Aprovechando una patente conexión con profesionales del sector ambiental y haciendo uso de los medios a su alcance, el Instituto Superior del Medio Ambiente ha hecho pública su disconformidad con el modo en que la Fundación Biodiversidad ha adjudicado este concurso en base a unos criterios que según afirman representantes del propio Instituto, difiere enormemente de los recogidos en el pliego de licitación.
El Centro de Innovación de Biodiversidad y Emprendimiento se ha anunciado esta semana como la propuesta estrella de la Fundación Biodiversidad para el año 2015. Un proyecto con un presupuesto de un millón de euros y en cuya licitación de explotación se valora específicamente una programación de actividades enfocada a resultados, entendiendo por tales el cumplimiento de los objetivos del propio pliego que, de forma inequívoca, recoge la participación de 60-100 coworkers activos, la realización de 10 actividades mensuales de formación y la puesta en marcha de un sistema de gestión que permita garantizar una media de 1000 visitantes todos los meses.
“El procedimiento en su conjunto está repleto de irregularidades. Desde el punto de vista formal, la licitación es un despropósito. Desde el punto de vista técnico se valoran las propuestas con criterios que nada tienen que ver con los recogidos en el pliego”, comentaba Juan Sierra, Director de Programas de Postgrado del Instituto Superior del Medio Ambiente y firmante de sendos posts excepcionalmente controvertidos en relación a este asunto (Españistán y la presunta Corrupción en la Fundación Biodiversidad, 10 Razones para anular la adjudicación del Centro de Emprendimiento Verde: Episodio I).
Santiago Molina, quien también se manifestaba hace días sobre la falta de legitimación del procedimiento en representación del ISM, adelantaba esta semana que “el caso se denunció en Junio ante el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales” y que “en la actualidad los asesores jurídicos de la entidad están trabajando en nuevas acciones a la espera de una respuesta por parte de la Fundación Biodiversidad”.
En el camino, una acusación clara y manifiesta de presunta corrupción y un análisis exhaustivo de un concurso público que ha despertado ya un más que notable malestar en el sector. La Fundación Biodiversidad no se ha pronunciado al respecto pero es de prever que lo haga en los próximos días si no quiere ver perjudicada su imagen como principal administrador nacional de fondos europeos en el desarrollo de acciones de promoción y apoyo del empleo verde.
