La adecuada gestión del ciclo completo de los recursos hídricos tiene un importante impacto en el medio ambiente, especialmente en un entorno incierto en el que el cambio climático está provocando importantes cambios en la disponibilidad de agua. Es por ello que el Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento pone especial atención en el aspecto medioambiental en sus programas, reforzando la Gestión Integrada de los Recursos Hídricos (GIRH) en todas sus intervenciones.
La GIRH implica la conservación y la utilización coordinada de los recursos hídricos a todos los niveles, teniendo en cuenta también los impactos en la tierra y el medio ambiente, tomando en consideración los diversos usos del agua (humano, industria, riego…) y teniendo en cuenta las necesidades de todas las personas en la planificación y gestión del agua. El objetivo es mejorar el uso del recurso sin comprometer la sostenibilidad de los ecosistemas y asegurar su distribución de una manera equitativa.
Así, desde el enfoque de Gestión Integrada de Recursos Hídricos, que lleva implícito el cuidado y la conservación del medio ambiente, el Fondo ha trabajado en los últimos años en el diseño e implementación de indicadores específicos que permitan medir la relación de los programas con el cuidado del medio ambiente desde esta perspectiva GIRH. Gracias a estos nuevos indicadores, podemos señalar que los programas del Fondo han realizado 541 actuaciones específicas para la protección del recurso y se han elaborado 376 documentos técnicos, o guías y procedimientos con el enfoque de Gestión Integrada del Recurso Hídrico. Además, más de 63.000 personas han recibido talleres y sensibilización sobre este tema.
Planificación
A nivel regional se está desarrollando una Guía de Planificación Hidrológica con visión GIRH que establece metodologías y estándares para el desarrollo de los planes de manera que se facilite el trabajo de los países en este ámbito, bajo una perspectiva común de entendimiento de gestión de los recursos hídricos y su interacción con el medio ambiente y los sistemas económicos y sociales teniendo en cuenta los efectos del cambio climático. El fin es conservar los recursos hídricos y los ecosistemas asociados e estos al mismo tiempo que se favorece el desarrollo económico y social de los países de la región.
De forma paralela, se trabaja con las instituciones de los países socios para que mejoren sus sistemas de recogida y almacenamiento de datos, de tal manera que permitan registrar mejor los efectos del cambio climático sobre el ciclo hidrológico, con el fin de realizar una adecuada planificación hidrológica o prever y prevenir los eventos extremos, tales como sequías o inundaciones. En ese sentido, en países como Bolivia se está trabajando específicamente en la elaboración de Planes de Gestión de Sequías con el Ministerio de Medio Ambiente y Agua, para que, a partir del seguimiento de los factores hidrometeorológicos, se puedan anticipar efectos y afrontar los episodios de sequía minimizando su impacto para los usuarios.
Actuaciones para abordar el cambio climático
Además, el Fondo ha puesto en marcha actuaciones que abordan específicamente la cuestión del cambio climático, gracias a la financiación de la Unión Europea a través de la Facilidad LAIF. Es el caso del programa para "Promover la adaptación al cambio climático y la gestión integral de los recursos hídricos en el sector de agua y saneamiento en América Latina en el marco del Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento (FCAS)". Esta iniciativa ofrece un marco de actuación regional y a través de ella, desde 2013 se han llevado a cabo proyectos para el desarrollo de medidas relativas a la adaptación al cambio climático y a la gestión integral de los recursos hídricos. Algunos ejemplos concretos son las cooperaciones técnicas destinadas a realizar:
- Análisis de escenarios climáticos para el diseño de los proyectos
- Modelización de las inundaciones y desarrollo de herramientas específicas, como Hydrobid Flow
- Análisis de la canícula en Centroamérica y cómo afecta a la gestión de los recursos hídricos
- Estudios del acuífero de Patiño
- Trabajos para la gestión de cuentas transfronterizas, como la del Pilcomayo, el Amazonas, pantanal y Trifinio.
Al mismo tiempo, algunos de los programas propios del Fondo del Agua han integrado un componente específico de protección medioambiental. Es el caso, por ejemplo, del Proyecto integrado de Agua, Saneamiento y Medio Ambiente (SLV-056-B), en El Salvador, el cual, además de aumentar los servicios de agua potable y saneamiento, se han llevado a cabo actuaciones específicas para el estudio de los caudales ambientales, se ha realizado el análisis del Lago Coatepeque y se ejecutó el proyecto de "Mejora de la gestión del recursos hídrico en el sistema rural de agua potable de AJARES", a través del cual se implantaron prácticas agroecológicas para la protección de zonas de recarga (instalación de viveros) y se realizaron capacitaciones sobre protección y conservación del recurso.
En Honduras, por otra parte, el programa de Incremento de la cobertura de agua y saneamiento y gestión integrada de la cuenca baja y media del Río Goascorán (HND-015-B), ha contado con un componente específico dedicado al medio ambiente y la gestión integrada del río para su adaptación al cambio climático. Las acciones se dirigieron principalmente al manejo sostenible de las fuentes de agua para consumo humano y sus zonas de recarga. Para ello, se elaboraron siete planes de manejo de microcuencas, se impulsó la declaración de una microcuenca como zona de vocación forestal protegida, y se establecieron estrategias de pagos por servicios ambientales y dos viveros mancomunados para la restauración de 12 hectáreas de bosque.
