Israel es un país pequeño de 9,3 millones de habitantes situado en una de las zonas de menor pluviosidad del mundo, con un aumento demográfico constante y un desarrollo económico que provocan que el estrés hídrico sea creciente.
En Israel, la única fuente de agua dulce es el mar de Galilea que supone entre el 20 y el 30% del suministro total de agua en el país, si bien su importancia se está viendo reducida en favor de otras fuentes artificiales de agua como la desalinización procedente del mar Mediterráneo o la reutilización de aguas.
La principal fuente de obtención de agua es la desalinización. El 90% de agua desalada se obtiene de las cinco plantas principales, Ashkelon, Palmachim, Hadera, Sorek y Ashdod, que se encuentran entre las doce de mayor capacidad de todo el mundo. Además, en la actualidad se está construyendo la planta de Sorek 2 (será la mayor planta desaladora del mundo) y está en proyecto la planta de Galilea Oeste. Se espera que, una vez se hayan construido estas dos plantas, entre el 85 y el 90% del total de agua consumida en Israel proceda de plantas desalinizadoras.
Por otro lado, Israel es líder mundial en reutilización de aguas del mundo. El 87% del agua desechada se reutiliza, principalmente para fines agrícolas e industriales. El 30% del total de agua utilizada para agricultura procede de agua reutilizada, mientras que el 20% del total de agua de uso industrial es también agua que ya ha sido utilizada previamente. En décadas recientes, los agricultores israelíes han conseguido doblar su producción agrícola por metro cúbico.
Los principales actores públicos del sector del agua en el país son IWA (Israel Water Authority) y Mekorot. IWA es la responsable de la gestión y el funcionamiento eficaz del sector del agua en el conjunto del país. También se encarga de la preservación y restauración de recursos hídricos naturales, desarrollo de nuevas fuentes de agua y de la regulación de los productores de agua y para los consumidores. Además, es la encargada también de fijar los precios dentro del sector.
Desde 2001, con la publicación de la Ley de Corporaciones de Agua y Aguas Residuales 5761-2001 se permitió la creación de entidades locales privadas que se encargan de distribuir el agua en los municipios. De esta manera, se incrementó la productividad y se redujeron los costes, lo que provocó un aumento en la inversión dentro del sector.
Las principales oportunidades de negocio para la empresa española en el sector de agua proceden de las licitaciones que publica Mekorot. Además, la firma de los Acuerdos de Abraham entre Israel y algunos países árabes (UAE, Marruecos, Bahréin y Sudán) supone la aparición de operaciones triangulares que pueden ser de interés para las empresas españolas.
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