Redacción iAgua
Connecting Waterpeople
Confederación Hidrográfica del Segura
Barmatec
ADECAGUA
Lama Sistemas de Filtrado
MOLEAER
Grupo Mejoras
ESAMUR
Filtralite
TEDAGUA
Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia
Idrica
Fundación CONAMA
Molecor
AGENDA 21500
AGS Water Solutions
Almar Water Solutions
Likitech
Xylem Water Solutions España
Aganova
Fundación Botín
IAPsolutions
FENACORE
Laboratorios Tecnológicos de Levante
Schneider Electric
Vector Energy
Agencia Vasca del Agua
AECID
ISMedioambiente
SCRATS
NTT DATA
Rädlinger primus line GmbH
CAF
J. Huesa Water Technology
Global Omnium
Catalan Water Partnership
Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico
LABFERRER
KISTERS
s::can Iberia Sistemas de Medición
AMPHOS 21
ONGAWA
Minsait
RENOLIT ALKORPLAN
EPG Salinas
Sacyr Agua
FLOVAC
Sivortex Sistemes Integrals
IRTA
Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento del Perú
TRANSWATER
GS Inima Environment
Centro Nacional de Tecnología de Regadíos (CENTER)
Red Control
Hidroconta
ICEX España Exportación e Inversiones
ACCIONA
Kamstrup
Baseform
Cajamar Innova
Terranova
Asociación de Ciencias Ambientales
ADASA
Aqualia
LACROIX
Smagua
MonoM by Grupo Álava
Consorcio de Aguas de Asturias
Hach
Ingeteam
TecnoConverting
Saint Gobain PAM
Ens d'Abastament d'Aigua Ter-Llobregat (ATL)
Fundación Biodiversidad
HRS Heat Exchangers
Innovyze, an Autodesk company
DATAKORUM
Amiblu
Prefabricados Delta
Hidroglobal
TFS Grupo Amper
Nuevo Regadío Forum 2024 (17-20 Jun)

Se encuentra usted aquí

El camino a la insostenibilidad: las raíces del desastre en Rio Grande do Sul

Sobre el blog

Andrea Lampis
Profesor Titular en Universidade Federal de São Paulo (UNIFESP).
  • camino insostenibilidad: raíces desastre Rio Grande do Sul
    Labores de evacuación en las inundaciones de Río Grande del Sur, en el sur de Brasil.
    Marcelo Oliveira/Europa Press.
  • Artículo coescrito con Victor Marchezini, Sociólogo e professor do Programa de Pós-graduação em Desastres, CEMADEN.

La transformación de la ciudad brasileña de Porto Alegre en un centro de atracción económica y financiera regional –y del estado de Rio Grande do Sul en un territorio dedicado al agronegocio–son el reflejo de un modelo de desarrollo insostenible, lo que Naomi Klein denomina “capitalismo del desastre”.

A finales del año pasado, en la revista científica Atmosphere, investigadores brasileños publicaron un importante estudio sobre las características del patrón atmosférico precursor de la ocurrencia de desastres socioambientales en el sur de Brasil.

El artículo presenta modelos estadísticamente robustos a partir de los cuales es posible predecir los efectos del paso de perturbaciones (sistemas frontales) sobre el territorio de la región sur de Brasil y Rio Grande do Sul, que están asociados a la aceleración del cambio climático, intensificando la frecuencia y magnitud de los eventos meteorológicos extremos.

El estudio también analizó las áreas potencialmente más expuestas en Rio Grande do Sul entre 2016 y 2020. La distribución espacial de los municipios muestra que los territorios más afectados son el litoral de Santa Catarina y la región centro-este. Alrededor del 64,1 % de los desastres registrados por el Centro Nacional de Monitorización y Alerta de Desastres Naturales (CEMADEN) fueron de naturaleza hidrológica, lo que corrobora lo reportado en el Atlas Digital de Desastres en Brasil.

El agua y el clima no son los culpables

El agua no encuentra la salida en Porto Alegre, como cuando necesitas vomitar debido a una indigestión e intentas contener el proceso natural que te empuja a vaciar el estómago. Para entender el reciente desastre en la región, esta metáfora prosaica es muy útil.

Los estudios sobre la dimensión socioambiental de las catástrofes vienen ilustrando desde hace varias décadas que la lluvia no tiene la culpa: sólo revela la insostenibilidad de la gestión política y económica del territorio debido a las presiones asociadas a la urbanización, como la especulación inmobiliaria y la deforestación.

