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La agricultura como servicio esencial en tiempos de crisis (y siempre)

Campo de cultivo de pimientos al aire libre, Cartagena Decenas de jornaleros recogen la cosecha respetando las distancias de seguridad y usando guantes y mascarillas (Foto: Pablo González-Cebrián/iAgua).
Campo de cultivo de pimientos al aire libre, Cartagena Decenas de jornaleros recogen la cosecha respetando las distancias de seguridad y usando guantes y mascarillas (Foto: Pablo González-Cebrián/iAgua).

La crisis sanitaria provocada por el coronavirus no solo ha puesto en jaque a los sistemas sanitarios de todo el mundo, también ha puesto a prueba la gestión de los gobiernos ante una situación sin precedentes e impensable en los tiempos actuales. Porque nadie se esperaba que primeras potencias mundiales y países desarrollados se derrumbaran como un castillo de naipes ante lo que se tildó como “un virus de la gripe más”, y que este SARS-CoV-2 debilitara como lo ha hecho los sistemas económicos.

En España no se ha librado nadie. Mientras que el Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19, obligó a sectores como la hostelería y el comercio a echar el cierre, lo que inevitablemente se traduciría en pérdidas millonarias, otros sectores considerados como esenciales, directa o indirectamente, tampoco han salido indemnes, pese a mantener su actividad.

La crisis sanitaria provocada por la COVID-19 en España ha impactado en todos los sectores económicos, y el sector agroalimentario no ha sido una excepción. Y pese a tener su propia lucha antes de la irrupción del coronavirus, su respuesta ante la pandemia ha sido más que ejemplar

Si bien la crisis por el coronavirus ha hecho resaltar los servicios esenciales, es decir, aquellos servicios necesarios para el mantenimiento de las funciones sociales básicas, la salud, la seguridad, el bienestar social y económico de los ciudadanos, o el eficaz funcionamiento de las instituciones del Estado y las Administraciones Públicas –entre los que se incluyen los servicios de suministro de agua y los de saneamiento de aguas residuales, el suministro eléctrico y telecomunicaciones–, estos no han estado exentos a los problemas derivados de una crisis como la que atravesamos.

Y, precisamente, uno de los sectores que se ve implicado por estos servicios esenciales dado su papel en la cadena de abastecimiento alimentario, es el sector agrario que, aunque el R.D. 463/2020 no lo menciona expresamente, sí lo hace implícitamente su artículo 15 referente a las medidas necesarias para garantizar dicho suministro. Esto implica que, durante el estado de alarma, debía mantenerse no solo la actividad de las empresas agroalimentarias en su conjunto, incluidas las explotaciones agrícolas, ganaderas, acuícolas y la actividad pesquera, sino también la de las empresas que, a su vez, les suministran los insumos necesarios para su funcionamiento.

  • Pablo González-Cebrián/iAgua.
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Un paso al frente pese a los obstáculos

Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el sector agrario contribuye, junto con la silvicultura y la pesca, a generar el 2,8% del PIB nacional. Es la base sobre la que se sustentan más de 30.700 industrias agroalimentarias en España que, junto a la industria auxiliar de fertilizantes y semillas, además del transporte y la distribución alimentaria, aportan cerca del 11% del PIB nacional y generan 2,7 millones de empleos en España.

Y pese a ser considerado como un sector estratégico para la economía española, antes de la llegada de la COVID-19 a nuestras vidas (al menos que supiéramos), el sector libraba desde el mes de enero su propia batalla debido al desplome de los precios en origen y al incremento de los costes de producción, lo que se traduce en un margen de beneficios para el productor mínimo o, incluso, negativo. La falta de rentabilidad de sus explotaciones (la renta agraria cayó un 9%), llevó al sector agrario al límite, que se echó a la calle para defender su futuro, y por qué no decirlo, el de toda la sociedad, mientras las redes sociales se sumaban a su lucha con el hashtag #AgricultoresAlLímite.

Lucas Jiménez, presidente de SCRATS.

"En la nueva normalidad, la presencia vertebradora y solidaria del trasvase será decisiva"

El sector agrícola español ha respondido a la crisis sanitaria con nota. En la demarcación que comprende el trasvase Tajo-Segura, además, esta conducción se ha mostrado imprescindible para seguir ofreciendo al mercado productos de la mejor calidad. Hablamos sobre su papel con Lucas Jiménez, presidente de SCRATS

"Los agricultores del Levante han demostrado que son un sector esencial para nuestra subsistencia"

La continuidad de la actividad agrícola durante la crisis sanitaria ha permitido garantizar el suministro alimentario con normalidad. El vicepresidente de SCRATS, Javier Berenguer, pone en valor la labor de los agricultores y la necesidad de atender a sus demandas.

Javier Berenguer, vicepresidente de SCRATS (Pablo González-Cebrián/iAgua)

El hartazgo del sector se tradujo en una oleada de movilizaciones a lo largo y ancho de España: Galicia, Aragón y País Vasco fueron las primeras, seguidas de La Rioja, Extremadura, Andalucía y Castilla y León. Ya entrados en febrero, Cantabria, Castilla-La Mancha, Valencia, Baleares y entre medias Madrid, donde cientos de profesionales se agolparon frente al Ministerio de Agricultura para reivindicar precios justos y pedir soluciones a una crisis que arrastran desde hace más de cuarenta años.

