Pedro Sánchez se ha convertido en el séptimo presidente del Gobierno de la democracia española tras aprobarse esta mañana en el Congreso de los Diputados la moción de censura contra Mariano Rajoy.
Entre las muchas dudas que planean sobre la estrategia de gobierno del nuevo presidente, la primera en resolverse puede ser la de los nuevos ministros. Todo apunta a que Sánchez desvelará en breve su gabinete y en ese momento conoceremos al nuevo (o nueva) responsable de la política de agua en España. Es momento de hacer quinielas y en iAgua hemos querido repasar nuestra hemeroteca para conocer a 5 protagonistas que tienen posibilidades de acceder a esta alta responsabilidad del Estado:
1.- Teresa Ribera (entrevistada en marzo de 2018)
No es habitual encontrar en España expertos en cambio climático al nivel de Teresa Ribera (Madrid, 1969). Su conocimiento de los mecanismos de actuación frente al fenómeno la ha convertido en una voz indiscutible en los foros internacionales; es de hecho la actual directora del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (IDDRI) con sede en París desde junio de 2014. Por otro lado, su trayectoria política le ha dotado de una visión trasversal de los entresijos de la política climática española, en la que ejerció durante los años más críticos del Gobierno del PSOE (2008-2011).
En esta entrevista de Águeda García de Durango (publicada en iAgua Magazine 18) nos desveló las claves que contribuirán a una lucha efectiva contra el calentamiento global, además de analizar la situación actual de España en esta materia. Rescatamos algunas respuestas:
P: Sra. Ribera, a lo largo de su vida laboral ha ocupado diversos cargos relacionados con el cambio climático. ¿Cómo se ha desarrollado su trayectoria profesional en este sentido?
R: Llegué al cambio climático por casualidad y aquí me quedé. Soy funcionaria por vocación, convencida de que desde las administraciones se puede mejorar la vida de las personas. Me pidieron que participara en el grupo de trabajo europeo sobre el régimen de cumplimiento del Protocolo de Kioto, y a partir de ahí fui descubriendo la trascendencia que el cambio climático tiene en nuestras vidas y los enormes desafíos que tenemos por delante. Después trabajé en muchos aspectos técnicos en la Oficina de Cambio Climático, tuve el privilegio de ser su primera Directora General y posteriormente Secretaria de Estado de Cambio Climático. Todos esos años me permitieron entender bien la dinámica internacional y doméstica, las conexiones entre actores y con otras agendas como la energética, la científica, la biodiversidad, la económica y empresarial, la social... Ahora hace cuatro años que trabajo como directora de un think tank francés especializado en desarrollo sostenible, dedicado a reflexionar y proponer cómo seguir avanzando en asuntos tan importantes como clima y cambio de modelo energético, protección de la biodiversidad y promoción de sistemas agrícolas sostenibles, océanos y gobernanza de la sostenibilidad. Mi función es acompañar a los equipos en la selección y análisis de los temas y perspectivas más relevantes y contribuir a la divulgación de las propuestas.
P.- Hablemos del sector del agua. ¿Cuáles son los efectos del calentamiento global más preocupantes sobre el ciclo del agua y qué medidas podrían atenuarlos?
R.- El agua es uno de los elementos críticos en escenarios de cambio climático, tanto por lo que afecta a la disponibilidad del recurso en sí mismo, en calidad y cantidad; como por la incidencia indirecta que ejerce en otros muchos aspectos: impactos en ecosistemas, en sistemas agrarios, en infraestructuras construidas...
Genera un efecto en cadena: físico y químico en primer lugar; en los ecosistemas a continuación y en las estructuras económicas y sociales inmediatamente después.
Todavía no sabemos bien cómo puede afectar el cambio climático al régimen de lluvias. ¿Lloverá menos o lloverá más? Sí sabemos que puede llover más o menos lo mismo en promedio pero repartido de forma distinta... lluvias torrenciales seguidas de grandes sequías, por ejemplo. Sabemos también que el incremento de la temperatura altera las variables de evaporación y de consumo. Sabemos que puede verse afectada la disponibilidad y la demanda y sabemos que pueden producirse tensiones en torno al acceso al agua o grandes catástrofes consecuencia de inundaciones o grandes tormentas. Por tanto, nos conviene entender, observar y anticipar; preparar las infraestructuras adecuadas para un uso eficiente, para resistir parámetros climáticos distintos, a veces extremos.
P.- Por último, ¿cómo ve su futuro profesional, quizá ligado a temas ambientales de nuevo en política?
Me veo trabajando por el desarrollo sostenible. Hay muchos modos y sitios para trabajar en ello y donde estoy ahora es un espacio excelente.
