Trabajar con diferentes gestores de infraestructuras en diferentes ciudades y países, es muy enriquecedor. Nos permite conocer las peculiaridades y los secretos de muchas ciudades y países.
Hoy nos adentraremos en los canales de Ámsterdam y los Países Bajos.
El agua en los Países Bajos
La historia de los Países Bajos es una historia de lucha contra el agua. Con una orografía muy llana y parte de su territorio situada por debajo del nivel del mar, la disponibilidad de tierra seca y cultivable es reducida. Además, han de protegerse de la entrada de agua de mar provocada por las mareas y las tormentas, pero a su vez, deben drenar el agua de lluvia que cae en su territorio. Una tarea que requiere muchos años de experiencia y buenas infraestructuras.
En total son casi 7.500 km2 de tierra los que los Países Bajos ha logrado arrebatar al mar. Si sus infraestructuras, hoy el país sería una cuarta parte más pequeño.
Su principal arma para obtener tierra seca ha sido el polder. Con este sistema se rodea una zona de tierra con un dique perimetral, se crean canales en forma de retícula, y por medio de molinos de viento antes, y bombas eléctricas ahora, se bombea el agua fuera, haciendo disminuir el nivel en su interior.
Así se ha conseguido convertir una tierra prácticamente inhabitable en uno de los países más prósperos del planeta. Un ejemplo de como la voluntad del hombre puede imponerse a una naturaleza hostil y desafiante.
Flevoland, una provincia salida del mar
El 1 de enero de 1986 se incluyó la nueva provincia de Flevoland, el proyecto de drenaje más grande del mundo. La gente aquí vive literalmente en el fondo del antiguo mar Zuiderzee. Hoy hay aquí áreas naturales, tierras de cultivo y ciudades como Almere y Lelystad.
Flevoland es también el cementerio de barcos más grande del mundo. Se pueden ver dónde se encontraron los más de 450 naufragios en Flevoland en el paisaje de pólderes gracias a los postes azules y blancos de tres metros con un barquito rojo encima.
La tragedia de 1953 y el Plan Delta
En la noche del 31 de enero al 1 de febrero de 1953, la mezcla entre una potente borrasca al noreste, con vientos huracanados, y una marea viva, rebasó y rompió los 89 diques de contención, provocando graves inundaciones. Murieron 1850 personas y hubo que evacuar a 72.000.
200.000 cabezas de ganado murieron y 200.000 hectáreas resultaron inundadas con agua salada, inutilizando las tierras cultivables durante un largo periodo.
El agua llegó a alcanzar los 4.55 metros sobre el nivel del mar.
Tras la tragedia, los Países Bajos comenzaron el desarrollo del Plan Delta, compuesto de 13 diques, y es la barrera contra tormentas más grande del mundo. Este proyecto impresionante, a veces también llamado una de las siete maravillas del mundo, demuestra la relación de los holandeses con el agua.
Los diques no son barreras fijas, sino que tienen exclusas, como si de una presa se tratara. Uno de los ejemplos más conocidos y espectaculares es el Oosterscheldekering, un dique único de 8 kilómetros de largo y 62 enormes compuertas correderas, que en 75 minutos puede cerrar el estuario del Oosterschelde.
Las compuertas suelen estar abiertas cuando hace buen tiempo, con lo que se consigue preservar la salinidad del agua y con ella la naturaleza marina. Esto ha permitido que en la actualidad se pueda seguir cultivando ostras y capturar langostas en esta zona.
Otra de las más famosas barreras es la que cierra en caso de tormenta el puerto de Róterdam y protege a la ciudad de inundaciones; la barrera de Maeslant.
Esta impresionante barrera móvil cierra un paso de 600 metros y tarda en cerrarse alrededor de dos horas. Se estima que cada día que permanece cerrada, el puerto de Róterdam pierde 10 millones de euros, por lo que solo se cierra en momentos de verdadera necesidad.
Ámsterdam
El nombre de Ámsterdam viene del origen que tuvo la ciudad: una presa (dam en neerlandés) en la desembocadura del río Amstel. Alrededor de esta presa evolucionó y creció la que es hoy una de las ciudades más icónicas de Europa.
El barrio de los canales de Ámsterdam celebró su 400 aniversario en 2013. La construcción de esta nueva ciudad-puerto fue uno de los mayores ensanches urbanísticos de Ámsterdam y se llevó a cabo en dos fases. La primera dio comienzo en 1613 y la segunda a partir de 1660, una época en la que la ciudad vivía su edad de oro.
En muchas ocasiones se llama a Ámsterdam la 'Venecia del Norte', pero las diferencias de estas dos ciudades son abismales. Hay que tener en cuenta que los canales de aquí, además de ser utilizados para transporte de mercancías, fueron construidos para poder drenar y obtener terreno seco en el que extender la ciudad.
Si te interesa la historia del nacimiento y evolución de la ciudad de Ámsterdam, no te pierdas este artículo de Urban Network
La gestión del agua en Ámsterdam
A las tareas habituales de la gestión del agua de cualquier ciudad: hacer llegar agua potable de calidad a los usuarios, y gestionar y depurar las aguas residuales (resumiendo mucho), en Ámsterdam, también se tiene que gestionar la red de canales. Controlan en todo momento el nivel de las aguas subterráneas, mantienen los canales limpios, y mantienen y operan muchos puentes y esclusas de la ciudad.
Y esta no es una tarea fácil como podemos imaginar. Con parte de la ciudad bajo el nivel del mar (por lo que el agua quiere entrar) y unas precipitaciones de 805 mm al año de media (agua que se resiste a salir), las infraestructuras son más importantes que nunca.
