Las ciudades las creamos los humanos, son nuestro hábitat natural. Hace décadas que se está impulsando la sostenibilidad a escala de ciudad, que es donde más falta hace. Ahora en plena fase de desescalada del coronavirus, cuando se nos permite realizar actividades recreativas a 1 kilómetro de la vivienda, se ha puesto en evidencia la importancia de tener acceso a la naturaleza en la ciudad. Naturaleza de calidad, la que nos da paz y tranquilidad.
Hace unos días se celebró el foro de "La transformación de las ciudades en el Día Despúes" donde participaron 12 alcaldes de ciudades para exponer soluciones concretas como respuesta a la crisis del COVID-19 y de acuerdo con los objetivos de desarrollo sostenible. Estamos en un momento único que permite crear sinergias para aprender y así acelerar el cambio y la implementación real de los objetivos de desarrollo sostenible. Éste es uno de los aspectos positivos que ha traído la crisis del coronavirus: es una crisis a escala global donde ante una problemática similar se nos presenta como una oportunidad para aprender de las mejores soluciones aplicadas en diferentes regiones.
Hablemos de soluciones sostenibles en agua, los conocidos sistemas urbanos de desarrollo sostenible (SUDS) -el término curiosamente coincide con las siglas en inglés-. Quiero compartir aquí un ejemplo real de integración de objetivos de desarrollo sostenible en el planeamiento urbano: el Distrito Urbano de Stockholm Royal Seaport. Tuve la suerte de conocerlo en vivo este verano en el marco de la World Water Week y compartiré la visita técnica. He estudiado con interés los SUDS y visitado pequeños y medianos ejemplos en funcionamiento. Este caso es todo un catálogo de SUDS y soluciones efectivas a gran escala. Como todavía se está diseñando algunas soluciones estaban en construcción, y todavía fue más interesante poderlo ver "work in progress". Al caminar por aquellas calles tuve la constatación que ésto es lo que nos toca hacer ahora al regenerar la ciudad: SUDS que permitan crear grandes espacios verdes con la integración de servicios ecosistémicos. Ahora ya no hay excusas, hay suficiente conocimiento y experiencia para diseñar de acuerdo con la naturaleza. Además de sostenible, funcional y resiliente es bello. Veamos cómo lo han hecho posible.
¿Por qué vuelve a salir Estocolmo al hablar de desarrollo sostenible? Porque justamente ésta ciudad acogió la primera conferencia mundial de Desarrollo Sostenible en 1972. En 1974 el término "Desarrollo sostenible" se introdujo en la constitución de Suecia (en el artículo 2) y en 1976 la ciudad tuvo su primer Programa de Medio Ambiente que van revisando y renovando hasta la actualidad y que en 2010 le valió la distinción de "European Green Capital". Casi cincuenta años más tarde ya están integrando agua y naturaleza de una manera genial en los nuevos desarrollos urbanísticos. Mientras en nuestras latitudes el término "urbanismo" o "urbanización" todavía sigue sonando como una amenaza a los hábitats naturales, en este ejemplo veremos cómo el urbanismo es una oportunidad para regenerar espacios degradados, integrar los aspectos ecosistémicos en la ciudad y crear así hàbitats humanos respetuosos con el medio ambiente.
Distrito Royal Seaport
El distrito del Royal Seaport (Norra Djurgårdsstaden en sueco) era una antigua área industrial portuaria que se encontraba degradada y con los suelos contaminados, principalmente de mercurio y arsénico. Conserva dos grandes depósitos de gas construidos con estilo y que dan carácter a la zona. A parte de tener 8 kilómetros de litoral, está adyacente al Parque Natural Djugården, entonces el reto y la complejidad en el diseño son máximos. Además Estocolmo, como otras muchas ciudades, tiene un problema de acceso a la vivienda, por lo que la creación de vivienda pública fue también una prioridad. En 2010 empezaron los trabajos de descontaminación y construcción y en 2012 se instalaron los primeros vecinos en la zona. Ahora ya se han completado 2 fases y todavía queda mucho por desarrollar hasta 2030. Lo mejor de esta historia de éxito es que el equipo humano que hay detrás, asume que está aprendiendo e integrando mejoras en cada fase de avance. Asumen que prueban nuevas técnicas y de los errores aprenden para las siguientes fases. Tomemos nota de cómo lo hacen. En total se crearán 12.000 viviendas y 35.000 puestos de trabajo. Actualmente es una de las áreas de desarrollo urbano más grandes de Europa. Se prevén espacios compactos y multifuncionales que creen un nuevo estilo de vida de proximidad y fomentando las nuevas tecnologías en el marco de smart city. La participación ciudadana, la creatividad, la innovación y sobretodo la naturaleza han inspirado ésta transformación.
