El presidente de la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillado (ANDA), Marco Fortín, explicó la situación actual para el tratamiento de aguas residuales en el país.
“Tenemos colectores en situaciones muy críticas, como el de San Benito, de la colonia Costa Rica, Málaga, La Providencia, Monserrat, Miramonte, el centro histórico de El Salvador, el bulevar del Ejército, Rábida”, ejemplificó el titular de ANDA.
“Tenemos que comenzar por hacer un censo de quiénes cumplen y quiénes son los que no cumplen para saber nosotros qué medidas vamos a tomar”, sostuvo Fortín.
De acuerdo a la autónoma, atender esta problemática implica un trabajo de coordinación interinstitucional entre ANDA, Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) y Ministerio de Salud (MINSAL), entre otros, con el fin de hacer uso de toda la legislación existente en torno al tema.
Paralelo a esto plantea la importancia de que todos los sectores de la sociedad tomen conciencia de la situación para que den la importancia a la aprobación de la Ley General de Aguas en la Asamblea Legislativa.
Por la falta de regulación en este tema, actualmente nuestro país solo da tratamiento a un 7% de las aguas residuales que son recolectadas a través del alcantarillado sanitario. Este alcantarillado además recibe aguas lluvias y un alto porcentaje de las descargas industriales.
Las aguas lluvias en la época de invierno colapsan la capacidad de conducción de este sistema; al igual que las descargas industriales sin ningún tratamiento, durante todo el año, a pesar de que pueden ser volúmenes relativamente bajos, su potencial de contaminación es tal que puede afectar cualquier vía de tratamiento.
“La red de aguas negras existe desde hace unos 80 años en los centros urbanos de nuestro país (…) en muchos lugares ya no existe la tubería, solo está el canalito formado que se ha cristalizado y ahí están corriendo las aguas negras”, mencionó Martha María Nuila, encargada del área de saneamiento de la región metropolitana de ANDA.
ANDA tiene contemplado, dentro de su plan quinquenal, realizar un catastro de la tubería y cañería que se debe sustituir, tanto de aguas negras como de agua potable.
Es ante este panorama que la autónoma desarrollará, además del censo a realizar, el establecimiento de un monitoreo permanente a industrias y restaurantes, entre otros establecimientos, para verificar el contenido de sus descargas, así como los mecanismos que utilizan en dicho proceso, todo esto con el fin de evitar problemas de salud entre la población y daños en viviendas y calles en todo el país.