Canadá es un país rico en agua. El país dispone aproximadamente del 20 % del agua dulce del mundo y de alrededor de un 6,5 % del suministro mundial de agua renovable.
Como en muchos países industrializados, la infraestructura de agua en Canadá no ha supuesto una prioridad desde los años setenta. Consecuencia de ello, según el Canadian Infrastructure Report Card, un tercio de la infraestructura municipal de Canadá está en riesgo de un rápido deterioro, el 36 % de las infraestructuras de aguas residuales se encuentra en estado regular o precario y el 29 % de las infraestructuras de agua potable está en estado precario o muy precario. El coste total para sustituir las infraestructuras de agua potable, aguas residuales y aguas pluviales supondría unos 575.000 millones de dólares canadienses (unos 376.000 millones de euros).
En el subsector de las infraestructuras de agua, se espera un crecimiento anual del 2,8 % hasta finales de 2025. Por otro lado, en el subsector de instalaciones de tratamiento de aguas residuales se espera un crecimiento de inversión a una tasa anualizada del 3 %, alcanzando los 8.100 millones de dólares canadienses en 2021. Estas previsiones harán necesarias asociaciones público-privadas (PPP) para financiar las obras necesarias.
Las mayores oportunidades para las empresas españolas en Canadá van a seguir proviniendo de las licitaciones públicas, que se podrán beneficiar del Acuerdo Económico y Comercial Global (CETA) entre la UE y Canadá, que abre el mercado de la contratación pública a las empresas europeas, facilitándoles la competencia en igualdad de condiciones con las empresas canadienses.
Los sistemas de gestión de agua de los municipios seguirán siendo la principal fuente de proyectos. Las inversiones relacionadas con el abastecimiento, tratamiento y distribución de agua municipal y las instalaciones de recolección y tratamiento de aguas residuales están recibiendo cada vez más recursos federales. Las empresas que presenten productos o proyectos innovadores que den soluciones a los problemas ambientales tendrán mayores posibilidades de éxito, ya que las ciudades canadienses buscan implantar el concepto de Smart Cities en la gestión de los servicios de agua, de modo que se pueda controlar de manera instantánea y remota la calidad del agua, el consumo, el estado de la red, y cualquier otra variable que contribuya a la gestión eficiente del uso del agua. Para las pequeñas y medianas empresas hay oportunidades de “nicho”. Las sustancias químicas, los filtros y otros insumos que se necesitan en el proceso de limpiar el agua son áreas de innovación y oportunidades para las empresas españolas.
En el momento de publicación del presente estudio, se desconoce en qué medida la crisis provocada por la emergencia sanitaria de la COVID-19 pueda afectar a las inversiones previstas en el sector del agua. No obstante, sí se han pronunciado ya diversas autoridades federales y provinciales sobre el papel que las infraestructuras deberían desempeñar como impulsoras de la reactivación de la actividad económica.
Puede leer el estudio completo en el Portal ICEX
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