Los objetivos, lo primero
¿Quieres llegar lejos en sostenibilidad y no sabes cómo? Empieza trabajando en los objetivos. Así lo hicieron hace 20 años en la reconversión de este distrito y el resultado se vive ahora. Primero se definieron unos objetivos concretos, claros y se ha hecho el seguimiento durante todo el proceso. Con éstos objetivos se quería conseguir situar al distrito en la cabecera del desarrollo urbano sostenible. En 2008 el Ayuntamiento de Estocolmo, dentro de su programa de medio ambiente, decidió dedicar ésta área a transformación urbana en clave de sostenibilidad . Uno de los ejes estratégicos que ha guiado el plan es el "Let nature do the work": trabajar con el agua y la naturaleza como principios de diseño de la infraestructura verde y azul. Algunos de los objetivos bajo este eje estratégico son:
- Diseñar espacios verdes multifuncionales que ayuden a afrontar el cambio climático, incluyendo la gestión de las aguas de tormenta, que contribuyan a la biodiversidad y a la creación de hábitats saludables.
- Crear áreas de agua para desarrollar valores recreativos y de conservación de la naturaleza.
- Crear buenas condiciones para producir servicios ecosistémicos a través de la jardinería y retornar los nutrientes al suelo fértil.
Demos ahora un recorrido por la materialización de éstos objetivos. De los acuerdos políticos a la materialización por la vía de la urbanización. Éste es su programa de desarrollo urbano sostenible. Su último informe de sostenibilidad de 2018 avala el recorrido.
Recorrido por los SUDS
La estrategia de reverdecer la ciudad funciona y los indicadores lo demuestran. Las zonas verdes públicas ocupan el 26 % de la superficie del nuevo distrito. Son casi 50.000 m2 de espacios verdes construidos que equivale a 20 m2 por vivienda o 8,2 m2 por habitante. Lo más interesante es que el 100% de las viviendas tiene una zona verde de calidad (llamadas oasis verdes) a menos de 200 metros. Las áreas diseñadas son de alta calidad, pudiendo llegar a ofrecer servicios ecosistémicos.
Toda el agua de lluvia del espacio público y los excedentes de las viviendas drena a las zonas plantadas donde en una mezcla de grava, biochar y compost se crea un sustrato rico para la vegetación. Los lechos plantados permiten almacenar agua y asegurar así el riego y óptimo crecimiento de la vegetación. Los lechos plantados retienen el agua y el excedente descarga en la bahía Husarviken debidamente filtrado. Los árboles ofrecen sombra, regulan la temperatura y reducen los efectos de las olas de calor. Las zonas verdes ofrecen una zona recreativa, paz y contacto con la naturaleza. A continuación veremos algunos ejemplos concretos de soluciones simples y efectivas.
Los lectores familiarizados con los SUDS seguramente ya habéis reconocido esta estructura. Es un área de bioretención que permite absorber aguas de tormenta creando una laguna temporal. Un cartel informativo advierte de este hecho para minimizar riesgos. El resto del año, cuando no llueve es un espacio verde y lugar de juegos para niños.
Las zanjas de infiltración se rellenan con una mezcla de árido y astilla forestal o biotriturado para favorecer tanto la infiltración del agua de lluvia como la creación de suelo fértil Están plantados con especies arbóreas de gran porte y totalmente integradas en el paisaje urbano.
Si "jardín" y "lluvia" son ya dos palabras preciosas y evocadoras por separado, juntas dan un resultado que creo que a muchos nos atrae: "jardines de lluvia" o "raingarden". El material de relleno ha sido específicamente seleccionado, así como la profundidad de las zanjas, para permitir tanto el drenaje como la retención y minimizar el riego. Sólamente se tuvo que regar en la implantación de la vegetación, pero ahora con la pluviometría del lugar (550 mm/año) se consigue que en agosto tenga este aspecto.
