Las principales razones del liderazgo mundial que, con casi 7 millones de metros cúbicos diarios, ostenta este país son sus extremas condiciones climáticas y la ausencia de recursos hídricos. Además, la desalación es una tecnología madura, con unos costes de producción competitivos y unos retornos de inversión atractivos. Todo ello ha hecho que la producción de agua desalinizada sea una solución viable y rentable para solventar los problemas de escasez de agua del país y ha desembocado en que ya existan 35 de estas plantas en el reino saudita.
Con el lanzamiento de la Saudi Vision 2030 en 2016, momento en el cual el país producía 5,1 millones de metros cúbicos diarios, Arabia Saudí estableció unos objetivos ambiciosos pero desafiantes para ampliar su producción de agua desalinizada. En ellos, dentro del National Transformation Plan 2020, pretendía alcanzar para el año 2020 una producción diaria de 7,3 millones de metros cúbicos para sustentar la creciente demanda de agua potable.
No ha conseguido alcanzar esta cifra, pero ha elevado la producción en menos de 4 años hasta los 6,85 millones de m3/día, lo que ha representado un aumento del 34,3%. Para el año 2025, la capacidad total disponible de agua desalinizada la ha establecido el gobierno en 8,5 millones de m3/día. Esta capacidad se pretende alcanzar mediante la construcción y ampliaciones de 11 plantas desalinizadoras que se están llevando a cabo y cuyos años de inicio de comercialización se estimaban, antes de la pandemia de Covid-19, entre el 2021 y 2025.
Arabia Saudí, hoy en día, tiene algunas de las mayores instalaciones de desalación del mundo, combinando diferentes tecnologías como la destilación flash multietapa (MSF), destilación térmica multiefecto (MED) y ósmosis inversa (RO). Entre las principales plantas desalinizadoras del Reino destacan 2 de las 3 más grandes del mundo como son: Ras Al – Khair, la más grande del mundo, y Shuaibah 3 con 1.025.000 m3/día y 880.000 m3/día de capacidad respectivamente. La tecnología más usada hasta el momento es la ósmosis inversa (RO), empleada por 14 de las plantas desalinizadoras, seguida muy cerca por la tecnología de desalinización térmica de destilación flash multietapa (MSF) usada por 13 y finalmente por la destilación térmica multiefecto (MED) empleada por 8 plantas desalinizadoras.
La disminución de costes ha sido uno de los principales factores del crecimiento y éxito de la desalación. Desde la década de los años 60, el coste para desalar agua ha disminuido alrededor de un 96%, pasando de unos costes unitarios aproximados de 10 US$/m3 en la década de 1960 a menos de 0´5 US$/m3 en 2020.
Puedes ampliar información sobre el sector del agua en Arabia Saudí en los siguientes enlaces:
