El grupo de ingeniería chileno-español Euro Engineering Group (EEG) presentó en el marco de la ‘Water Week Latinoamérica’ el proyecto ‘Vía Hídrica del Norte de Chile’, una propuesta que llevaría agua desde los ríos más caudalosos del centro-sur del país al norte mediante tubería en trazado terrestre.
La presentación contó con la participación de D. Íñigo de Palacio, embajador de España en Chile, y con la presencia de diversas personalidades de la administración pública y de empresas destacadas a nivel internacional.
El proyecto, que ya ha sido presentado en el Ministerio de Obras Públicas, consiste principalmente en una conducción de acero soldado de más de 2.400 kilómetros de longitud. El agua se captaría en la desembocadura de los ríos Bío-Bío, Maule y Rapel y se transportaría a la zona norte, entregándola en las regiones a su paso.
Su principal objetivo es garantizar el abastecimiento de la población y paliar la escasez de agua en el norte de Chile, que se ha agravado en los últimos años.
Según estimaciones del grupo, para satisfacer las necesidades de agua actuales de los principales sectores, sería necesario un caudal de 25 m3/seg.
Esta situación contrasta con el sur, que cuenta con importantes cauces fluviales. “De esta manera, se aprovecharía una pequeña parte del agua de estos ríos, que en más de un 80% se vierten en el mar”, señaló Antonio Domínguez, gerente técnico de Bag Ingenieros Chile, durante la presentación.
Por su parte, Santiago Manzano, director general de Betancourt Ingenieros, explicó los detalles del proyecto y destacó la flexibilidad y garantías de suministro que ofrece, siendo una solución integral que entrega el agua directamente en los puntos de consumo. Además, es una infraestructura fácil de mantener y reparar.
Juan Pablo Gutiérrez, director de Negocio Internacional de Euroestudios, destacó que la tubería terrestre propuesta se basa en una técnica de construcción ampliamente probada y detalló múltiples actuaciones de similares características realizadas en otros países.
Vía Hídrica ofrece asimismo una tasa de rentabilidad social del 27% y contribuiría al mantenimiento de las tarifas de agua para el consumo humano.
Además de asegurar un suministro continuo de agua a la población, incluso en épocas de sequía, el proyecto contempla la infiltración de acuíferos y la regeneración de humedales como barrera frente al avance de la desertificación en el norte del país.
Otra de sus características es el uso de energías sustentables no convencionales en su funcionamiento, lo que contribuiría a la reducción de la dependencia energética.
El grupo de ingeniería espera que se produzcan novedades positivas respecto a la evaluación de la propuesta en los próximos meses, lo que daría lugar a una licitación internacional.