Científicos de la Universidad del Estado de Míchigan (MS) comienzan a cuestionar una visión simplista de los recursos naturales, a favor de una forma que refleje mejor cómo funciona realmente el mundo.
Los recursos naturales no solo fluyen o viajan por tuberías, a veces la energía recorre el mundo almacenada en los materiales que produce. A veces el agua se mueve almacenada en los cultivos que ha hecho crecer.
Puede haber lugares con escasez de agua o energía que aceptan dinero a cambio de enviar fuera productos que almacenan esos escasos recursos, con frecuencia a otro lugar que no sufre esa carencia, pero que de cualquier manera agradece conservar sus propios recursos.
En el número de marzo de la revista Science of the Total Environment, un artículo del estudiante de doctorado en el Centro de Integración de Sistemas y Sostenibilidad (CSIS) de MSU Zhenci Xu y sus compañeros estudia el comercio virtual de energía y agua de forma conjunta en China, aplicable a otras partes del mundo.
La forma de utilizar recursos naturales en todo el mundo tiene importantes consecuencias ambientales y socioeconómicas
El enfoque que considera el nexo agua-energía hace posible tener en cuenta el efecto del comercio en este intercambio, y describir impactos que no siempre se aprecian. Los resultados muestran que más del 40% de las provincias chinas obtuvo un tipo de recurso, ya sea agua o energía, mediante el comercio, a expensas del otro tipo (energía o agua). El 20% de las provincias perdieron tanto agua como energía. Sorprendentemente, el 40% de la transferencia de agua/energía fue de provincias con escasez de esos recursos, que los enviaron fuera, a provincias con abundancia de ellos, acrecentando la desigualdad.
“La forma de utilizar recursos naturales en todo el mundo tiene importantes consecuencias ambientales y socioeconómicas” comenta Jianguo “Jack” Liu, director del CSIS. “El comercio de recursos cruciales implica muchas interacciones, y para avanzar en sostenibilidad es preciso conocerlas y tenerlas en cuenta”.
En un segundo artículo, esta vez en la revista Applied Energy, un grupo liderado por los investigadores mencionados estudian de nuevo el flujo de energía virtual, es decir, la energía que se utiliza para producir bienes en un lugar que luego se envían a otro, en China. Encontraron que la energía virtual fluye de las zonas menos pobladas y más pobres en energía del oeste de China a las ciudades en expansión del este del país, con abundancia de energía.
“Nuestro trabajo muestra que el comercio virtual de agua/energía depende más de la demanda que de la oferta; por lo tanto, para reducir el consumo de recursos y la carga para el medio ambiente son necesarias políticas dirigidas a reducir la demanda,” explica Xu. “Es importante buscar un equilibro ambiental además del beneficio económico”.
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