Artículo participante en el I Concurso del Blogs del Día Mundial del Agua
Año Internacional de la Cooperación en la esfera del Agua. Pero, cooperar ¿Para qué?
La respuesta me resulta casi inmediata. Cooperación como estrategia frente a la crisis a la que nos enfrentamos cuya superación imagino como la suma del esfuerzo y el interés de todos los agentes sociales en cada uno de los ámbitos de actividad de nuestro país. Para ello habrá que superar diferencias, reconocer errores y buscar objetivos conjuntos y comunes. Quizás muy comunes. De esos que bonifican “al común de los mortales”.
La crisis se ha caracterizado por el estallido encadenado de tres burbujas sucesivas: la financiera, la de la construcción y la relativa a la deuda soberana. Todas ellas con su reflejo especular en la esfera del agua. Un sector de intensa dependencia financiera, con un importante peso del sector de la construcción y directamente dependiente de la inversión pública.
Cooperación como estrategia frente a la crisis cuya superación imagino como la suma del esfuerzo y el interés de todos los agentes sociales en cada uno de los ámbitos de actividad
Tres eslabones de una cadena asociada a un modelo socioeconómico sobre cuyos efectos los españoles, de acuerdo con los datos del CIS de febrero de 2013, tenemos una opinión nítida descrita con los principales problemas que nos preocupan. Por este orden: el paro; la corrupción y el fraude; los problemas de índole económico; y los políticos en general, los partidos y la política. Un puzle de consecuencias, causas y responsabilidades de sencilla interrelación y encaje con la actual forma de hacer las cosas.
Estamos ante un modelo económico agotado, que viene acompañado de un discurso caduco, centrado en falsos debates y confrontaciones que hacen recaer en la mayoría de los ciudadanos las consecuencias de la actuación de colectivos que diversos autores denominan como élites extractivas. Pido aquí al lector que reflexiones que pueden significar estas dos palabras y a que colectivos se las asignaría.
En consecuencia, si el discurso y el modelo no nos gustan, debemos apostar por otro, como alternativa. De lo que he leído en prensa estos años me ha gustado mucho la denominación de una nueva forma de hacer las cosas: Modelo de Economía del Bien Común o Modelo de Economía del Bien Público. Dejo, de nuevo, al inteligente lector, que haga un pequeño esfuerzo sobre lo que se puede esconder bajo esas cuatro palabras, así como sobre el interés personal que pudiera tener para él. Le ayudaré en la reflexión diciendo que este concepto puede tener múltiples variables de desarrollo:
- El espacio: Bien Común para la ciudadanía de un término municipal, de una cuenca hidrográfica, del Estado, de la Unión Europea, de todo el mundo, etc.
- El tiempo: a corto, medio y largo plazo. Para mi generación o intergeneracional. Para salir del paso, o sostenible para toda la vida. Resolviendo una necesidad histórica ligada a la escasez o exceso de agua, o generando nuevas necesidades y problemas futuros por acumulación.
- Incluso la especie: el bien común de la humanidad, o el bien común de todas las formas de vida del planeta azul. Atención, muchos pensamos que este planteamiento es un buen ejemplo de falsa dicotomía. Pero es interesante enumerarlo.
Y aporto una observación más sobre el agua. ¿Qué es el agua en España? Un bien, en gran parte común o de dominio público. Luego, que modelo le encaja “como ribera al río” para su gestión. Rellene usted la respuesta. M_ _ _ _ _ de E_ _ _ _ _ _ _ del B_ _ _ C_ _ _ _
Cambiar requiere innovación: la comunidad como beneficiaria, discursos nuevos, nuevos protagonistas
Cambiar, requiere INNOVACIÓN. Pero en este caso no hablamos de innovación tecnológica, si no de mudar o alterar algo, introduciendo novedades (RAE/Innovar). Las novedades que propongo son valores, discursos, y protagonistas a los que incorporaremos la actitud de cooperación y la acción de cooperar:
- Valores relativos a la identificación de la comunidad como beneficiaria de nuestras actuaciones.
- Discursos nuevos que sustituyan con decisión, consenso y colaboración, eternos debates, de siglos incluso, asociados a binomios de palabras interesadamente enfrentadas tales como: España verde y España seca; trasvases y desaladoras; regulación o no de caudales; acuíferos y regadíos; macrocentrales y microcentrales hidráulicas; Evapotranspiración e infiltración; canalizaciones y llanuras de inundación; prevención y emergencia;…
- Nuevos protagonistas, muchos y variados con nuevas actitudes de escucha, colaboración, suma de intereses y búsqueda de objetivos conjuntos.
¿Se imaginan ustedes, por poner un ejemplo provocativo, a una comunidad de regantes, al Colegio de Ingenieros de Montes o al de Caminos, a cualquier unidad de la Administración con competencias en Aguas, o a Ecologistas en acción renunciando a la defensa de sus propias intereses profesionales o de supervivencia frente a la crisis y pensando en actuar en el marco de un modelo económico del bien común? ¿Y si los sentáramos en dos habitaciones por parejas o les juntáramos a todos ellos a trabajar marco? Por último ¿Y si fueran transparentes como el agua y se responsabilizaran en pedir a sus entidades de referencia una cuenta de resultados que no contemplara tan solo la obtención de beneficios?
En definitiva cooperar en la esfera del agua es sinónimo de:
- Un cambio de modelo: innovación esencial
- Una apuesta por modelos económicos del bien Común.
- La búsqueda de nuevos discursos constructivos, eliminando falsos debates demagógicos o agotados.
- Nuevos protagonistas: muchos y variados. Mejor “pequeños y hermosos”. Escuchadores, colaboradores, cooperantes y decididos.
Deseo que a finales del 2013, podamos tomar como indicadores de los resultados del año internacional de la cooperación en la esfera del agua, la existencia de un buen número de nuevas ideas y propuestas, con nuevos protagonistas y agentes. Deseo también que las grandes entidades que buscan nuevos mercados donde vender sus productos, si los encuentran, no sea para repetir el modelo agotado en nuestro país. Si no que vendan y mucho, nuevas ideas y productos, desarrollados como frutos de este concepto de innovación esencial. Querría que las grandes empresa se apoyen y confíen en las pequeñas empresas en el campo del i + d + i y que todas juntas con su emprendimiento generen empleo de calidad y duradero.
“Espero, también, que dorándole la píldora a iagua y afirmando que la comunidad de “Blogueros” que ha acogido bajo su dominio en un buen ejemplo del concepto de cooperación, obtener los votos suficientes para alcanzar el premio. Y es que una cosa es hablar y otra predicar con el ejemplo pensando en el bien común (son 500 euritos)”.
Un saludo de Jacobo Maldonado/ENTORNOPYE/ASEMFO. En este caso, mis opiniones son personales.