La consejera andaluza de Medio Ambiente, Cinta Castillo, ha inaugurado hoy las nuevas instalaciones de uso público del Paraje Natural de la Desembocadura del Río Guadalhorce (Málaga), que ha supuesto una inversión de 895.000 euros. En este espacio natural se ha llevado a cabo un proyecto de restauración hidrológica y ambiental para prevenir las inundaciones y avenidas en la ciudad malagueña, que ha permitido incrementar la avifauna de este humedal en número de ejemplares y especies. Un ejemplo de ello es que de las 5 especies, 52 parejas y 121 pollos censados en 1997, se ha pasado a las 13 especies, 185 parejas y 461 pollos registrados el pasado año.
La consejera destacó que las tareas para la mejora de los hábitats de este espacio natural y su diversificación han propiciado el establecimiento de nuevas poblaciones, como el caso de la cerceta pardilla, especie catalogada en peligro crítico de extinción, que ha llegado a reproducirse en este paraje con el nacimiento de 12 pollos en 2004. Otra ave acuática emblemática que se ha localizado en estas lagunas es la malvasía cabeciblanca, que de las 27 hembras reproductoras en Andalucía durante el pasado año, 8 han nidificado en la Desembocadura del Guadalhorce, lo que supone el 30 % de la Comunidad.
Los trabajos para la recuperación ambiental de la zona han permitido según Castillo, duplicar la extensión de este paraje natural, pasando de las 65 hectáreas que inicialmente comprendía a las 125 actuales, así como la extensión de sus lagunas ( de 6,8 a 12,8 hectáreas).
Para disfrutar de este paraje la Consejería de Medio Ambiente ha rehabilitado el antiguo puente ferroviario, que permite el acceso a la desembocadura del río, se han construido cinco observatorios, se han habilitado más de 2 kilómetros de senderos y se ha instalado una completa red de señalizaciones en la que se ofrece al visitante información sobre los valores de este paraje y de las zonas sensibles y restringidas para evitar perjuicios a la flora y la avifauna. Para completar estos equipamientos está previsto abrir al público en un futuro el nuevo centro de interpretación del Cerro del Villar, a través del cual se difundirá el rico patrimonio natural y cultural de este espacio natural.
Por último, la titular de Medio Ambiente recordó que la desembocadura del río Guadalhorce, zona protegida bajo la figura de paraje natural desde 1989, ha sido objeto de un “proyecto modélico de restauración ambiental diseñado para conciliar la conservación de este espacio protegido por el encauzamiento del curso final del río, proyectado para prevenir las inundaciones y avenidas en la ciudad”.
Las obras realizadas por las antiguas Confederación Hidrográfica del Sur y Cuenca Mediterránea se han realizado, siguiendo los criterios y medidas promovidas desde la Consejería de Medio Ambiente, para “que esta actuación fuese más allá de la corrección hidrológica y de la mera intervención preventiva en el cauce, para convertirse al mismo tiempo en un proyecto de conservación y restitución de los grandes valores ambientales de este territorio”.