La calidad y amplitud de los contenidos tratados, el alto nivel de participación y la variedad de perfiles profesionales y sectores ambientales representados, hacen del congreso una cita imprescindible para el networking ambiental. El agua vuelve a ser uno de sus ejes principales, cuyo papel nos adelanta Eduardo Perero, del Área técnica de la Fundación Conama.
Pregunta: Bajo el lema de Conama 2018, “Rumbo 20.30”, ¿qué papel juega el agua entre los distintos ejes temáticos del congreso?
Respuesta: El agua vuelve a tener un papel protagonista en Conama 2018, con un eje temático propio, que pone la mirada en la Agenda 2030 para saber cómo asentar hoy las bases tanto de la política y planificación hidrológica, con visión de adaptación al cambio climático, como de la gestión hídrica, con visión de economía circular, destacando dos instrumentos transversales esenciales como son la gobernanza del sector del agua y su comunicación.
El agua también va a ser protagonista en otros ejes temáticos como las actividades dedicadas al aprovisionamiento sostenible y a la economía circular en el sector agroalimentario o la sesión dedicada al drenaje sostenible, entre otras.
P.- En el Grupo de Trabajo sobre gobernanza del agua, ¿quiénes son los actores que han participado y cuál es el objetivo del mismo?
R.- La gobernanza no solo implica el conjunto de procesos políticos, institucionales y administrativos a través de los cuales se articulan las políticas, sino que también supone la consideración de las inquietudes de cada actor, la rendición de cuentas, transparencia, capacitación, coherencia entre políticas, procesos de arbitraje, etc.
A menudo, las políticas fracasan realmente por problemas de gobernanza y si queremos que se implementen debemos entender qué es realmente la gobernanza y qué modelos se pueden aplicar en cada caso. Para tener una visión amplia, en el Grupo de Trabajo hemos reunido a los actores habituales del sector, pero también a representantes del Defensor del Pueblo, consumidores, ecologistas, académicos, políticos, economistas y otros expertos en transparencia y gobernanza.
P.- En este sentido, también habrá una Sesión Técnica que hablará sobre la política nacional del agua y la planificación hidrológica, ¿qué conclusiones se extraen de la misma?
R.- Conama ha insistido en el seguimiento de la planificación hidrológica como instrumento clave para desarrollar una política integrada del agua adaptada a cada territorio.
En Conama 2018 tenemos la oportunidad de identificar las lecciones aprendidas de los dos procesos de planificación anteriores, gracias a las evaluaciones europeas y a las primeras series de datos del seguimiento de los actuales planes hidrológicos de cuenca. Esto será importante para diseñar el próximo tercer ciclo de planificación, una oportunidad única para realizar un avance cualitativo en la planificación hidrológica en nuestro país.
Además, Conama 2018 será un lugar idóneo para conocer de primera mano las líneas estratégicas de la política general del agua del nuevo gobierno y debatir sobre las mejoras a proponer en la revisión de la Directiva Marco del Agua prevista para 2019.
P.- El agua y la comunicación forman un binomio cada vez más necesario a la hora de concienciar sobre los principales problemas en torno al agua, ¿cuáles son los retos a los que se enfrenta?
R.- Los operadores de agua tienen dificultades para abordar inversiones de mantenimiento, renovación o mejora de sus infraestructuras, por falta de financiación de las administraciones. Las estructuras tarifarias se mantienen por debajo del coste real del servicio porque se usan como arma arrojadiza política y se teme la contestación social.
Es necesario explicar a los ciudadanos la necesidad y los beneficios de ciertas inversiones para que vuelvan a valorar el servicio que reciben. Se ha hecho tan bien que hemos olvidado cuánto esfuerzo se dedica para hacer llegar agua de calidad a nuestros hogares y su depuración posterior.
Otros de los retos es estimular la colaboración ciudadana para ahorrar agua y para el adecuado uso del saneamiento. Al mismo tiempo, la sociedad demanda más cercanía y contacto. Todo ello puede solventarse con campañas de comunicación que mantengan el vínculo entre el servicio y los ciudadanos.
P.- Mirando al futuro y, más concretamente a 2030, otro de los retos a los que nos enfrentamos es el agua y la adaptación al cambio climático, ¿qué medidas se están llevando a cabo para alcanzar ese objetivo?
R.- Debemos reflexionar sobre cómo planificar en el futuro próximo. Quizá ya no sirvan las series hidrológicas que hemos utilizado. Tendremos que aplicar nuevos conceptos, como la gestión ante escenarios de incertidumbre, la generación de sistemas resilientes, la gestión adaptativa, la aplicación de soluciones de bajo arrepentimiento...
En Conama 2018 hemos puesto el foco de la adaptación al cambio climático al sector del agua, debatiendo sobre estas cuestiones e identificando proyectos que ilustrarán a otros el camino.
Además, la adaptación al cambio climático del sector del agua va a apoyar a la adaptación de otros sectores como el agrícola, el forestal, el energético, el turístico, el industrial… El agua es un sector clave cuya adaptación va a impulsar a otros.
P.- Por último, la economía circular es un concepto que ha irrumpido con fuerza en los últimos tiempos y el sector del agua no es ajeno a ello. ¿Qué proyectos de innovación está poniendo en marcha el sector para ajustar más el círculo?
R.- Curiosamente, aunque el agua es pionera y tiene interiorizada su naturaleza circular, no está teniendo la presencia necesaria en las políticas que se están desarrollando, ni aparece en sus esquemas conceptuales.
El Grupo de Trabajo sobre Agua y Economía Circular de Conama considera que la economía circular en el sector, no sólo implica a la reutilización, sino a todo el ciclo y a todos sus actores en distintos objetivos. También es corresponsable en la circularidad de otros sectores con los que interacciona.
Se están recopilando proyectos de innovación industrial, de reutilización, ahorro, eficiencia, huella hídrica, redes separativas, materias primas secundarias a partir de lodos, aplicaciones de salmueras, proyectos que contribuyan a la regeneración de ecosistemas, etc. En definitiva, nuevas tecnologías, nuevos productos, nuevos modelos de gestión o de negocio que apoyen la circularidad del sector del agua.
