Los índices de estrés hídrico en Túnez se han acrecentado hasta alcanzar niveles alarmantes, llegando a 500 m³ por año y habitante. Al mismo tiempo, con el aumento de la población y el desarrollo de ciertos sectores, como la agricultura, el turismo o la industria textil, la demanda de agua en el país ha ido en aumento durante las últimas décadas.
En los últimos 30 años Túnez ha logrado mejorar notablemente sus servicios públicos de agua y saneamiento. Entre 1990 y 2012 el acceso de la población al agua potable mejorada aumentó del 82% al 97%, y en 2021 se sitúa en el 98%. Sin embargo, aún quedan zonas y regiones de país sin servicios o infraestructuras de agua y saneamiento.
El sector del agua y saneamiento en Túnez se considera de vital importancia en todos los planes de desarrollo de país, especialmente en lo que concierne al acceso universal de la población al agua potable y a la mejora de las condiciones de salud e higiene, sobre todo en las regiones más rurales y/o aisladas. Figura como uno de sus principales axis en sus objetivos de desarrollo sostenible para 2030, así como en sus estrategias de desarrollo social.
Túnez cuenta con una hoja de ruta propia del sector, EAU 2050, parcialmente financiada por el Banco Africano de Desarrollo (BAD), para planificar el futuro del agua y saneamiento, aunque la continuidad de este proyecto es actualmente incierta debido a la reciente inestabilidad política y económica.
En lo que respecta a inversión pública, antes de la crisis sanitaria del COVID-19, el gobierno tunecino había incrementado progresivamente la asignación de financiación y presupuestos para esfuerzos de agua y saneamiento. En el último plan quinquenal 2016 - 2020, el presupuesto objetivo para este sector era de alrededor 600 millones de euros, y, aunque aún no se ha publicado el próximo plan quinquenal, la ONAS cuenta con un plan estratégico que incluye una serie de proyectos, mejoras y ampliación de determinadas infraestructuras.
Túnez es un importante foco de apoyo y cooperación para las instituciones multilaterales que financian y desarrollan proyectos de infraestructuras públicas, sobre todo en el ámbito del medio ambiente y del agua y saneamiento. Según cálculos del Grupo del Banco Mundial (2021) a fecha de 2020 habría alrededor de 190 millones de dólares (unos 170 millones de euros) invertidos en diversos proyectos de agua y saneamiento por parte de múltiples organismos y agencias de cooperación y está previsto que esa cifra aumente en los próximos años.
En Túnez no existen prácticamente empresas capaces de cubrir todas las etapas de un proyecto, por lo que deben acudir a fabricantes tunecinos e internacionales para responder a sus necesidades. Los principales mercados de origen de determinados componentes son Francia, Alemania e Italia, con una creciente presencia de China y Turquía. Aunque España se posiciona entre los 5 y 10 primeros proveedores de Túnez para determinadas partidas arancelarias, su presencia comercial en el país es más bien discreta. El empresario tunecino del sector valora la calidad del producto europeo y las relaciones comerciales entre la U.E y Túnez son fuertes, pero no conoce especialmente fabricantes españoles de este sector a no ser que haya trabajado previamente con alguno.
Más información sobre el sector en 'El mercado del equipamiento para el sector del agua y saneamiento en Túnez' informe publicado en Icex y de descarga gratuita.
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