Mario Urrea: "El agua para el abastecimiento está asegurada en toda la Demarcación del Segura"
Mario Urrea, presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, aborda en esta entrevista el escenario actual de la cuenca, que viene marcado por la falta de precipitaciones, la sequía y la consecuente escasez de agua coyuntural, pero también por una importante partida presupuestaria destinada a mejorar la gestión de los recursos hídricos. Un reto que el organismo de cuenca afronta con ilusión y responsabilidad.
La extensa red de infraestructuras realizadas en la cuenca del Segura permite disponer de una combinación de recursos hídricos procedentes de fuentes tan dispares como las propias aguas superficiales de la cuenca, el trasvase Tajo-Segura y la incorporación de la desalación, lo que evitarán los temidos cortes de agua en una de las zonas más severamente castigada por la falta de precipitaciones. Además, la cuenca del Segura se encuentra en escenario de alerta por escasez coyuntural.
Pregunta: La Confederación Hidrográfica del Segura se enfrenta a un año hidrológico complicado. El inicio del periodo, que abarca de octubre a noviembre, comenzó con un escenario de alerta por escasez de precipitaciones. ¿Cómo afecta a los usuarios de la cuenca?
En primer lugar, resaltar que el agua para el abastecimiento está asegurada en toda la Demarcación del Segura gracias al denominado «mix del agua» gestionado por la Mancomunidad de los Canales del Taibilla, mediante los recursos propios de las aguas del río Taibilla, la del ATS y la de la desalación. Afortunadamente, hemos dejado para el recuerdo imágenes de cortes en el suministro o camiones llevando agua a diversas poblaciones, las últimas de ellas acaecidas hace ahora veinte años.
Cuestión distinta es la atención del uso de regadío, este sí que se verá afectado por las menores disponibilidades de recurso en los embalses y que, de no producirse lluvias en cuantía elevada y en las zonas de cabecera, implicarán el agravamiento de la situación. En la actualidad ya se han aplicado restricciones al uso del regadío en la reciente convocatoria de la Comisión de desembalse celebrada en noviembre. El valor medio de las citadas restricciones es del 25%.
P.- ¿Cómo se encuentra la cuenca del Segura en cuanto a recursos hídricos? ¿Está previsto incrementar la disponibilidad de los mismos?
La cuenca del Segura soporta de manera estructural un desequilibrio entre los recursos disponibles, que son medioambientalmente sostenibles, y las demandas consolidadas. Esa necesidad se ha convertido en la virtud que ha hecho de la cuenca del Segura una cuenca piloto en lo que a puesta a disposición de todo tipo de recurso hídrico se refiere. Es conocido el alto grado de utilización de los hasta ahora denominados recursos no convencionales, reutilización y desalación, que en la cuenca del Segura se han conformado como una parte esencial para satisfacer las distintas demandas.
Somos la demarcación que mayor volumen de agua reutilizada y agua desalada utiliza a nivel nacional. Esta circunstancia es la que nos ha permitido estos últimos años poder retrasar los efectos en los usos socioeconómicos de la sequía que viene padeciendo gran parte de España, no siendo hasta el mes de noviembre de 2023 cuando ha sido necesario aplicar las primeras acciones al regadío, pudiendo mantener el normal suministro al abastecimiento urbano e industrial.
"La cuenca del Segura soporta de manera estructural un desequilibrio entre los recursos disponibles y las demandas consolidadas"
Es por ello que resulta necesaria la ampliación de la generación de las aguas desaladas, de tal manera que están en tramitación muy avanzada las ampliaciones de las desaladoras de Águilas, Valdelentisco y Torrevieja, por parte de la sociedad estatal ACUAMED, lo que permitirá del entorno de 70 hm3 adicionales.
Además, conscientes del desequilibrio entre recursos y demandas, el plan hidrológico del Segura contempla la necesidad de iniciar nuevas instalaciones de desalación en al menos 60 hm3, básicamente para uso agrícola.
P.- Pero la amenaza de sequía está presente. ¿Qué tiene pensado hacer la CHS de continuar con estos indicadores?
Es algo que tenemos presente, pero que está perfectamente protocolizado en los Planes Especiales de Sequía (PES) y en los Planes de Emergencia que deben tener los municipios de más de 20.000 habitantes. En primer lugar, se han acordado las restricciones indicadas para el primer semestre del año hidrológico 2023-2024, revisables en función de la evolución de la situación hidrológica y acordes con los indicadores del PES.
P.- ¿Estos acuerdos serían definitivos mientras durante el escenario de alerta?
Como he comentado, estos acuerdos adoptados serán, en su caso, revisables en función de la situación hidrológica de la cuenca a lo largo del presente periodo hidrológico. Es decir, si las lluvias hicieran mejorar nuestras reservas y aportaciones, estas medidas restrictivas del regadío se podrían suavizar y, por el contrario, si la situación empeorara, pues se incrementarían.
P.- Y de no producirse esas lluvias, ¿qué escenario contempla la CHS?
El Plan Especial de Sequía tiene como fin blindar el abastecimiento a la población que atiende la Mancomunidad de Canales del Taibilla, que es casi toda la población de la cuenca del Segura. Posteriormente, se incrementarán las medidas de ahorro de recursos para, en este segundo escenario de continuidad de escasez de precipitaciones, garantizar un mínimo de caudales circulantes y que no haya afecciones medioambientales irreversibles y, por último, establecer restricciones de tal manera que el impacto socioeconómico en el tejido agrícola sea el menor posible. De entrar en el peor escenario de emergencia, las restricciones al regadío podrían alcanzar hasta el 50%.
P.- Ahora que se tiene aprobado el plan hidrológico del tercer ciclo. ¿Qué iniciativas se van a acometer en el presente año hidrológico?
Una vez aprobado el plan hidrológico correspondiente al periodo 2022-2027, corresponde al organismo de cuenca materializar las actuaciones que el mismo contempla mediante la redacción de los proyectos y la ejecución posterior de las obras.
El citado Plan, con un montante presupuestario que supera los 3.300 M€ para dicho periodo, que finaliza en 2027; contempla múltiples líneas de actuación, pero quisiera destacar las correspondientes a la lucha contra la contaminación puntual y difusa, la destinada a minorar la vulnerabilidad de la cuenca frente a inundaciones y, asimismo, las destinadas a incrementar los recursos hídricos, básicamente desalación, y a unas tarifas adecuadas a los usos, lo que implicará para ello un ambicioso plan de ejecución de generación de energías renovables.
Asimismo, quisiera puntualizar el Marco de Actuaciones prioritarias para la recuperación del Mar Menor, que con 485 M€ es un ambicioso instrumento con el que MITECO revertirá la situación de la cuenca vertiente a la citada laguna mediante la ejecución de diez líneas de actuación muy diversas, y que van desde el control y protección del DPH, la renaturalización del mismo, la defensa frente a inundaciones, la mejora del conocimiento y la implementación de protocolos de gobernanza, con amplia participación del territorio en la definición de las soluciones a cometer, la mayoría de ellas en el ámbito de las medidas basadas en la naturaleza.
Como se puede comprender, es un reto de gestión y de ejecución presupuestaria importantísimo.
P.- Ahora que indica la renaturalización del DPH, ¿se tienen actuaciones previstas para alcanzar este fin en los cauces principales del río Segura?
Naturalmente, el personal técnico de la Comisaria de Aguas ha confeccionado un amplio abanico de actuaciones en el tronco principal del Segura, desde la cabecera hasta Contraparada en Murcia, que discretizado en siete tramos, permitirá la recuperación del bosque de ribera y la erradicación de la especie invasora de la caña (Arundo Donax), con un montante presupuestario de casi 18 M€ y que serán financiados por los Fondos FRER. Estos fondos permitirán, a su vez, actuar en ramblas de Molina de Segura (Cañada Morcillo y Mendoza), y también en el río Mula, afluente del Segura.
P.- Antes ha comentado la defensa de inundaciones como una de las actuaciones importantes del Plan hidrológico. ¿Podría concretar algo más? ¿En qué consistirán?
Es evidente que la DANA de 2019 significó, en casi todo el territorio que abarca la demarcación hidrográfica del Segura, que seguíamos siendo vulnerables frente a las inundaciones, más aún cuando la frecuencia e intensidad de estas se va a ver incrementada por acción del cambio climático. Es por ello por lo que se realizaron Planes directores en tres ámbitos geográficos: el Mar Menor, la Vega Baja y la zona del río Guadalentín.
Este conjunto de actuaciones contempla tanto infraestructuras «grises» como las presas de Tabala que, aunque ubicada en Murcia, protegerá a la Vega Baja alicantina y la presa de Béjar en la zona del Guadalentín, además de numerosos corredores hidráulicos y zonas de almacenamiento controlado que, diseñados como soluciones basadas en la naturaleza, permitirán la optimización en la circulación y laminación de los volúmenes de agua que se movilizan en las épocas de fuertes lluvias.
Ahora bien, estas obras, si bien mejorarán la Gestión del riesgo de inundaciones, no conseguirán su total desaparición, por lo que deberemos seguir trabajando en las líneas de prevención antes de los episodios y recuperación tras los mismos.
P.- ¿Sobre qué presas va a actuar la Confederación Hidrográfica del Segura?
La CHS gestiona un parque de infraestructuras hidráulicas importante que exigen su mantenimiento y conservación, entre ellas las presas de regulación y laminación y aquellas otras que solo son de laminación de avenidas. Por todo ello, y quizás por primera vez, se tienen operativos contratos de mantenimiento en todas y cada una de las presas de titularidad estatal que gestionamos en la CHS.
P.- Por último, el PERTE se constituye como una de las palancas para mejorar la gestión de las administraciones hidráulicas ¿Cómo afectara a la cuenca del Segura?
Nos encontramos ante un impresionante reto tanto de gestión como de ejecución presupuestaria que afrontamos con ilusión y responsabilidad
El PERTE del agua es una herramienta estratégica y presupuestaria que va a posibilitar, entre otras cuestiones, dos aspectos fundamentales para los gestores del agua; de un lado supondrá un mejor conocimiento tanto de los usos realizados en cantidad y calidad del recurso, y su afección al DPH, así como una mayor digitalización de los distintos procesos tanto técnicos como administrativos.
La gestión de las confederaciones hidrográficas cada vez es más compleja, debido a los mayores requerimientos legales en la gestión del DPH y, en el caso de la cuenca del Segura, a la incorporación de nuevos recursos, reutilización y desalación, lo que conlleva la necesidad de incrementar y especializar al personal funcionario y laboral de los organismos de cuenca.
Si a esa situación añadimos la mayor carga de trabajo derivada de cuestiones «extraordinarias» como las gestiones de las sequías, la necesidad de implementación de los fondos europeos de los PERTE, parece evidente que se precisa de una reconfiguración de las CCHH, en la que además de un incremento de las plantillas, la digitalización derivada del PERTE del agua permitirá hacer una mejor gestión.
Como he indicado al principio, nos encontramos ante un impresionante reto tanto de gestión como de ejecución presupuestaria que el personal de las confederaciones afrontamos con ilusión y responsabilidad.