gobierno ha previsto una nueva actuación en materia de desalinización, que no estaba contemplada inicialmente en la planificación hidrológica, en el ámbito de la Costa Brava Norte. Esta planta servirá para paliar el déficit de agua en el Alt Empordà, una zona donde la sequía se está convirtiendo en un fenómeno cada vez más crónico y donde es necesario buscar alternativas. La planta, a falta de los estudios técnicos, podría tener una capacidad para producir hasta 15 hm³/año.
Con estas actuaciones completadas, más que duplicaremos la capacidad de producción de las desalinizadoras, pasando de la capacidad actual de 80 hm³ a una capacidad de más del doble, concretamente hasta los 185 hm³ para el horizonte de 2029.