Ya hemos superado el primer mes del año 2018 y parece que fue ayer cuando nos tomábamos las tradicionales uvas. Un mes en el que desde el panorama medioambiental han ocurrido muchos e interesantes eventos, celebraciones e hitos a destacar.
Con el título de mi primer artículo del año, no pretendo solo hacer un juego de palabras, sino percatarnos y analizar desde diferentes prismas todo lo que une el agua. Como individuos nos sirve de sustento básico en nuestro desarrollo diario, pero a nivel social, el agua va más allá, tiene un papel cada vez más central en las conversaciones diarias, sea cual sea el lugar. Y para que sea más sencilla la comprensión de este artículo, vamos a desmigar estas tres palabras:
1. El agua fluye. Y seguirá fluyendo, aunque no sea por las cantidades actuales en nuestro país. La reserva hidráulica al finalizar el mes de enero se encuentra al 41,9% de su capacidad, un dato que en la misma fecha de hace 1 año era del 50,1% y hace 10 años era del 62,1 % (en términos absolutos, podemos decir que hemos perdido 11.500 Hm3, o lo que es lo mismo, hemos dejado de disponer por persona de un volumen potencial de 250.000 litros anuales menos, una barbaridad).
En los últimos 10 años, España ha perdido cerca de 11.500 Hm3
Datos evidentes de una grave crisis. Las escasas precipitaciones no ayudan y en los meses que atravesamos, la tendencia no mejora la situación (cuando debería ser al contrario). Hay un grave riesgo y un tema sobre la mesa: España, escenario futuro de desertificación. ¿Existen y ponemos soluciones?
2. El agua confluye. En este punto, quiero destacar y agradecer (una vez más) el papel que ejerce iAgua como punto de unión de la #WaterPeople y como espacio de opinión en el panorama nacional e internacional. ¿Os imagináis si no existiera iAgua? A corto plazo, este y otros muchos artículos no verían la luz. A medio plazo, lo más importante: El problema del agua solo aparecería en los telediarios y con el hombre del tiempo de turno como voz más cercana. Mediático, a medias. iAgua hace las de anfitrión en modo alfombra azul cada año (en los Premios iAgua), la de analítico crítico cada tres meses (en los iAgua Magazine), o la de generoso influencer (no hay más que ver la evolución positiva de sus perfiles de redes sociales, las interacciones y visitas mensuales a la página, celebrando las 95.000 páginas vistas en febrero de 2012, superando las 300.000 en 2015 y alcanzando un nuevo récord absoluto de cerca de 440.000 visitas este pasado mes de enero de 2018, así como la cantidad de curiosidades, hitos, noticias y opiniones que nos brindan en el sector del Agua. Un símil de como la unión hace la fuerza. Un punto clave que hace que el agua confluya (y permita unir aún más a la WaterPeople y al resto de los que se interesan por el tema del Agua).
3. El agua influye. Es una obviedad que, si un día analizas el trending line de Twitter, un gran porcentaje de los temas se lo llevan noticias relacionadas con el deporte (a veces por éxitos bien merecidos como el reciente Campeonato de Europa de Balonmano logrado por España, o en otros casos por temas extradeportivos y de muy dudoso interés). Ante esa situación, muchas veces se nos plantea la necesidad de hacer un llamamiento en forma de “días dedicados a…” para captar la atención y de campañas tan ingeniosas como fructíferas (#SummerWaterPeople, #AguadeGrifo…), aunque la clave como en todo es la participación y la crítica, la autocrítica. El agua no solo significa abrir el grifo y que salga, como se dijo en los pasados Premios iAgua “abrir el grifo y que salga agua lleva mucho esfuerzo y profesionales detrás”, el agua ha cambiado el paradigma de una sociedad que vive una situación difícil. Si seguimos a este paso, el gesto del grifo no traerá agua, y no será por el esfuerzo diario de los profesionales del sector… Nos daremos cuenta cuando lo abramos y veamos que efectivamente, nos han cortado el suministro, que no hay agua disponible para el consumo. Antes de que eso pase, de que veamos la línea roja del gráfico anual ir cada vez más abajo, pongamos soluciones. La WaterPeople está preparada, pero ¿y el resto del mundo? No queremos sequías de ningún tipo. ¡El agua fluye, confluye e influye!