Entrevista completa en iAgua Magazine 18 (Marzo de 2018)
2.- Cristina Narbona
Doctora en Economía y profesora universitaria, Cristina Narbona es una de las protagonistas decisivas de la política del agua española en las últimas décadas. Tras ocupar la Secretaría de Medio Ambiente del Partido Socialista Obrero Español, la victoria de José Luis Rodríguez Zapatero en las elecciones generales de 2004 la catapultó al Ministerio de Medio Ambiente. Su política de agua fue decidida a la par que controvertida: nada más acceder al cargo lideró la rápida derogación del Plan Hidrológico Nacional promovido por el Gobierno de José María Aznar para, posteriormente, diseñar y poner en marcha el Programa A.G.U.A. Sin duda, uno de los proyectos políticos más ambiciosos para la gestión del agua en España con inversiones asociadas de 3.800 millones de euros para paliar los efectos de la sequía, apostando por fuentes alternativas como la desalación y la reutilización.
Diez años después de su salida del Gobierno, Cristina Narbona sigue en la primera línea política como presidenta del PSOE y una de las mujeres fuertes en la ejecutiva de Pedro Sánchez. Desde esta posición, Narbona persevera en mantener la sostenibilidad como eje trasversal en las propuestas de su partido, apuesta por devolver a España al liderazgo internacional en la lucha contra los efectos del cambio climático y propone un rediseño de la política del agua basada en la gestión de las demandas.
P.- Su apuesta por fuentes de recurso alternativas como la desalación ha sido muy criticada durante los últimos años y ahora se posicionan como estratégicas para afrontar la actual sequía. ¿Qué opinión le merece?
R.- La desalación era una de las actuaciones del Programa A.G.U.A., junto con importantes inversiones en modernización de regadíos y reducción de pérdidas en las redes de abastecimiento urbano, la construcción de depuradoras y redes de reutilización y la mejora de la gestión de las aguas subterráneas.
Tenemos empresas líderes a nivel mundial en todas estas tecnologías y, afortunadamente, parte de las inversiones del Programa A.G.U.A. se llevaron a cabo a pesar de las irresponsables actitudes de las administraciones gobernadas por el PP, que siguieron alimentando el mito del derogado trasvase del Ebro. Cuando el PP volvió al poder en 2011, con mayoría absoluta, se puso de manifiesto que dicho trasvase no era viable ni gozaba del apoyo de la Unión Europea, ya que ni siquiera se volvió a plantear.
Se ha hecho mucha demagogia con el agua, pero hoy día es mucho más evidente la necesidad de una política que no descanse casi en exclusiva en llevar agua "de donde sobra" a "donde falta" a la vista de la extensión de los episodios de sequía a las cuencas supuestamente excedentarias como son Tajo, Duero o Ebro.
P.- Para asegurar e incrementar la disponibilidad de recursos hídricos es necesario el mantenimiento y construcción de infraestructuras hidráulicas cuya inversión por parte del Gobierno ha caído a mínimos históricos desde su etapa como Ministra. ¿Cómo cree que podemos recuperar los niveles inversión? ¿Es favorable a fórmulas mixtas como las PPP para su abordaje?
R.- Más que el volumen de inversión me parece relevante el contenido de dicha inversión. Es evidente que existen carencias importantes, por ejemplo en las infraestructuras necesarias para garantizar la depuración y la reutilización; o para culminar la plena operatividad de las plantas desaladoras, con las correspondientes canalizaciones para que pueda aprovecharse el agua producida; o en el ámbito de la modernización de los regadíos. Y hay que plantear estas inversiones con las exigencias ambientales y de recuperación de costes impuestas por la Directiva Marco del Agua.
P.- Para concluir vamos a viajar al futuro: junio de 2020. Elecciones generales, el PSOE de Pedro Sánchez es el partido más votado y puede formar gobierno. ¿Le gustaría volver al Ministerio de Medio Ambiente?
Esta pregunta es muy sencilla. No está en mi horizonte vital volver a desempeñar ninguna tarea de gobierno. Mis prioridades para los próximos años serían incompatibles con ese tipo de tareas.
Entrevista completa en iAgua Magazine 18 (Marzo de 2018)
3.- Pilar Lucio
Nacida en Plasencia (Cáceres) en 1972, casada y con tres hijos, Pilar Lucio es Licenciada en Ciencias Políticas y Sociología y Máster en Consultoría Estratégica de las Organizaciones. Ha sido Consejera de Igualdad y Empleo en la Junta de Extremadura y ahora afronta el reto de encabezar la Secretaría de Cambio Climático y Sostenibilidad. Su mirada transmite carácter y decisión, su tono es cercano; pero firme.
Pilar, ¿cuáles son vuestras líneas prioritarias en materia del agua?
Nosotros nos fundamentamos en tres hechos: la afirmación de que el agua es un recurso indispensable para la vida del Planeta que, por lo tanto, tenemos que proteger; la convicción de que el agua es un bien público y debe ser tratado tal; y, en tercer lugar, la defensa del acceso al agua como un Derecho, reconocido por la ONU, que debemos garantizar.
