La capacidad de priorizar la inspección y renovación de contadores de clientes, junto con la sectorización, supone un cambio de paradigma en la gestión de las pérdidas de agua y la estrategia de gestión de activos. La sectorización y otras metodologías de control de caudales permiten el seguimiento y cuantificación de los diferentes componentes de consumo y las pérdidas de agua, lo que conduce a una priorización de las medidas correctivas basada en datos reales y factibles.
Uno de los factores más influyentes en el agua no registrada (ANR) son las pérdidas aparentes, en parte debidas a los contadores de clientes. En este sentido, la capacidad de Baseform para detectar comportamientos anómalos en la red representa un avance significativo en eficiencia y obtención de mejores resultados.
La capacidad de Baseform para focalizar las áreas o tramos de red que necesitan intervención, como resultado del balance hídrico a nivel sectorial, junto con la renovación de contadores basada en la amortización y la reducción de pérdidas aparentes, produce resultados visibles: ahorro de inversiones, reducción de pérdidas de agua y ahorro en costes energéticos. ¿Dejarías pasar esta oportunidad?
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