Y apenas sin darnos cuenta, otra crisis (esta a nivel mundial) empezó a ocupar los telediarios en su lugar. Sus problemas pasaron entonces a un segundo o tercer plano –sin desaparecer, eso sí– para responder ante una situación excepcional que nadie esperaba: la pandemia de la COVID-19.  Un periodo crítico e inesperado en el que el sector agroalimentario se convirtió en uno de los colectivos protagonistas en la lucha contra la pandemia. Si bien no lo hicieron en primera línea, volvieron a demostrar la importancia de su trabajo para el conjunto de la sociedad al no cesar su actividad para garantizar la seguridad alimentaria y satisfacer las necesidades y demanda de alimentación en España (para tranquilidad de la población).

  • Pablo González-Cebrián/iAgua.
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  • Pablo González-Cebrián/iAgua.
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Un ejemplo de esta labor han sido los regantes del Tajo-Segura, cuya infraestructura principal, el trasvase, ha cumplido 41 años en mitad de la pandemia. Así, todos los eslabones que forman parte de la cadena de una de las obras hidráulicas de ingeniería más grandes realizadas en España han sido y son piezas irremplazables para hacer que el agua llegue a los hogares y, por supuesto, al inicio de la cadena alimentaria.

Jesús Parra Navarro, Capataz de los canales del postrasvase Tajo-Segura (Margen Derecha) (Foto: Pablo González-Cebrián/iAgua).

"Gracias a los envíos del Tajo al Segura, se ha podido disponer de agua para cubrir las demandas"

La infraestructura del trasvase Tajo-Segura no ha parado su funcionamiento por las circunstancias causadas por la pandemia de COVID-19. Es más: gracias al aumento de la seguridad y protección de los trabajadores, ha seguido suministrando agua con normalidad. Jesús Parra Navarro lleva trabajando en esta infraestructura desde el año 1990, y también es coordinador de Prevención de Riesgos Laborales.

"Si no disponemos del trasvase, no será posible continuar con la agricultura en el Levante"

El trasvase Tajo-Segura tiene un papel fundamental para las comunidades de regantes. Durante la pandemia por la COVID-19, su importancia se ha puesto aún más de manifiesto, en especial en la zona de Lorca. Desde 2012, Alba Fernández es la directora técnica de la Comunidad de Regantes de Lorca, que aglutina a más de 12.000 regantes y 23.000 hectáreas de riego.

Alba Fernández, directora técnica de la Comunidad de Regantes de Lorca (Foto: Pablo González-Cebrián/iAgua).
María del Mar Galindo, empresaria agrícola en el Campo de Cartagena (Foto: Pablo González-Cebrián).

"El regadío y el medioambiente son compatibles si existen las infraestructuras necesarias"

Los jóvenes toman el relevo en el sector agrícola. La nueva generación pone el acento en la innovación, en especial en materia hídrica, sin olvidar el camino recorrido hasta ahora. La historia familiar de María del Mar Galindo Galindo está estrechamente ligada al campo. Hija de agricultor y nieta de campesino, en 2014 se graduó en Ingeniería de las Industrias Agroalimentarias por la Universidad Politécnica de Cartagena. Al año siguiente, comenzó su andadura como empresaria agrícola en la empresa familiar Agrícola Galindo.

"Necesitamos a las administraciones ante los desafíos a los que como agricultores nos enfrentamos"

Gracias a las nuevas tecnologías y la investigación constante, la agricultura es cada vez más eficiente, en especial en el uso del agua. En el transcurso de la crisis sanitaria, estas herramientas han sido fundamentales. En esta entrevista, José Roque López Andreo, ingeniero técnico agrícola y gerente de López y Andreo Agrícola SL, detalla los objetivos a cumplir y cómo ha trascurrido la actividad de la empresa durante el confinamiento, así como el papel del trasvase para el agro murciano.

José Roque López Andreo, ingeniero técnico agrícola y gerente de López y Andreo Agrícola SL (Foto: Pablo González-Cebrián).

Un futuro incierto para un sector de siempre

Agricultores, comunidades de regantes, técnicos y demás profesionales implicados en las actividades económicas del campo afrontan la tan sonada “nueva normalidad” (aunque nadie sabe con exactitud en qué consiste y todavía se esté construyendo), añadiendo a los problemas que ya existían antes de la COVID-19, las consecuencias que ya se están dejando ver en el después.

Con los mismos obstáculos de siempre, y con el añadido de un inusual virus al que habrá que seguir teniendo en cuenta y que acentúa todavía más su propia crisis, el sector sale reforzado de moral por el buen trabajo realizado –que nunca ha dejado de hacer–, a la espera de que el Gobierno, de una vez por todas, se comprometa con su futuro en la reconstrucción económica y social de España; en la que, no se nos olvide, es clave.

Diálogo con Lucas Jiménez, presidente de SCRATS

Publicado en iAgua Magazine 29 - Junio 2020
iAgua Magazine 29