Este planteamiento viene presidido por la lucha contra el cambio climático, en este sentido, hay que procurar el ahorro y la eficiencia en el gasto y el consumo de agua, porque España es un país especialmente vulnerable por las consecuencias del cambio climático, tendremos menos precipitaciones y más irregulares, algo muy a considerar desde el punto de vista de la gestión.
P. - ¿Cuáles son las claves para alcanzar un Plan Hidrológico Nacional definitivo?
Primero ponerse a ello, pero de manera seria y rigurosa, hay que fijarse plazos. Poner en marcha un proceso transparente y participativo real, escuchar y asumir todo lo que tienen que decir todas las partes que participa en los planes hidrológicos.
P. - ¿La gestión privada del agua es una oportunidad para mejorar el servicio?
Para mejorar el servicio no tiene por qué recurrirse a la gestión privada necesariamente, hay iniciativas privadas que lo están haciendo muy bien, pero también hay otras que lo están haciendo mal. Nosotros consideramos que la titularidad tiene que ser municipal y que, seguramente, un servicio municipal bien llevado puede ser igual de rentable que uno privado. Nosotros tendemos a mantener la gestión preferentemente municipal y solo en determinados casos podrían concesionarse a la iniciativa privada en términos regulados. Los sistemas que actualmente están privatizados requerirán una auditoría de gestión de cara a establecer un diagnóstico de la situación y del estricto cumplimiento de la normativa existente a la fecha y del propio contrato de concesión.
P. - ¿Les parece bien que los ayuntamientos carguen en la factura del agua otros conceptos que no estén vinculados al agua? Es decir, que se utilice la factura del agua para otros menesteres municipales.
Las tarifas debe reflejar el coste real, pero respetando los principios de equidad y transparencia, y destinarse solo y exclusivamente a sufragar los costes de dichos servicios y no asumir la repercusión en el recibo del agua de cánones concesionales que no han sido destinados a infraestructuras hidráulicas sino a otras necesidades financieras del municipio.
Entrevista completa en iAgua Magazine 7 (Junio de 2015)
4.- Juan López de Uralde
Juan López de Uralde es una de las caras más conocidas del activismo ecologista en España. Después de 10 años como director de Greenpeace, en 2011 se convirtió en uno de los fundadores de EQUO. Desde 2015 es diputado en el Congreso por Unidos Podemos.
P. - ¿Cuál es la política de EQUO con respecto al agua?
R. - Como partido que hace del medio ambiente un tema troncal, tenemos un trabajo ya desarrollado en la materia, tanto en lo referido al agua como un recurso público a preservar, como a nivel español, con nuestros puntos de vista sobre las políticas de agua de gobierno. Nuestra política se basa en ese principio del agua como un bien necesario pero escaso, que por lo tanto debe gestionarse con criterios de eficiencia y de sostenibilidad.
P. - ¿Cree que son necesarias inversiones en infraestructuras hidráulicas?
R. - No. Y nos preocupa mucho esta política cíclica en materia de infraestructuras hidráulicas porque viene a cubrir más las necesidades de las empresas constructoras que las de la política de aguas. De hecho, percibimos que se vuelve a las grades infraestructuras hidráulicas cuando la construcción está en crisis. Los ríos españoles están ya enormemente represados. En España hay más de mil cien presas construidas y por lo tanto no hay espacio para mucho más, y tampoco creemos que la solución a los problemas del agua vaya a venir por ahí. Creemos que las infraestructuras están, hay muchísimo construido, incluso hay en ciertos aspectos cosas en las que se debería dar cierta marcha atrás. Por ejemplo en materia energética vemos cómo a lo mejor una serie de pequeñas presas generan más energía que una gran presa.
Entrevista completa en iAgua Magazine 2 (Marzo de 2014)
Hugo Morán Fernández
Elegido en el 37 Congreso Federal del PSOE como nuevo Secretario de Medio Ambiente y Desarrollo Rural.
¿Cómo anticipar esa política de la seguridad ambiental, de la consolidación del derecho de acceso al agua y a la energía, y de la prosperidad vinculada a la gestión del capital natural? Necesitamos Leyes del siglo XXI para las realidades sociales, tecnológicas y ambientales del nuevo milenio. Es preciso que la sociedad sea consciente del reto al que se enfrenta, porque habrán de convivir decisiones locales con consecuencias globales, en tanto que no existen instrumentos operativos de gobernanza global. Podríamos comenzar por alguna gran decisión de gobierno: se abriría un horizonte esperanzador con un Ministerio en el cual conviviesen agua y energía, encargado de velar por el adecuado ordenamiento de ambos recursos esenciales, la integridad del capital natural y una equilibrada gestión del patrimonio público (costas, ríos, montes, biodiversidad, aire…). Más que un Ministerio de Medio Ambiente, uno de Todo el Ambiente.