El libro "Advances in Groundwater Management” se presentará el día 11 de junio de 2018, a las 17:00 en la Fundación Botín, Calle Castelló 18, Madrid.
Intervendrán Alberto Garrido, Universidad Politécnica de Madrid y Observatorio del Agua de la Fundación Botín; Emilio Custodio, Universitat Politècnica de Catalunya; Mónica Sastre, Abogada y Socio “Ariño y Villar Abogados”; Bartolomé Andreo, Universidad de Málaga; Jac Van der Gun, Co-editor del Libro y Consultor; Elena López-Gunn, Co-editora del libro y Fundadora y Directora de iCatalist; y M. Ramón Llamas, Académico.
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Preguntamos a dos de los co-editores del libro, la Doctora Elena Lopez Gunn, Directora de ICATALIST, y profesor Alberto Garrido, Catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid y Director del Observatorio del Agua de la Fundación Botín, sobre los retos de la gestión de las aguas subterráneas.
Pregunta - Llevamos mucho tiempo usando – y algo menos gobernando – el uso de las aguas subterráneas. ¿Por qué creéis es el momento para insistir en la necesidad de avanzar en su gobernanza?
Respuesta - Porque son recursos clave, que permiten dotar a los sistemas de abastecimiento y de oferta de mayor garantía, y porque los efectos derivados de una gestión ineficiente tienen un impacto más prolongado en el tiempo, y en algunos casos con carácter irreversible.Ç
“Las aguas subterráneas tienen que ser gobernadas y gestionadas con mayor incertidumbre”
Además, son recursos menos visibles y ciertos, y los procesos que definen su comportamiento y evolución más difíciles de investigar y conocer. Todo esto hace que sea un recurso más difícil de gestionar, y por lo tanto, requiere una gobernanza más robusta y participativa.
P. - ¿En qué se diferencia la gobernanza de aguas subterráneas de la de las aguas superficiales?
R. - En buena medida, por lo dicho anteriormente, las aguas subterráneas tienen que ser gobernadas y gestionadas con mayor incertidumbre y sometidas a retardos en los impactos más prolongadas. El control de usos es más difícil o costoso. Todo ello hace que los modelos de gestión presenten diferencias notables. En algunos casos, el uso de las aguas subterráneas se mide de manera indirecta—por ejemplo, a través del consumo eléctrico o de gas-oil de las bombas o también midiendo las superficies regadas.
Por último, los impactos en la calidad de las aguas subterráneas van a depender mucho del tipo de contaminantes y del medio geológico en que se encuentran.
P. - ¿Cuáles son, en vuestra opinión, las experiencias o buenas prácticas en otros países de las que España más puede aprender?
R. - Creo que el uso de las aguas subterráneas, en las que España fue pionera ya se suman otras muchas experiencias, y en algunos casos con lecciones muy útiles para nuestro país. Dos ejemplos que mencionaría son los casos de Estados Unidos por ejemplo, y de Colombia, menos conocido pero muy interesante.
“Ya hay países que están declarando las aguas subterráneas como recursos estratégicos”
En el caso de Estados Unidos y en concreto del Estado de California como consecuencia de la sequía vivida recientemente, se empezó a regular el uso intensivo del agua subterránea. Lo que resulta más llamativo es que no se está planificando como utilizar el uso del agua subterránea, sino como reducir el uso del agua subterránea, exigiendo que en unos años se tenga que detallar exactamente como se reducirá el uso.
El otro caso es del de Colombia. Gracias a la buena relación entre la universidad y las autoridades responsables, se ha desarrollado todo un proceso detallado de lo que se llaman “Planes de Manejo Ambiental de Aguas Subterráneas”. Es un ejemplo en cuanto a la metodología a seguir por la integración de todos los diferentes aspectos en el proceso de planificación, incluido un proceso detallado de participación pública y empoderamiento y de una documentación robusta de recursos disponibles y de usos.
P. - ¿Qué acciones consideráis prioritarias para mejorar la gobernanza y la situación de las aguas subterráneas en España? ¿Por dónde empezaríais?
R. - Empezaría por crear un sistema de información a ser posible en tiempo real, abierto y que también detalle bien- no solo la oferta sino también la demanda - y aún más del uso. También, la involucración de los usuarios en la toma de decisiones. España ya fue pionera en este campo de gestión colectiva. Desde los años 1960, ya hay una tradición de CUAS (Comunidades de Usuarios de Aguas Subterráneas) sobre la que construir, ahora con las CUMAS (Comunidades de Usuarios de Masas de Agua subterránea). Pero se necesita un compromiso, un verdadero apoyo constante de las administraciones. Si no, gestionar el agua subterránea, es en realidad como ponerle el cascabel al gato o una misión imposible. La gestión pasa por una co-responsabilidad con los usuarios, lo cual implica su participación. También implica que, en un momento dado, y en el marco de la legislación vigente, se les exija también responsabilidades.
Ya hay países, en los cuales uno no pensaría a priori, como Rumanía, que están declarando las aguas subterráneas como recursos estratégicos. Creo que tenemos que ir mas en esta línea de valorar un recurso que es estratégico, y más aún en un contexto de cambio climático. Por ejemplo, este sería el caso del acuífero de Madrid en el marco de sequías y escasez, que algunos argumentaríamos que a futuro puede ser una infraestructura crítica, y tratar estos recursos como tal.
“Nunca es tarde para empezar a gestionar las aguas subterráneas”
P. - Dejadnos cada uno un mensaje breve y claro de qué deberíamos/podemos hacer para mejorar la gobernanza de las aguas subterráneas.
Alberto Garrido: “Nunca es tarde para empezar a gestionar las aguas subterráneas, pero hay que ser prudente con la aplicación de leyes o modelos generales. El conocimiento de la realidad hidrológica y geofísica, junto con la social y económica, son esenciales para definir un modelo de gestión exitoso. Este libro contiene numerosas lecciones y conclusiones útiles para todo aquél que quiera internarse en este mundo o tenga responsabilidades en la gestión de las aguas subterráneas”
Elena López Gunn: “Las aguas subterráneas son un recurso estratégico en nuestro país. Su gobernanza tiene claroscuros, y más aún en nuestro país. Han sido una fuente enorme de riqueza y desarrollo en zonas donde antes había pocas oportunidades. Sin embargo, ya sabemos que ha habido un coste a veces difícil de admitir, y más aun de afrontar. Ahora el reto es dar un paso adelante con una gestión adecuada de un recurso que es y será cada vez más valioso. Este libro editado que cuenta con los mayores expertos a nivel mundial diferentes opciones, ejemplos y oportunidades de cómo avanzar en la buena gestión de un recurso clave a nivel mundial y en nuestro país”.
