Tras un largo período de bajas inversiones en saneamiento, Brasil acumuló un importante déficit en este tipo de infraestructura básica.
Hoy en día, más de 36 millones de personas no tienen aún acceso al agua potable, menos de la mitad de los brasileños tienen acceso al alcantarillado y sólo el 38% de las aguas residuales son tratadas. Esto generó, en 2011, casi 400.000 casos de diarrea en todo el país, siendo el 53% de esos casos en niños de 0 a 5 años, además de una enorme contaminación ambiental en los ríos urbanos de las grandes ciudades y en zonas paradisíacas como la Bahía de Guanabara.
En 2007, tras años de debate en el Congreso, fue sancionada la Ley 11.445 que fijó nuevas directrices a nivel nacional y definió el planteamiento de los servicios como herramienta básica para alcanzar el acceso universal a los servicios de saneamiento básico.
A partir de la promulgación de esta Ley, todos los municipios deben formular sus políticas púbicas garantizando la universalización, siendo el Plan Municipal de Saneamiento Básico (PMSB) el instrumento de definición de estrategias.
El Instituto Trata Brasil, en la búsqueda de la mejora del saneamiento a todos los niveles, ha realizado este estudio, como el objetivo de analizar el desarrollo de los Planes Municipales de Saneamiento Básico en los 100 mayores municipios del país.