La potenciación de la biodiversidad es uno de los detalles donde se nota que se cuenta con la figura de un ecólogo en el diseño de la urbanización. En el diseño del jardín de lluvia se han previsto zonas de charco para que vivan los anfibios y se han protegido con estas rejas. En otro lugar un montón de piedras y grava dispuestos adecuadamente sirven también de lugar de cría y refugio de anfibios durante el frío invierno sueco. El ecodiseño no tiene porqué ser caro, es sólo disponer los elementos de manera adecuada para que ejerzan su función ecosistémica.
En el diseño de parques infantiles se nota una alta sensibilidad con la infancia. En el parque infantil se aprovechan las pendientes naturales del terreno, cuenta con sombra y se construye con materiales naturales e integrado en el entorno. En los otros ejemplos la simplicidad y naturalidad son también su nota predominante. Están en la línea de los ecoscapes o Natural Play solutions. (No, aquí no hay agua, sigamos nuestro recorrido).
Diseñar con la naturaleza es un reto y una oportunidad. Es este ejemplo de laguna de retención vemos como se ha salvado una pendiente construyendo un pequeño dique. Lo sorprendente es que las aguas de escorrentía superficial se convierten en paisaje situadas justo delante de las viviendas. Pudimos hablar con uno de los vecinos que está encantado de tener esta maravilla enfrente de su terraza. Es infraestructura, es verde, es bella y funcional. ¿Qué más queremos?
Otro ejemplo del diseño respetuoso con la naturaleza y no contra ella es el puente que vemos en la fotografía. La curva es precisamente para salvar el árbol singular. En este caso los diseñadores no están en un despacho dibujando rectas, sino que están en el terreno estudiando las posibilidades que la naturaleza del lugar ofrece. No hace falta talar un árbol de ésta envergadura, pudiendo aprovechar el reto y crear un diseño de puente curvado.
Este jardín de hierba alta no es que padezca de falta de mantenimiento, está atrayendo la biodiversidad. Es un jardín de lluvia diseñado con una selección de flores y unas dimensiones suficientes para atraer abejas, e insectos polinizadores, especialmente mariposas.
Los alcorques estructurales o alcorques de retención permiten a cada árbol disponer de espacio suficiente para el desarrollo de sus raíces, sin interferir con el pavimento.
El treegator es una bolsa para regar los árboles sólo durante su período de implantación. Una vez están arraigados ya se retira y se regarán con el agua acumulada en las zanjas de infiltración. Con ésta sencilla solución se evita tener que desarrollar toda una red de riego por goteo para uno o dos años. El invento consiste en dos resistentes bolsas unidas por una cremallera que hacen que el agua se infiltre lentamente en el terreno. Se recarga semanalmente por una apertura que tiene en la parte superior.
Los aljibes de agua de lluvia se situan en las zonas comunitarias y sirven para regar los jardines próximos. Este es un ejemplo de jardín privado de la urbanización, que sirve a la vez de espacio público libre.
Y ya para terminar el tour, la sorpresa máxima, que me produjo gran admiración por lo avanzado y simple de la solución. Aplican una mezcla de grava, compost i biochar en las zanjas de infiltración. La mezcla de de carbón activado y grava que sirve para acelerar la fertilidad del suelo, a la vez que retiene carbono y sirve de cobijo a la comunidad de bacterias del suelo. Del biochar os hablaré otro día, es una sustancia tan maravillosa que pide un capítulo aparte.Y como la zona estaba en obras, vimos su aplicación en las zanjas filtrantes. El espacio vacío de la derecha es lo que se va a rellenar de la mezcla enriquecida con biochar y posteriormente plantar con árboles, arbustos y herbáceas. Este será el espacio de que dispongan las raíces de los árboles, con material de primera calidad para crecer. ¡Quien fuera árbol en Royal Seaport!
Si quieres medir la sostenibilidad de una ciudad, observa qué espacio tienen reservado y que esmero ponen en el sustrato donde van a habitar las raíces de sus árboles urbanos. Propongo el término "sostenibilidad radical" para aplicar este concepto.
Y aquí termina el capítulo de SUDS en acción: buen drenaje, paisaje y disfrute en el espacio público.