En el caso de Rio Grande do Sul, por ejemplo, el Instituto Forense General del Estado advirtió el 16 de diciembre de 2022 de que las zonas afectadas por la deforestación ilegal habían crecido un 187 % en tres años.

Un desarrollo urbano insostenible

El Plan Director de Desarrollo Urbano Ambiental (PDDUA) de Porto Alegre aborda cómo el municipio promoverá la sostenibilidad mediante el control de la densificación a través de niveles máximos de densidad por macrozona y unidades de estructuración urbana. Sin embargo, el objetivo de internacionalizar la ciudad y el marketing urbano han producido un desarrollo urbano totalmente insostenible.

Los “depredadores de la ciudad” desempeñan un papel central dentro de un paradigma de desarrollo financiarizado que promueve la construcción desenfrenada de edificios que aumentan la temperatura, contaminan visualmente la ciudad, especulan con el tejido urbano, talan árboles y destruyen el patrimonio arquitectónico.

Las lógicas económicas prevalecen sobre el derecho a existir en la transformación urbana de América Latina: se abandonan o se dejan pudrir áreas de interés para que el capital financiero, apoyado por los gobiernos locales, se apropie de áreas centrales y pericentrales.

A lo anterior le sigue la llegada de promotores a zonas próximas al centro. Estas áreas son identificadas por el mercado y el Estado como zonas decadentes y marginales, y los residentes empobrecidos y vulnerables son expulsados a zonas más periféricas con altos riesgos medioambientales.

El periódico brasileño Folha de São Paulo recordó el 8 de mayo que el gobernador Eduardo Leite cambió casi 500 normas ambientales en 2019 en favor de los intereses financieros del sector de la construcción, sin debate público ni consulta con la sociedad civil.

El capitalismo del desastre manifestado en Porto Alegre

Uno de los grandes desafíos en el proceso de reconstrucción de Rio Grande do Sul es no dejarse guiar por los mismos modelos desarrollistas que crearon las condiciones de insostenibilidad y riesgo de desastres. ¿De qué manera los procesos de reconstrucción y recuperación conseguirán reducir la insostenibilidad ambiental, planificar el uso del suelo y la recuperación socioambiental de la cuenca, así como las desigualdades de renta y poder político, y las condiciones de vulnerabilidad social?

En el contexto latinoamericano, se han identificado ejemplos de esta lógica en investigaciones sobre el desastre asociado al terremoto de 2010 en Chile y en la región montañosa de Río de Janeiro en 2011.

Entre las formas de capitalismo del desastre están el sobreprecio de los servicios de emergencia en beneficio de empresas cercanas a los grupos políticos en el poder, como los casos de corrupción denunciados durante la catástrofe de 2011 en la región Serrana de Río de Janeiro. O la clasificación de áreas urbanas como “áreas de riesgo” para expropiar a los pobres durante la respuesta y la reconstrucción y, años después, descongelarlos años con el fin de utilizarlos para construir otros proyectos de interés para los grupos políticos en el poder.

¿Reconstruir las condiciones para otros desastres o territorios para la vida?

Las conclusiones de este artículo hacen hincapié en tres llamamientos urgentes. Empezando por la falta de visibilidad y de debate público sobre los procesos de reconstrucción de las catástrofes en Brasil. La reconstrucción corre el riesgo de guiarse por la reproducción de las mismas lógicas del capitalismo del desastre.

En segundo lugar, el modelo de crecimiento económico causante de la catástrofe es el verdadero factor de riesgo. Catástrofes anteriores, tanto en Brasil como en otras partes del mundo, han revelado que el proceso de reconstrucción está marcado por el dominio de grupos con poder político y económico, que utilizan el “gobierno de emergencia”, el “estado de calamidad pública”, para maximizar sus oportunidades de ganancia y beneficio.

Por último, resultan inquietantes las verdades que desplazan la atención de la emergencia a las responsabilidades reales en la producción de un territorio inmenso e insostenible desde diferentes perspectivas. Sin embargo, las noticias continúan culpando sólo a la lluvia.

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

Suscríbete al newsletter

Newsletters temáticos que recibirás

Los datos proporcionados serán tratados por iAgua Conocimiento, SL con la finalidad del envío de emails con información actualizada y ocasionalmente sobre productos y/o servicios de interés. Para ello necesitamos que marques la siguiente casilla para otorgar tu consentimiento. Recuerda que en cualquier momento puedes ejercer tus derechos de acceso, rectificación y eliminación de estos datos. Puedes consultar toda la información adicional y detallada sobre Protección de Datos.