La Comisión de Medio Ambiente del Congreso, aprobará este miércoles con competencia legislativa plena y, por lo tanto, enviará al Senado el proyecto de Ley de Evaluación Ambiental que incluye, entre otros puntos, el nuevo pacto sobre el Tajo, denominado 'Memorandum del Tajo', adoptado recientemente entre el Gobierno y cinco comunidades autónomas.
Esta normativa plantea también que los estudios de impacto ambiental incorporen expresamente la peligrosidad sísmica e inducida, para evitar casos como el del proyecto Castor, con más de 300 temblores registrados a consecuencia de su actividad.
A petición del Gobierno, esta ley se tramita por la vía de urgencia, un hecho que los grupos de la oposición han criticado en varias ocasiones puesto que la Comisión Europea debate en estos momentos una nueva directiva sobre la materia.
Por lo que, según el ministro del ramo, Miguel Arias Cañete, la normativa entrará en vigor en la Administración General del Estado "inmediatamente", mientras que las comunidades autónomas tendrán un plazo de un año para adoptarla.
En el debate de esta ley se aprobarán previsiblemente también otras cinco enmiendas transaccionales, pactadas entre PP, CiU, PNV y UPyD. Igualmente, el PP aceptará otras siete enmiendas parciales presentadas por la oposición a este proyecto de ley, aunque todas ellas de carácter técnico, según informaron a Europa Press en fuentes parlamentarias.
El nuevo Pacto sobre el Tajo
Así, la Ley de Evaluación Ambiental recogerá el nuevo acuerdo sobre el Tajo por el que "en función de las existencias conjuntas" en Entrepeñas (Guadalajara) y Buendía (Cuenca), a principios de cada mes se decidirán trasvases con un máximo anual total de hasta 650 hectómetros cúbicos (hm3) en cada año hidrológico.
De este modo, los volúmenes de agua determinantes de la regla de explotación del trasvase Tajo-Segura se actualizarán por medio de decreto, con el objetivo de adecuar "de forma flexible" las magnitudes a las variaciones hidrológicas observadas en los últimos años y contar con instrumentos "ágiles" para adaptarse a los posibles efectos de alteración hidrológica, como los inducidos por el cambio climático.
Reforzar la protección ambiental
El proyecto de Ley de Evaluación Ambiental, que unifica las leyes de evaluación ambiental estratégica y la de evaluación de impacto ambiental, con el objetivo de reforzar la protección medioambiental en España, así como de incrementar la participación de todos los agentes económicos y sociales en los procedimientos de evaluación ambiental, simplificar los trámites e incrementar la seguridad jurídica, ante la variada legislación autonómica.
En la defensa de esta ley, el ministro de Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha subrayado que establece un modelo básico de evaluación ambiental para homogeneizar la normativa en esta materia. Además, cree que esta ley sirve para corregir las insuficiencias detectadas en los 25 años de aplicación en España de la evaluación ambiental, como pueden ser la diversidad de normativas, "que genera inseguridad jurídica", o la tardanza en la emisión de algunas declaraciones de impacto ambiental.
La Ley establece a su vez una evaluación obligatoria de los proyectos consistentes en la realización de perforaciones para la exploración, investigación y explotación de hidrocarburos que requieran la utilización de técnicas de fracturación hidráulica, el denominado 'fracking', según ha relatado.
Entre las novedades, ha destacado también la toma en consideración del cambio climático en las evaluaciones ambientales, así como la puesta en marcha de los bancos de conservación de la naturaleza, "una línea estratégica" europea en la materia, implantada en Estados Unidos, por ejemplo, y que permite "compensar o restaurar las pérdidas netas de valores naturales que podrán ser comercializados".
Asimismo, ha indicado que se sancionará el denominado 'bunkering' con hasta 100.000 euros y se tipificará como infracción grave la prestación de servicios de suministro de combustible mediante el fondeo permanente de buques-tanque, o los vertidos de materiales para rellenos no permitidos en aguas comprendidas en los espacios naturales protegidos y en los espacios de la 'Red Natura 2000'.